En el mismo lugar y con los mismos delincuentes

Miguel Arias Sánchez

Los malechores se aprovechan de la oscuridad y de los ‘arboles frondosos.

HAVANA TIMES – Los asaltos o atracos, como quieran llamarles, se han hecho cada vez más frecuentes, y a veces con consecuencias fatales. Por suerte para nosotros, la inmensa mayoría de las personas son honestas, trabajadoras y buenas; pero hay otras que no son así, y sin trabajar, quieren tener todo o casi todo lo que los demás obtienen con su sudor y sacrificio diario.

Algunos achacan los atracos a la necesidad, pero habría que agregarle, entre otras cosas, la negligencia, desinterés y hasta la falta de conciencia de algunas personas con responsabilidades a cumplir. Por ejemplo, la loma de los Tres Picos, que baja desde la Villa Panamericana hasta el reparto Bahía, es propicia para tales fechorías.

El trayecto se ha convertido en algo muy peligroso, principalmente en las noches, que el alumbrado eléctrico prácticamente no existe, solo un bombillo a mitad de camino; hay lámparas, pero las luces están fundidas.

Los árboles cada día se hacen más frondosos y la oscuridad reina por doquier. Hace una semana un amigo venía con su esposa de la discoteca de la Villa, eran las dos de la madrugada. A mitad de camino, tres individuos, armados con cuchillos, saltaron de la copa de un árbol y les exigieron que tiraran al suelo todo lo que llevaban: relojes, celulares, carteras. Ellos, por supuesto, no ofrecieron resistencia, incluso preguntaron si querían la ropa también. No tuvieron que desvestirse, por suerte.

Sobre todo, los fines de semana, el lugar parece un antro de delincuentes que amparados en la soledad del sitio ejecutan su trabajo.

Uno de los vecinos de la zona me explicaba que en cuantas reuniones de delegados ha habido, se ha planteado siempre que un lugar como ese, por donde transita tanta gente, hombres, mujeres, ancianos, etc. no puede permanecer en tinieblas; a partir de las ocho de la noche no se ve ni la palma de las manos.

Las lamparas estan solo falta ponerles bombillas nuevas

Me pregunto:

¿Qué le pasa al organismo que tiene que ver con el alumbrado de ese lugar, donde solo habría que cambiar los bombillos?

¿Quién tiene que ver con la poda de los árboles?

Los vecinos están alarmados y quieren que ese deje de ser un sitio peligroso.

Y entonces:

¿Si se conoce la situación, por qué dejan pasar el tiempo? ¿No es mejor evitar violaciones, sustos, y robos?

¿No es más fácil, inteligente y humano iluminar la zona para que las personas puedan ver por donde caminan y con quién se tropiezan?

¿O será que los que tienen que ver con esto, ni ellos ni su familia transitan por allí?

Tendremos que esperar, entonces, que alguien con sensibilidad y conciencia escuche al pueblo y tome la decisión correcta.

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