Continúa la escasez de medicamentos en Cuba
Por Miguel Arias Sánchez
HAVANA TIMES – El abastecimiento de fármacos importantes en la red de farmacias está notablemente afectado desde hace meses; ahora se ha sentido con más fuerzas.
Son varias las razones expuestas sobre este fenómeno, la deficitaria adquisición de materias primas, envases, reactivos, piezas de repuestos para determinadas maquinarias en laboratorios productivos, etc.
También influyen procesos que nos son ajenos, por ejemplo, es sabido que la mayor cantidad de materia prima se realiza en grandes plantas en China e India, cuando se afecta la producción en una de ellas, se crea desabastecimiento a escala global.
Muchas veces los proveedores habituales dejan de suministrar esas materias primas porque se dificulta la realización de transacciones bancarias para efectuar los pagos y cobrar los ingresos que generan las divisas para comprar más materia prima. Este círculo en Cuba es muy frágil.
Producto de la pandemia se agudizó el problema en la Isla, pues se detuvo toda actividad comercial y cosas que ya estaban pagadas quedaron en fábricas y puertos extranjeros cuando se cerraron las fronteras de los países.
A todo esto, se suma el descontrol interno y la mala distribución que nos caracteriza.
Así, hemos tenido que enfrentarnos a la falta de más de quince medicamentos claves, de gran demanda por la población como los antibióticos, antihipertensivos, antiasmáticos, antivirales y otros.
La respuesta del Ministerio de Salud Pública y otros organismos estatales es que se trabaja sin descanso para buscar alternativas que mejoren la situación actual. Y debería ser cierto, porque este problema es muy sensible, es difícil explicarle a una persona enferma que su medicina no está disponible, de ella depende la vida muchas veces, o la mejoría.
Las personas van muy temprano a las farmacias, de madrugada, con la esperanza de encontrar ese día el medicamento que necesitan; la mayoría de las veces no es así. Por eso causa tanta indignación cuando vemos a algunos inescrupulosos vendiendo una medicina al doble o el triple que lo que cuesta en la red estatal, sin la más mínima sensibilidad, sin analizar que tal vez quien la necesite no tenga los recursos financieros para comprarla a ese precio.
En resumen, si cada uno de los que impiden de alguna manera que los medicamentos lleguen a tiempo y a un bajo costo a su destino final: el enfermo, se detuvieran a pensar profundamente que está en juego la vida de los seres humanos, otro gallo cantaría.
El medicamento es un renglón en la vida de los cubanos que siempre ha sido deficitario, después del 59 no antes, esta fue una promesa no cumplida, recuerdo de niño tantos medicamentos en el botiquín de mi casa que cuando se acabaron nunca más los he vuelto a ver