Mi camino al exilio
Por Michelle Quezada
HAVANA TIMES – Primero definamos la palabra exiliado, que es el hecho de encontrarse lejos del lugar natural, ya sea ciudad o nación, debido a la expatriación forzada de una persona. Ocurre debido a alguna circunstancia, generalmente por motivos políticos, por la cual se niega explícitamente el permiso para regresar, bajo amenazas de cárcel o muerte.
El 25 de noviembre del 2019 inicié un camino largo. Salí de Nicaragua en busca de mi libertad. A los 19 años no me había pasado por la mente que iba a dejar mi Patria para salvar mi vida. Fueron dos días de viaje.
Pasé tantas cosas en esas 48 horas. El miedo a lo desconocido me invadía. Anteriormente no había salido de Centro América y tenía tantos sueños y metas; de un momento a otro todo cambió.
Dejé mi país con el corazón roto. Nunca olvidaré la cara de mi hermanito de 5 años despidiéndose de mí y la de mi madre. Mi círculo familiar es muy pequeño y abandonar mi casa también provocó un vacío gigante. Dejé todo lo que conocía y amaba. Pero sabía que mi vida corría peligro en mi país.
Iba en el avión con miles de sentimientos y miles de preguntas. No sabía nada, solo que tenía que lograr llegar a salvo a mi destino. Llegué congelada y cansada. Sentía que mi cuerpo ya no podía más, necesitaba dormir. Arribé a mi destino y le di gracias a la vida.
Entré en el proceso de refugiados y era algo que me asustaba. Sin embargo, a la vez estaba a salvo del miedo que experimentaba en Nicaragua. No sentía lo mismo que en las calles de Nicaragua.
Muchas personas comentan que soy tan joven para tener problemas políticos y tener que exiliarme en el país. Nórdico de Noruega se preguntarán ¿Por qué?
Un viaje tan largo, pero era el único lugar donde tengo familia, allí vive un tío. Igual que yo era estudiante y se manifestó pacíficamente en abril del 2018 en Nicaragua. Así que cuando las cosas empeoraron para mí, decidí viajar a Noruega para pasar el proceso juntos, ya que la vida de refugiado es muy difícil y un apoyo mutuo iba a ser bueno.
Tengo la esperanza de poder reiniciar mi vida, después de que en mi país me fuera arrebatado todo. Eso es lo que me hace seguir en la lucha, cada día es un reto para mí. El camino ha sido muy agotador, pero he tratado de mantener la calma y la fe de que todo pasará pronto.
Bienvenida a la vida de los cubanos exilados