Cinco años de estudio en la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual, y algunos meses de trabajo en la radio y la televisión cubanas, me han permitido bosquejar puntos con los que se podrían trabajar en función del mejoramiento de ambas instituciones.
Lo que sigue a continuación son solo notas al vuelo de un análisis que merece y necesita tiempo de estudio y confrontación con los especialistas y encargados de tomar decisiones, que puedan dar volumen y coherencia a estas ideas y finalmente, si lo consideran adecuado, ponerlas en funcionamiento.
Si desde el principio se inserta al estudiante en el proceso productivo de la TV, cuando llegue el momento de enfrentarse al trabajo de tesis, estará mejor preparado para enfrentar al equipo profesional de especialistas, y podrá formar parte de la industria, produciendo obras de alto nivel artístico y técnico, además de que irá gestando un sentido de pertenencia al medio que le permitirá formar los valores de ética profesional con que debe trabajar toda la vida.
Enfocar el plan de estudio hacia la práctica. El estudiante debe palpar los procesos creativos, y a partir de esa experiencia, investigar sobre la teoría que los sustenta. De esa forma, la teoría adquiere el verdadero valor que posee, y no se hace tediosa, se hace más bien indispensable.
Concentrar el estudio de los medios (cine, radio, TV) por las especificidades de sus lenguajes. Trabajar por lograr que los estudiantes se especialicen en uno de ellos. Esto, además de facilitar el estudio profundo y exclusivo por parte del estudiante, permite que los profesores puedan planificar sus cursos de forma que no interfieran en su trabajo como creadores.
Para que exista una buena relación entre la academia y la industria, primero tiene que existir voluntad por parte de ambas. Hay que tener claro que de esas buenas relaciones se beneficia la cultura cubana, que en fin de cuentas, es para la que trabajamos.
Que la dirección del ICRT esté abierta a las nuevas propuestas de los jóvenes y cree espacio para que todas las generaciones se puedan expresar, intercambiar ideas, integrarse.
La industria debe evaluar la entrada y permanencia de los creadores teniendo en cuenta solo la calidad de la obra.
Abogar por la representación de los intereses particulares de todas las minorías sociales. Esto hará que la totalidad de la población se sienta identificada con la TV, y le dará un carácter verdaderamente democrático, y por tanto, al país.
Convertir a la facultad en una Productora, dirigida por productores y creadores que entiendan los procesos creativos y sepan defender los intereses de los estudiantes, que es defender los intereses de la cultura cubana.