Las medallas

Mercedes González Amade

HAVANA TIMES — Juro que cuando comencé a entrenar lo hice principalmente para mantenerme en forma, física y mentalmente. El deporte, además de disciplinarnos, es una fuente de sorpresas. Una se asombra con lo que puede llegar a hacer, con los retos que la rutina te impone. Y si es en equipo, mejor; ayuda a la compenetración con el otro, pues hay que entenderse a toda costa para obtener un buen resultado.

Si me preguntaran ahora mismo si me siento contenta con lo que he logrado, diría que sí. Estoy activa, ágil, he conocido gente maravillosa y he probado mis fuerzas. Sé que todavía puedo dar más, por eso seguiré.

Lo que pasa es que no vivo sola y mantener un hogar, una familia, cuesta cada día más caro.

En los Panamericanos de Bádminton nos habían dicho que por ser una preselección especial no nos pagarían nada por participar, pues no nos contemplaban como una selección nacional (aunque estuviésemos representando al país); solo quedaba esperar por las medallas que pudiésemos obtener.

El último día de discusión de lugares, a pesar del poco tiempo de entrenamiento y de las limitaciones por la calidad de las sillas de ruedas y de otros implementos como las raquetas, Cuba estaba en todas las categorías. Era un logro, inesperado para muchos.

Brasil fue un rival fuerte, un equipo de gran experiencia, con deportistas con ranquin mundial, así y todo les dimos guerra. Nuestro país estuvo en el medallero en las siguientes categorías:

Amputados de manos y pie en sillas de ruedas: plata en single masculino, bronce en single femenino, bronce en el doble masculino, bronce en el doble mixto, plata en el doble mixto.

Amputados de manos: single, plata; doble masculino, bronce.

Amputados de pie: single, bronce; doble masculino, bronce.

Con esos resultados, la verdad que no había otra opción que informarnos que sí pagarían las medallas. Lo esperábamos, pues el dinero hace falta y lo merecemos por nuestro trabajo, empeño y sacrificios.

Eso sucedió en diciembre y aún nada de la remuneración. De parte de nuestra organización sí hemos recibido homenajes, reconocimientos y elogios por nuestra actuación, algo que agradezco infinitamente y me hace sentir muy orgullosa, pues dos de esas medallas de bronce son mías.