¿Quién se encarga de sacar al diablo de la casa?

María Matienzo Puerto

Foto: Caridad

HAVANA TIMES, 7 ene — No es un secreto para nadie. Yo escucho las conversaciones de la gente en la calle. Me detengo si tengo que hacerlo para no perderme detalles (si la conversación lo amerita). Sí, soy una chismosa.

Al principio lo hacía con complejos, ahora, lean, hasta lo comento. O sea, que si tenía algún problemita con esa costumbre mía, la superé.

Claro, que no siempre escucho cosas agradables. Y a veces me entero de lo que no quisiera enterarme nunca.

El otro día, por ejemplo, me enteré de que en Cuba no existe una ley de restricción para las personas obsesionadas con otras. Me explico.

Si fulano mañana agrede a Mengana y ella quiere, quitárselo de encima legalmente, no tiene cómo. Eso fue lo que escuché y luego lo corroboré con una amiga abogada.

Ella se seguirá llamando Mengana porque era una mujer de la parada, y él Fulano porque por suerte, no estaba cerca y tampoco lo conozco.

A Megana la vi saliendo del bufete de abogados de Alamar (que queda justo frente a la parada de ómnibus) y comentaba con una amiga: ―Imagínate, ahora qué hago, ya él salió y me anda buscando. En la policía me mandaron para acá y aquí me dicen que no pueden hacer nada.

Aunque ella esencialmente no dijo nada, me llamó la atención el tema y presté oídos.

“Sí, mija, la policía me dijo que ya él había cumplido. Pero tú te imaginas que me esté buscando para volverme hacer lo mismo.”

En ese momento no pude aguantar. Entre la voz cortada por la angustia de Mengana y mi curiosidad, miré y la vi.

Estaba quemada, muy quemada. Las cicatrices le alcanzaban el rostro.

No pude aguantar pensar sobre qué era lo mismo, y deduje que eran la piel quemada y el terror.

Fulano ya estaba en la calle, después de haber cumplido, ¿cuánto? ¿Cuatro años por buen comportamiento?

No conozco a Mengana pero la vi sola, entrando a un callejón sin salida.

¿Qué tiene que hacer, matarlo para que la juzguen a ella como a un criminal? ¿O esperar a que la maten?

¿Quién se encarga, entonces, de sacar al diablo de la casa de las mujeres maltratadas?

No nos enteramos, pero hay miles de casos en Cuba. Las morgues y los hospitales están llenos de cuentos como los de Mengana. Esa es otra ley pendiente.

Maria Matienzo

Maria Matienzo Puerto: Una vez soñé que era una mariposa venida de África y descubrí que estaba viva desde hacía treinta años. A partir de entonces construí mi vida mientras dormía: nací en una ciudad mágica como La Habana, me dediqué al periodismo, escribí y edité libros para niños, me reuní en torno al arte con gente maravillosa, me enamoré de una mujer. Claro, hay puntos que coinciden con la realidad de la vigilia y es que prefiero el silencio de una lectura y la algarabía de una buena película.

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5 thoughts on “¿Quién se encarga de sacar al diablo de la casa?

  • En Cuba pasa eso y mucho mas,pero el mundo lo sabe lo saben los de adentro y los de afuera. si hay leyes para la malversacion porque afecta al estado, hay leyes para los disidentes porque afectan al estado, pero ese es un pais sin ley y sin orden, que Dios perdone a sus gobernantes porque tendran que dar cuentas ante el algun dia, porque todos sabemos que ellos hicieron un pacto con el diablo.

  • En otros países existe la llamada “orden de alejamiento.” Basicamente le dice a una persona que no se puede situar a menos de, digamos, 500 metros de otra.

    La cosa teoricamente funciona muy bien. Sin embargo, en la práctica tiene sus dificultades. Supongamos que una persona con orden de alejamiento entra en un cine a ver una película. Si a continuación entra la otra persona, entonces la primera persona que entró tiene la obligación de abandonar el cine. ¿Y si está muy oscuro y la primera persona no es capaz de ver a la segunda? Pues da igual. Tiene la obligación de enterarse, no se sabe como, y salir del cine.

    Conozco a una mujer que se dedicaba a frecuentar los locales a donde va su ex-marido —con orden de alejamiento— para obligarle a dejarlos. El perseguidor se convirtió en víctima.

    Aun con todas esas dificultades prácticas, las órdenes de alejamiento cumplen su función y sirven de protección a mucha gente.

  • Se puede utilizar un sistema de posicionamiento utilizando las torres telefónicas, a pedido por supuesto de las personas incluidas en el litigio, digamos un sistema que mande mensajes al móvil cuando estás cerca de la otra persona, todo esto pagado por el ministerio de Justicia, es bién fácil.

  • Me encanta la idea del sistema de posicionamiento. Se les podria poner a ambos un grillete, (de esos que les ponen a la gente para saber donde estan). Y que ademas soltara chispas y corriente cuando estuvieran muy cerca uno del otro. Tipo Pikachu.

  • La orden de alejamiento o restriccion dd perimetro no es tan burda como lo que cuentas del cine pero si su cumplimiento a veces la victima no lo logra. El acechador muchas veces la incumple le rompe el papel de la sentencia en la cara a la victima y esta ultima para hacerla cumplir tiene que llamar a la fuerza publica que muchas veces demora y da tiempo al agresor para lastimar nuevamemte. La restriccion de perimetro es parte de un proceso y no una solucion a una situacion de violencia. Es una medida cautelar que tiene vigencia por un tiempo correspondiendo seguimiento del juzgado interviniente.

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