Tarde de domingo y Nostalgia de Andrei Tarkowski
Por Lynn Cruz
HAVANA TIMES – Treinta y siete años después Nostalgia (1983), de Andrei Tarkovski es también la historia de una isla varada en el mar Caribe. Un poeta, Andrei Gorchakov (Oleg Yankovsky), el loco Domenico (Erland Josephson), a quien comparan con Fidel Castro y una mujer, Eugenia (Domiziana Giordano), son los protagonistas. Gorchakov realiza un viaje por Italia para descubrir los detalles de la vida de un compositor ruso del siglo XVIII, quien, después de su regreso a Rusia, se suicida. Lo acompaña una traductora, Eugenia.
Por estos días de protestas en La Habana contra la violencia policial y la dolarización de los productos básicos, este filme resultó un oasis en medio del desierto. Dos amigos, el artista visual Samuel Riera y su compañero el bioquímico Derbis Campos, nos acompañaron en la tarde del domingo después de tres meses en que hemos visto a muy pocos amigos producto de la cuarentena y el riesgo de contagio de Covid-19.
En blanco y negro aparece la niebla en el campo. Entra una mujer de cabellos y ojos oscuros. Aparece un niño rubio vestido con la chaqueta de un hombre. La chaqueta le queda grande. El niño parece un cuervo, producto de su ropaje inusual de color negro. Al fondo hay un caballo blanco que no se mueve. Entra un perro seguido de una joven que se incorpora al paisaje. Finalmente, se les une una anciana. Al fondo está la casa. Así comienza Nostalgia, un filme que desde el inicio adentra al espectador en una espesa bruma de recuerdos y melancolía.
Gorchakov camina por las calles de Toscana, donde encuentra a Domenico, conocido como “el loco del pueblo”. Gorchakov se interesa en él, le pide ayuda a Eugenia para traducirle, porque desea invitarlo a almorzar. Domenico se convierte en una obsesión no solo para el poeta, sino para mí. Pedalea una bicicleta estática y asegura: “Yo soy el que soy”.
Gorchakov lo visita. La casa de Domenico está llena de goteras y me recordó la de mi abuela. Yo tenía una especie de fascinación por mi abuela. Era como las hadas de los cuentos. Tenía los cachetes rosados aun a sus 86 años, edad con la que finalizó su viaje.
Domenico dice que una gota seguida de otra no son dos gotas, sino una gota más grande. En la pared aparece escrito 1+1=1. Domenico le regala una vela a Gorchakov y le plantea su meta, atravesar con la vela encendida por las aguas termales donde se bañan los ancianos del pueblo.
Combinar el fuego y el agua, pero en el tránsito interviene un tercer elemento, el aire. Gorchakov emprenderá la epopeya. Dirá que Domenico es el que tiene la razón. En el pueblo miran a Gorchakov de la misma manera en que lo hacen con Domenico, con una especie de fascinación mezclada con incomodidad y perturbación.
Mientras, Domenico estará trepado en la escultura en medio de una plaza en Roma dando un discurso. Eugenia ríe en tono burlesco mientras le cuenta a Gorchakov por teléfono respecto a la hazaña de Domenico. Domenico grita cuán equivocado está el mundo en que un loco tiene que pedir que se avergüencen por su egoísmo. Domenico arderá en llamas. Da por concluido su discurso y cae del “estrado” hacia el suelo. La audiencia está compuesta por indigentes y enfermos mentales.
Domenico dio la clave, argumenta que el mundo ha sucumbido en manos de los “normales” y que hay que hacer lugar para que convivan los enfermos con los sanos. La película termina como comienza, con la casa. El hogar que va contigo a todas partes y a donde siempre querrás regresar. Posee una visión heideggeriana “la vida del hombre es un eterno regreso a casa”. Esta es una idea que se expresa mejor a través de la experiencia de los exiliados. Gorchakov reflexiona: “Deberían desaparecer las fronteras”, Eugenia (italiana) le responderá con una pregunta: “¿Qué fronteras?”.
Nostalgia es una película en la que la cámara escudriña los rincones, las texturas, los rostros, las emociones. Tarkowski retoma sus obsesiones, el padre poeta, la tierra añorada, los elementos de la naturaleza, esta vez sobresalen el fuego y el agua. El fuego está asociado a la revolución individual, la que emprendió Domenico y a quien siguió Gorchakov.
La resistencia porque no se apague el fuego, experiencia que vive Gorchakov con la vela que le regaló Domenico, representa también la utopía, el persistir en la lucha por un ideal, aunque este solo se manifieste a través de lo poético. La imposibilidad de trasladarlo a la realidad física con la muerte en llamas de Domenico habla además del fracaso de los experimentos sociales como lo constituyó la Revolución de octubre y ahora para mí la cubana.
Es una película también con una poderosa carga simbólica. Gorchakov regresa a Rusia a través de sus sueños, o ¿de la pesadilla de su propia muerte? Hay muchos detalles en la historia que no se explican. Pero su mente lo guiará a lo que es realmente importante, la búsqueda de la esencia, de la verdad, aunque haya que morir en el intento.
Un resumen de la película con subtítulos en español:
La película completa con subtítulos en inglés