Perdiendo el miedo con INSTAR, la Bienal 00, y el Cardumen joven cubano

Lynn Cruz

HAVANA TIMES – Mientras los altos funcionarios se pasean en sus autos y se encierran en oficinas con aire acondicionado, un grupo de artistas ejecutó un proyecto (probablemente de los más ambiciosos) la recién concluida Bienal 00 en La Habana. Al margen del establishment institucional cubano, aconteció de los días 5 al 15 de mayo.

Las respuestas desde las entidades culturales fueron duras, de manera conjunta con la Seguridad del Estado. Han dejado de representar a los artistas que se sumaron a la iniciativa, además de imposibilitarles el derecho a exhibiciones futuras en las galerías estatales. Réplicas represivas, también acontecieron en los espacios privados, donde se llevaron a cabo las presentaciones.

El Estado siempre cuestiona los fondos que emplean los independientes. Entre las principales entradas de divisas al país hoy, están las remesas familiares. Sin embargo los que las envían, han sido tildados de traidores, apátridas, gusanos, lame botas del imperio, y antes hasta se les lanzaba  huevos.

Si realmente el Gobierno quiere establecer un diálogo con los artistas jóvenes, debe empezar por el rescate de la memoria, nombrar a las cosas por su nombre, y articular al menos un discurso coherente. En cambio persiste la intolerancia y la mentira. No es posible que el dinero blanco sea solamente el que no amenace al poder.

El régimen les ofrece casi nada a los artistas, pero rebelarse contra él provocará que destine todos sus recursos y fuerzas en aplastarlos. ¿Por qué? ¿Por ideología? Entonces esta es solamente aplicable en términos de negocios. Relativo a las remesas, por ejemplo, ya no importa si el familiar que las envía, cree o no en el socialismo, lo que hace falta es dinero. Por tanto, no puede haber otra bienal porque la de La Habana, es el mercado establecido y controlado por el feudo.

Recientemente los jóvenes cineastas, inconformes con lo acontecido en la pasada Muestra Joven ICAIC, convocaron a firmar por una campaña anónima bajo el título Cardumen. La censura al filme Quiero hacer una película, del estudiante de dirección Yimit Ramírez, la falta de entendimiento con los funcionarios, las acusaciones injustas por el hecho de ser independientes, despertó la conciencia crítica de esos artistas bisoños.

Tania Bruguera lleva adelante su Instituto de Artivismo Hanna Arendt,  INSTAR. Bruguera, ha logrado con su trayectoria artística y reconocimiento internacional, el desarrollo de un espacio para el arte libre. Como antecedente, además de su obra personal, creó el taller: “Arte de Conducta”, en el que ha descubierto y educado talentos,  que hoy llegan como invitados a la Bienal 00.

Tal es el caso de la artista de performance Ana Olema. En su obra demandó al Estado por haber desaparecido  su cuerpo. Conceptualmente también empleó estrategias del movimiento clandestino en Cuba antes de 1959.

Toda gran idea comienza siendo un grano de arena. Entre todos esos vasos comunicantes, diálogo extraverbal, existe la certeza,  como dijo recientemente una joya de la cultura cubana, el crítico e intelectual Gerardo Mosquera, quien también fuera invitado a la Bienal 00: “Los jóvenes están perdiendo el miedo”.