El futuro en manos de las familias cubanas

Lynn Cruz

HAVANA TIMES – Este lunes, en libertad desde su propia cama y convaleciente de la huelga de hambre y sed que lo sacara de la encarcelación injusta, el científico Ariel Ruiz Urquiola llevó a cabo una conferencia para un grupo de artistas y ecologistas.

Compartió un proyecto que tiene como finalidad la recuperación de las poblaciones de la caoba antillana en Cuba, preservando el patrimonio genético de la especie, lo que significa en sí, salvaguardar su diversidad.

Ese proyecto, que inició Ariel con un ingeniero forestal de Viñales, incluye la posibilidad de una maestría y doctorado en ciencias de la vida.

Básicamente pretende lanzar una campaña que llegue a la familia cubana, con el objetivo de generar conciencia medio ambiental en la población, pero, fundamentalmente, abaratar lo que significaría una empresa de considerable inversión.

En esta fase preparativa, se irá informando todo lo relacionado a la metodología de trabajo. En principio, los cubanos y cubanas que desean participar deberán estar listos en los meses de marzo a mayo de 2019, época de florecimiento de la caoba antillana.

Se trata no solo de la recogida de semillas, sino de localizar a los árboles. Quien cuente con GPS en sus teléfonos móviles, podrá facilitar las coordenadas del lugar donde recogió los frutos. La otra manera es simplemente brindar la dirección exacta para poder ubicar a las progenitores.

Como iniciativa, también, a los árboles que germinen se les puede poner el nombre o apellidos de quienes recolectaron sus semillas.

Enlazado con el Instituto Humboldt en Alemania, Ariel tomaría las muestras de semillas para analizar sus ADN, y poder continuar con el vivero inteligente de caoba que ya comenzó en su finca de Pinar del Río.

Luego los campesinos deberán sembrar en sus parcelas las posturas, para lograr expandir nuevamente la especie por toda la Isla y llenar a la atmósfera de polen, expresaba con pasión el biólogo.

Deberá ser un polen heterogéneo para no perder la diversidad genética de la caoba. Mientras sea disímil el viento lo podrá regar por todas partes, incluso a kilómetros de distancia.

Se planea realizar una página web que contenga toda la información necesaria, para generar una responsabilidad cívica. La idea es que los campesinos siembren no solo las que se puedan cortar y destinar a la explotación forestal, sino también las que se deban preservar, así como transmitirles a sus familiares la importancia de salvaguardarlas.

Las revistas que han publicado sobre la caoba cubana son asiáticas. Eso tiene que ver con el hecho de que en la década de los 50 muchos países de África y Asia compraron en Cuba semillas de la caoba antillana. Hoy son los únicos que tienen tráfico internacional de la especie, pues con poco dinero y mucha paciencia cultivaron nuestras semillas, refirió el científico.

Ariel afirma que, si se logra elevar el número de individuos, o sea, la densidad de esa especie en la naturaleza, contribuirá a una diversificación y al incremento de poblaciones naturales en el país, que al final fue el principal emisor de semillas y de madera al mundo, porque las mayores poblaciones se encontraban en Cuba.