Crónica de una expulsión no anunciada

Lynn Cruz

Lynn Cruz

HAVANA TIMES – Hace dieciséis años colaboro como actriz en la Escuela de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV).

Como suele pasar, los profesores tanto cubanos como extranjeros cuando conectan con algunos actores, siempre los solicitan cada vez que realizan sus talleres, donde median intereses meramente creativos, como parte de una dinámica que trasciende cualquier tipo de ideología, credo o filiación política.

Tambien lea: Crónica de un viaje tras una expulsión

Así me sucedió con la directora y actriz argentina Norma Angeleri, con quien trabajaba desde hace seis años en un taller de dirección de actores.

Hace poco tiempo me entere de un profesor cubano a quien expulsaron de la catedra de documentales a donde perteneció por doce años, y quien no ha hecho publica la noticia, por estar esperando una respuesta de Fernando Rojas, viceministro de cultura.

Rojas y Susana Molina la actual directora de la EICTV, decidieron expulsarlo por considerarlo: “políticamente incorrecto”

Este hecho nunca habría tenido lugar cuando la escuela era una Organización No Gubernamental, por supuesto. Ahora en manos de comisarios políticos, sujetos inescrupulosos y con luz verde para pisotear a cualquiera que amenace el débil discurso oficial, no existe ningún tipo de voluntad por preservar el prestigio de la escuela.

Este lunes 19 de marzo en la tarde, una amiga actriz me aviso que el miércoles 21 sería el casting para el taller de Angeleri. La noticia me tomó por sorpresa pues la semana anterior yo había estado trabajando en unos ejercicios para las tesis de los estudiantes de dirección del curso regular. Estaba segura de que me llamarían al taller de Angeleri, pero al parecer yo también pase a la categoría de: “políticamente incorrecta” solo que como soy actriz, no se tomaron el trabajo ni de comunicármelo, pues ellos creyeron que todo quedaría en el plano de la suposición.

Inmediatamente llamé al productor Rafael Acosta, a quien conozco desde que comencé a trabajar en la escuela, y luego de insistirle más de una vez, finalmente me respondió. Yo realmente necesitaba el teléfono de Arley Perera, quien es el encargado de llamar a los actores, pero Acosta respondió que no tenía su número y ante mis preguntas sobre el casting confirmó que en efecto yo no estaba incluida en la lista.

Entonces decidí hablar personalmente con Angeleri para salir de todas las dudas, pues ella me había escrito un correo donde me decía: ¡Querida nos vemos pronto! Cuando la contacté ella no salía de su asombro, dijo que le preguntó a Perera si yo iba a asistir al casting, y que le respondió con torpeza: No sé, después te cuento. Eran más de las siete de la noche cuando hablamos, ya Perera se había marchado a su casa, y Angeleri me sugirió que llamara a Orietta Roque, coordinadora de Altos Estudios desde donde se organiza el taller, para asegurarnos de que no se trataba de un malentendido.

Roque me dijo que conmigo no había ningún problema, que esa era una decisión de los productores y que ella no podía influir en esa determinación. Tuvimos un careo telefónico, y finalmente concluyó en que yo no podría asistir al casting.

Nada de lo que argumentó Roque es cierto, pues en primer lugar su esposo Gerardo Chijona, quien también imparte un taller dentro de ese mismo programa, no permite que los productores le organicen su casting, él como la mayoría, lleva a su propio elenco.

Por otra parte, la injusticia es aún mayor teniendo en cuenta que Angeleri imparte precisamente un taller de casting con escenas complejas desde el punto de vista actoral, con un rigor verdaderamente cinematográfico pues sus alumnos son profesionales del cine, o sea en mi caso asistir al casting no es ni siquiera garantía de la permanencia en el taller, pues es altamente competitivo.

De ese taller también me han salido varias propuestas de trabajos internacionales gracias a esa intensidad.

Al final y frente a lo obvio, solo me quedó pedirle disculpas a Angeleri por la vergüenza de que ella presenciara lo que significa vivir en un país donde no existe el más mínimo respeto hacia la competencia profesional pues lo que se esta decidiendo a mis espaldas no es mi calidad y disciplina como interprete sino cual es mi punto de vista respecto a la situación en que vive el país, sometido a una nueva política de terror. 

No mostraron ningún respeto por Angeleri, pues le mintieron. Los productores junto a Roque han ejecutado mi censura, con excusas evasivas, que solo demuestran la falta de convencimiento personal de los mismos frente a medidas arbitrarias que solo persiguen aislarme de mi gremio.

Articulos recientes:

  • Cancion del Dia
  • Cuba
  • Noticias

Omar Sosa & Yilian Canizares – Canción del día

Los artistas destacados de hoy son Omar Sosa (piano) y Yiian Canizares de Cuba  con…

  • Chile
  • Cuba
  • Mundo
  • Nicaragua
  • Reportajes
  • Segmentos

Los presidentes exguerrilleros en América Latina…

Los que optaron por cambios graduales tuvieron más éxito, mientras que aquellos que eligieron proyectos…

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

15 años de prisión a la joven que transmitió las protestas

Se intenta suicidar en prisión Fray Pascual Claro Valladares al conocer su sentencia, de 10…

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.