Amenaza de muerte

Lynn Cruz

HAVANA TIMES – Aprovechando que recibí un mensaje desde el más allá, me permito, ante la incógnita del remitente, ciertas conjeturas con relación al contenido oculto de esas palabras.

No respondí directamente, pues esas señales provienen de un poder mayor, que evidentemente percibe una amenaza en lo que escribo, de lo contrario no gastaría el tiempo en dedicármelo, especialmente cuando existen problemas mayores en un país en ruinas y con signos cada vez más visibles de un raro capitalismo-estatal- neoliberal. Frente a eso soy una insignificante actriz censurada, pero que escribe en esta columna casi todas las semanas.

[pullquote]Lo que nunca me mostraron mis clases de Historia, fue a relacionar un revolucionario con un mafioso. Este mensaje en mi cuenta de Messenger, parece escrito por un matón de Al Capone.[/pullquote]

Voy a hacer un poco de historia, tratando de hablar el mismo idioma de esta entidad que se declara adversario (a), con amenaza de muerte incluida. Suerte que para mí la vida no vale nada si no puedo expresar lo que siento. Soy muy mala fingiendo.

Tal vez por eso tuve tantos problemas como actriz, dentro de espacios tan tóxicos como las dinámicas dictatoriales que padecí en algunos grupos de teatro, donde terminaba siendo disidente solo por expresar mi descontento cuando algo no me gustaba o no me convencía. Y es que tal como funciona el teatro, marcha el país. Puede también que la escritora que hay en mí pugnaba por salir, pero no me daba cuenta. También he pecado muchas veces de ingenua.

Comencé a publicar en Havana Times, porque Circles Robinson, su editor, dentro de su declaración sobre el sitio manifestó que no recibe fondos de ninguna fundación estadounidense, por no estar de acuerdo con la política exterior de ese país.

Claro que en términos de confrontar al poder en Cuba, este no decanta entre los pagados por el Gobierno de EUA y los que no, pero fue lo que más me atrajo, por estar acostumbrada a escuchar y leer todo tipo de ofensas contra los críticos, por recibir dinero del “enemigo”. Esa intimidación, ahora vía Messenger, es la segunda acción visible, después de que me impidieran entrar a la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños en 2018, donde trabajé por 16 años como actriz. Todo desde que escribo para HT.

A la larga me he dado cuenta que el origen del dinero sí marca la diferencia. Me he inclinado más hacia las personas que defienden su independencia tanto en arte, (sigo trabajando como actriz, a pesar de la censura) como en este caso un sitio de noticias, pues creo que es importante entender cuán necesario es la prensa y el arte libres, para que los políticos no se crean soberanos.

Si algo distingue a Havana Times es su imparcialidad. Hay una frase que dice: “Lo políticos mienten para esconder la verdad, y los actores mienten para encontrar la verdad”. Por buscar la autenticidad vale la pena morir, y con mi muerte no pretendo salvar a nadie que no sea a mí misma, pues como leí en un poema: “No quiero ser un barco que añora el mar, y sin embargo teme”. Deseo para mi país un diálogo transparente.

Con gran orgullo hablo de mi preparación en las escuelas cubanas. Aprendí de ética, filosofía, y lo mejor es haber recibido la educación de un hombre iletrado como mi padre, pero alfabetizado por la Revolución, que me transmitió todos los valores de su comunismo de manual. Me hizo ver la importancia de estudiar en la universidad, principalmente por ser mujer, pues hasta luchó por corregir su machismo para ser mejor revolucionario. Eso sí, mi padre, aun amando a la Revolución, a quien él cree que debe su salvación, pone siempre en primer lugar a sus hijos.

 

Ahora bien, lo que nunca me mostraron mis clases de Historia, fue a relacionar un revolucionario con un mafioso. Este mensaje en mi cuenta de Messenger, parece escrito por un matón de Al Capone. 

Entonces no me quedan dudas que quienes me amenazan de muerte, son aquellos que de manera mezquina temen a la suya propia. Sin embargo, no temo, porque en mi caso sí valdrá la pena. Si muero no seré olvidada ni odiada. No se le pueden dar las herramientas a un ser humano, mostrándole el camino del bien, para luego negarle la posibilidad de su propio mejoramiento y el de su sociedad.

Mi única aspiración es hacer valer el concepto que el filósofo cubano Jorge Mañach catalogara como la más hermosa definición de libertad y es la del apóstol José Martí: “Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado y a pensar y hablar sin hipocresía”.