Accidentes en Cuba, caos sistémico

Lynn Cruz

La avenida Línea donde sucedió el mas reciente accidente.

HAVANA TIMES – Hoy a las 10:55 am presencié un accidente en la avenida Línea, cuando un ómnibus tipo rutero, de mediano tamaño, impactó a una mujer de unos cuarenta años.

La señora yacía en el suelo. Inmediatamente apareció una ambulancia; con suerte pasaba un hombre que la asistió también, y era de profesión enfermero, pues yo esperaba a los paramédicos con los aditamentos para neutralizar las distintas partes del cuerpo, y evitar la  manipulación o malas posturas en caso de fracturas de cráneo, pero la verdad solo contaban con una camilla, y además le pidieron ayuda a los hombres que se acercaron al lugar.

El chofer del rutero, un joven que apenas llegaba a sus treinta años, entre nervios afirmaba que él venía bien, pero la mujer se atravesó en el medio y no pudo hacer más que esquivarla. La impactó, al parecer, por una pierna, pues le sangraba. Había testigos, o sea, pasajeros que podían corroborar los hechos.

Yo venía caminando por la acera del frente y mientras me acercaba para asistir a la mujer, me llamaba la atención por qué alguien joven como ella cometería una imprudencia así.

La razón principal es que en la avenida Línea, que tiene dos carriles con un separador en el medio y  en un solo sentido, fue bloqueado uno de ellos, de modo que el otro estaba funcionando en los dos sentidos. Me di cuenta de que había una carrera ciclística y que por esa razón, decidieron vaciar el carril, para garantizar así la seguridad de los participantes.

Probablemente la mujer ni se dio cuenta, y solo miró en un sentido, por ello no se percató de que venía un ómnibus desde la dirección contraria al sentido de circulación en ese carril de la avenida Línea.

En menos de un mes, accidentes de este tipo me rondan. Sucedió en Matanzas, que en enero pasado, una gran amiga fue impactada por dos ómnibus de marca TRANSTUR, mientras trataba de cruzar otra avenida. Desafortunadamente perdió la vida, y los choferes están en la cárcel.

A finales de 2018, la ruta 21 de ómnibus urbanos, cuyo destino es el reparto 2 de Diciembre, ubicado en la localidad de Gelpi, también en la provincia de Matanzas, impactó a una niña que cayó en el medio de la calle, desde la bicicleta de su abuelo, por no existir una zona destinada a los ciclistas. Los errores en la vía se pagan con vidas humanas. Solamente el año 2018 dejó un saldo de 683 muertos y 7.730 lesionados en todo el país.

Llama la atención, también, que en los últimos años ha aumentado el número de vehículos. Es cierto que se han agregado semáforos con pasos peatonales, pero no resultan suficientes.

El peligro principal al que se enfrentan hoy los peatones es a la falta de seguridad para atravesar las grandes avenidas. No puede continuar creciendo el número de automóviles sin que se garanticen las medidas de seguridad, como la construcción también de puentes peatonales y señales que recuerden los lugares donde han muerto personas.

La improvisación, la falta de planificación física durante el crecimiento de los barrios sin un trazado urbanístico que sostenga un tráfico constante, ni de vehículos pesados, la desidia, son otras de las posibles causas de los ejemplos mencionados.

A quién culpar hoy en este accidente que presencié, ¿a la mujer que cruzaba por una calle de un solo sentido, convertida en doble sentido sin ninguna señalización ni advertencia? ¿Al chofer del autobús que venía a una velocidad normal? ¿A los organizadores del evento de ciclismo? ¿Al Ministerio del Interior que se encarga también del tránsito? ¿Al Ministerio de la Construcción por la mala planificación física?

Los tres casos que mencioné tienen algo en común, a pesar de haber ocurrido en lugares distintos. Dos trataban de cruzar una avenida con escasos y lejanos pasos peatonales, y una viajaba por una calle, devenida en avenida por el crecimiento acelerado de un barrio que no cuenta ni con aceras, ni zonas para ciclistas.

Lynn Cruz

No es el arte el que imita a la vida, es la vida la que imita al arte”, dijo Oscar Wilde. Y es que el arte siempre va un paso más adelante. Soy actriz y escritora. Para mí el arte, en especial la escritura, es un modo de exorcizar los demonios. Es algo íntimo. Sin embargo, decidí escribir periodismo porque me di cuenta de que yo no existía. En Cuba sólo tienen derecho a expresarse públicamente, las personas autorizadas por el gobierno. Havana Times constituye un ejemplo de convivencia dentro de una democracia y puesto que me considero demócrata, mi sueño es integrar la filosofía de este diario a la realidad de mi país.

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3 thoughts on “Accidentes en Cuba, caos sistémico

  • Las señalizaciones son impotantes para los peatones y los choferes. Por la calle 3ra de Miramar cerca de donde vivo casi ningun chofer respeta la señal Ceda el paso, ellos toman la delantera y el peatón debe
    esperar que pasen. No hay respeto. También he visto que por malecón muchas veces se llevan la luz roja y la amarilla, por lo que el peatón puede ser atropellado con una muerte segura por la velocidad de los autos en esta avenida. Al chofer le caeran unos años de cárcel, pero al muerto nadie lo puede revivir.

  • Lynn, coincido contigo en lo que explicas sobre el rediseño urbano de avenidas y pasos peatonales.., las señalizaciones en eventos deportivos…todo es cierto…pero en muchos casos la imprudencia es la causa fatal del accidente…he visto jóvenes cruzar la calle sin apenas mirar, con audífonos en sus oídos…la acción rápida del chofer ha evitado el accidente..y el otro apenas se ha dado cuenta…son muchos los factores…choferes que se llevan la luz, otros que quieren adelantarse y cruzan la senda..competencias de autos…pero todo esto al final provoca accidentes en la que la mayoría de las veces, la víctima es un transeúnte o un chofer que va haciendo lo correcto…

  • En el caso de esta mujer, no venía ni con audífonos ni nada que le impidiera estar atenta. Estoy convencida de que solo miró en el sentido habitual de circulación de ese lado de la avenida que es hacia la derecha. El ómnibus venía desde la izquierda, desde donde habitualmente no vienen autos. Insisto, cuando hay tantos accidentes de esa manera, el sistema tiene que revisarse. Fuera de Cuba he visto bicicletas encadenadas a los árboles con señales que dicen: “En este lugar murió un ciclista”. Sino se toman medidas de este tipo el peatón en Cuba lejos de ser lo primero, seguirá siendo lo último en la vía.

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