La doble moral del CENESEX y su directora Mariela Castro Espín (Video)

Luis Rondón Paz

HAVANA TIMES – La respuesta de Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual en La Habana, antes y después de los sucesos del pasado 11 de mayo en la capital cubana, ha significado una gran decepción para muchos seguidores que la admiraban como voz líder de los derechos de la comunidad LGBT+.

Teniendo en cuenta que tras transcurrir más de 10 años desde que comenzaron las marchas contra la homofobia en Cuba, el contexto político que vive el país, y su retroceso con la eliminación del matrimonio gay como propuesta para la nueva Constitución de Cuba ha demostrado una vez más el carácter homofóbico del régimen cubano. Igualmente, Mariela Castro ha quedado como su principal cómplice al dar la orden de suspender el único día del año que las personas no heterosexuales pueden denunciar en público los derechos que durante más de seis décadas han sido arrebatados al colectivo de la diversidad sexual isleño.

Y lo más patético es que, en mi opinión, la doctora Espín, en un acto de desesperación, por no tener el control de lo que aconteció en La Habana el pasado sábado 11 de mayo, haya culpado al iImperialismo yanqui de haber orquestado un show.

 

 ¿De cuál show estamos hablando?

Pregunto, cuando el show mayor lo ha armado el Cenesex bajo su dirección en complicidad con la dictadura cubana, quienes por una década han pretendido vender el país al mundo como un paraíso gay, el lugar perfecto para cualquier extranjero que visita a Cuba, para abusar de sus residentes y disfrutar de lo que muy pocos podían acceder hasta hace unos pocos años.

Las imágenes de la represión policial, las desapariciones y la abierta homofobia del Gobierno cubano están dando la vuelta al mundo entero. ¡Cuba nunca fue y no es libre!, y temo de que no lo será por un buen tiempo.

Solo queda desearles suerte a mis compatriotas cubanos, yo desde el exilio les brindo mi apoyo. Y espero que a partir de lo sucedido el pasado sábado 11 de Mayo de 2019, los países del primer mundo piensen dos veces invitar a sus eventos LGBT+ a funcionarios como Mariela, un ser que ha posicionado su imagen “de salvadora de los GAYS” sin sentir ni vivir como persona LGBT+, ya que ella no es Lesbiana, ni Gay y mucho menos Bisexual!.

Como hombre queer, y quien tuvo la oportunidad de conocerle de cerca; ella no ha sido más que una oportunista más dentro del régimen castrista, y se ha valido de un apellido con su poder simbólico para usar el sufrimiento de la comunidad LGBT+ a su favor.

Esto está muy en sintonía con la estrategia que utiliza dictadura militar para controlar la sociedad cubana, en especial la sexodiversa, la cual en los años 60 fue considerada una amenaza potencial para la Revolución, metodología utilizada cuando se fundaron las UMAP ^[1], lo cual descubre en esencia que ese método de inteligencia continúa vigente en la Isla, por supuesto, con un matiz solapado que acopla con la imagen de país líder en derechos humanos y democracia ofrecida a la comunidad internacional.

Hoy, el mundo entero ha visto que la doble moral de Mariela Castro y sus compinches del régimen han sido expuestos, y que siempre se han mantenido firmes a los principios comunistas heredados de las dictaduras europeas. Sospecho que por décadas han priorizado mantener adoctrinado al colectivo LGBTQ+, y hacerles creer a ellos y a los países del primer mundo que sí se ha progresado, y que con su dirección se continuará avanzando “sin prisa, pero sin pausa” en torno a los derechos humanos en el colectivo diverso en la Isla.

Cuando en realidad se ha venido simulando todo este tiempo una gran mentira. La cual el pasado 11 de mayo fue descubierta ante el mundo entero.

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^[1] Campo de trabajo obligatorio implementado en Cuba durante los años 60, conocida como” Unidad Militar de Ayuda a la Producción”