El chiste del día

Luis Rondón Paz

HAVANA TIMES — El pasado jueves, a las 3 de la tarde alguien tocó la puerta de mi casa. ¿Quién será a esta hora?, me pregunté intrigado, pues no acostumbro a recibir visitas a esa hora de la tarde. Cuando me acerqué a la puerta, escuché que uno de los sujetos estaba mencionando mi nombre desde otro lado.

Por breves segundos muchas ideas irracionales pasaron por mi cabeza, pero eso no impidió que abriera la puerta para saciar mi curiosidad y enfrentar a esos desconocidos que hablaban de mí.

“Buenas tardes, ¿aquí vive Luis Rondón Paz?”

“Sí, usted está hablando con él.”

“Nosotros somos de una brigada de Aguas de La Habana y vinimos para ejecutar la solicitud que usted hizo para la instalación de una acometida.”

No pude creer lo que estaba escuchando. Hace varios meses que tengo agua en mi casa gracias a varios años de activismo duro en la comunidad veguera. Pero el precio fue alto, muy alto, ¿de dónde salieron estos sujetos? dije para mi interior mientras prestaba atención a la explicación de uno de los técnicos de la brigada.

“Hace cinco años hice la solicitud de la instalación,  y aproximadamente más de tres meses que tengo el servicio independiente habilitado en mi casa”,  le dije señalando la marca del concreto en la calle y la acera en la puerta de mi casa”.  (Sin embargo, como señalé en  mi último diario, tener la instalación no garantiza que corre agua.)

“¿Usted hizo el contrato y todo con la empresa?”

“Sí lo hice, de lo contrario no tendría la instalación hecha, lo que me llama la atención es cómo ustedes, que son de la misma empresa, desconozcan que hace tiempo la orden de instalación para la acometida fue ejecutada”.

“Lo que pasa es que nosotros atendíamos otras áreas en La Habana y la Empresa Aguas del Sur no tenía que ver con nuestro trabajo. Entonces, cuando se hizo la centralización y  Aguas del Sur pasó para Aguas de La Habana, a nosotros nos encargaron darle seguimiento a los expedientes de Santiago de Las Vegas y atender todos los pedidos,” dijo mostrándome un documento donde evidentemente estaba mi solicitud con la orden aprobada para ser instalada mi acometida por segunda vez, la cual, según el papel que me mostró, no estaba hecha.

Como le dije, ya tengo la entrada de agua independiente en mi casa, pero hay muchas personas aquí en el pueblo sin la instalación de la acometida, le respondí.

Cuando despedí a los técnicos me dio un ataque de risa, que la verdad no sé cómo pude contenerme mientras atendía a los personajes de la empresa del agua. ¡Definitivamente este es el chiste del día!, pensé confirmando algo que hace varios años sé; definitivamente este país no tiene solución.

Con relación al agua, comenté en mi último diario que aunque tengo la instalación no llega por falta de presión y mencioné la solución que tuve que buscar.