Piedras contra tanques

Luis Miguel del Bahia

HAVANA TIMES — En el contexto de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, casi todo estaba justificado. La geopolítica de Europa estaba por definirse, así las de África y Asia. Tanto la URSS como EEUU hacían lo que tenían que hacer para engrosar sus filas.

Entonces llegó el 91 y el tratado de Belovesh dando así por concluida una era. Se extendió el capitalismo por el mundo y todos fuimos aliados, salvo dos o tres naciones.

Hasta ese momento EEUU representaba el liderazgo occidental y el portador de democracia y libertades cívicas por todo el ancho mundo. Ahora, cada vez más rápido, a la gente se le está cayendo la venda y la imagen de este se deteriora a prisa.

Del 91 en adelante han intervenido en países que no representan ningún peligro para el archipotente bloque occidental, todo esto sin consentimiento de la ONU -a la que invocan a conveniencia- y sin un eje del mal acechando.

Cuando invadieron Irak el ex-presidente español Jose Maria Aznar explicaba al pueblo la necesidad de apoyar la OTAN por el pretexto de bombas nucleares en la vieja Mesopotamia. Años más tarde reconocería él mismo que no había tales armas.

Hoy, el falso premio Nobel de la Paz dice no tener pruebas del uso de armas químicas por parte del ejército Sirio, sin embargo, está decidido a mandar los BOTS. Al parecer, como en Japón en el 45, se quiere probar el nuevo juguete en un escenario real.

El tirano Muamar al Gadafi estuvo 40 años en el poder; algunas rebeliones tuvo que aplastar, pero en esta última fue cuando occidente se dio cuenta de que era un dictador. Ahora a Siria le espera un destino peor: el ejército estadounidense delante de una pantalla jugando a matar gente.

En Egipto los uniformados sí están disparando a civiles con munición real y desalojando las plazas públicas. Pero cuando se trata de fortalecer la posición de Israel y la propia en la región no hablan de tiranía ni de abuso de la fuerza. Entonces los dejan solitos resolver sus problemas.

Yo también quiero occidentalizar Oriente Medio, pero esta no avanza a cabo a golpe de bombas. Cuando se disipe el humo y las sombras de los drones en el cielo, se abren las mezquitas.