¡Peligro, derrumbe!

Por Lien Estrada

HAVANA TIMES – En medio de una de mis fuertes crisis existenciales, un amigo pastor de la iglesia episcopal de Las Tunas, me recomendó que pidiera ayuda a una hermana monja de la iglesia católica apostólica romana que residía en Camagüey. Cerca del parque Agramonte, allí estaba su orden.

Ella era doctora en pedagogía, entre otras formaciones, y tenía un recorrido admirable como líder en su fe. Mi amigo me facilitó la dirección y me encaminé a aquel lugar. Llegué a una casa majestuosa en el centro de la ciudad de Camaguey a pocas cuadras del parque Agramonte. Me recibió con amabilidad y con esa delicadeza que caracteriza este pueblo religioso me respondió que no podía ser mi guía espiritual.

Nos despedíamos ya en la puerta cuando me comentó: «Pero déjeme decirle algo que le sirva para la vida. Si ve que este techo se va a derrumbar, ¿qué haría usted? Correr, dije yo. Pues así cada vez que vea el peligro frente a frente. No empiece a filosofar, a preguntarse si esto o aquello…si puede, corra».

Esto fue lo que me quedó en el alma de la única conversación que tuvimos. Muy breve, suficiente para mí como para que no lo olvidase. Ahora lo recuerdo, y entiendo un poco lo que sucede a mi alrededor, en mi país, en estos tiempos. Donde todo el mundo se apresura a escapar del lugar donde nació. De la nación que se desbarata. Y si continuamos tal como está sucediendo con el éxodo masivo, este país tiende a convertirse en un país fantasma. Una identidad disuelta en la nada por tanta obcecación humana. Sin olvidar que este tema preocupante no es nuevo y ya ha sido reflejado en más de una ocasión en los medios audiovisuales y demás espacios de reflexión.

Cuando ves tantas familias vendiendo sus casas con todo adentro, que es una de las formas más desoladoras de quemar las naves. Cuando se estudia no para ejercer la carrera, sino para llegar con una profesión a la otra orilla. Cuando solo se escucha hablar de cómo salir de la Isla si con carta de invitación, programas de estudio, contrato de trabajo, casándose con un extranjero, bombo o las nuevas vías que crea los Estados Unidos. Y solo está quedando un gobierno que solo piensa en la sobrevivencia de una ideología que ha creado su casta de privilegiados, intocables por lo demás, pues no deja de sobresaltar a cualquiera.

En una tierra así el colapso es evidente. No ya crisis. Estamos apreciando un colapso total. La fuga que enfrenta la Isla frente al derrumbe es eminente, porque no se está hablando solo de un capital financiero, se habla del humano, y de toda clase. Aunque todos y todas tengan cierta responsabilidad en el desastre actual, que no es tan actual, no se debe juzgar las actitudes de marcharse definitivamente. Y sobre lo que me enseñara un día la hermana católica apostólica aplica a todos los seres humanos ayer y hoy. Las que estamos experimentando el derrumbe lo sabemos.

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Lien Estrada

Soy amante de los animales. Me entusiasma un buen libro, una buena película o una buena conversación. No dejo de lamentar el que no me guste estudiar las ciencias exactas. Me alegra haber leido a Krishnamurti desde muy joven. Mi tradición es la cristiana, pero me fascinan todas las religiones, principalmente las de Oriente. El mar es ese otro mundo que considero cautivante.