Hagamos una casa para vivirla

Por Lien Estrada

HAVANA TIMES – Hacer cualquier cosa en Cuba puede llegar a ser muy complejo, pero hacer una casa, es algo hercúleo, titánico. Además de los materiales que siempre fueron muy caros para quienes solo contaban con sus salarios modestos. La mano de obra es más cara que esos materiales de construcción. Hay que sumar las informalidades de los constructores, muy común entre cubanos. Porque si allá pagan más, allá se van sin explicaciones, y te dejan en banda. Y en el proceso, el desgaste emocional es mayor que los dos factores anteriormente citados.

Hay que lidiar con todos estos trabajadores, los maestros y sus ayudantes: albañiles, electricistas, plomeros, carpinteros, cerrajeros…buenos y malos. Hacer una casa no es solo una cuestión de dinero, es de voluntad, valentía y todo esto con: si Dios quiere, en Cuba. Por esto, cuando vimos que era un joven bailarín el que había comprado la placa de la vecina de al lado, lo admiramos. El muchacho hizo la casa típica del barrio: los cuartos a un lado, dos o tres, no sé. Y del lado donde está la puerta del frente: sala, comedor, cocina. Su tanque de agua en altos, mira que eso hay que priorizarlo porque agua en esta zona casi nunca hay.

Su portal, con sus plantitas de lo más agradable. Escaleras a su placa. Cercadito el portal, su terraza, cercadita también con esas piezas de mampostería que son muy caras. Antes lo eran. Ahora lo son mucho más. Y techada con zinc, con otro tanque de agua, está vez de plástico. Tiene su revestimiento por dentro y por fuera de gordo, como decimos, y fino. Solo falta pintarla para decir, está terminado. Caramba!, mi vecino es un león. ¡Tan joven! ¡Tan emprendedor!

Tiene esposa, y dos pequeñitos, y también le ayuda su mamá. Esta señora es seria y educada, estudió en Europa, por aquellos años en que muchas estudiantes fueron a formarse en Europa del este. Son buenas personas, y me alegré de tenerlos al lado.

Pues bien, me entero con mi mamá que se han marchado todos para Brasil, menos la madre. ¿Todos? No pensé en ellos, pensé en la casa. En lo que cuesta hacer una casa. Hacer una casa para no vivirla.

Creo que Cuba es algo así. Y me llega la idea de que en Cuba se quiso hacer un país tan extraordinario, que se convirtió en una tierra donde a duras penas se puede vivir. Mejor dicho, no se puede vivir, pero los que quedamos no podemos huir por el momento.

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