¿Cine independiente en Cuba?

Loma de la Cruz en Holguin, Cuba. Foto: holguincuba.net

Por Lien Estrada

HAVANA TIMES – Bajaba las escalinatas de la Loma de la Cruz en una de mis caminatas matutinas y me llamó mucho la atención un cartel puesto en la puerta del frente del centro cultural «La casa del cuento». Decido acercarme con el celular y tomar una foto. Cuando doy la vuelta para seguir mi camino  frente a mí estaba una pareja de policías. Un hombre y una mujer. Saludé. Querían saber por qué quería yo hacer aquella foto. Pidieron mi identificación. Se las di. Expresé mis razones. Me dejaron seguir.

La segunda vez que me procuraron por el mismo motivo fue en el parque San José. Después de pedirles permiso, les estaba tomando una foto a unos amigos, que sufren indigencia y alcoholismo, estaban sentados en el suelo, cerca de la iglesia. Cuando me percato, igual que la otra vez,  una pareja de policías, una mujer y un hombre, pidiéndome documentación. Quisieron saber qué llevaba en mi bolso, además de por qué tomaba la foto. Después de comunicarse la mujer por su radio con mi carnet en sus manos, me permitieron continuar.

La tercera ocasión fue cuando observé una cola enorme en la farmacia de la calle Maceo, esquina Aricochea. Yo venía por el parque de las Flores, y tomé la foto. No había doblado la esquina cuando me detuvo un policía en su moto con sus botas altas y uniforme bien azul.

No me pidió ninguna documentación en este viaje, pero no faltaron las preguntas: Si era periodista y por qué tomaba la foto. Le respondí. No hubo mayor trascendencia en el asunto. Pero de que podía conflictuarme, podía. En esta clase de sistema muchos aspectos llegan a ser delicados políticamente, aunque no lo parezcan.

¿Quién puede, me pregunto, con estas experiencias mías al tomar fotos en la calle, hablarme de cine independiente en Cuba? Resulta que veo un programa en la televisión cubana sobre audiovisuales en el país, y hablan sobre un proyecto independiente sobre esto de jóvenes creadores en Nuevitas, Camagüey.

Yo no lo pude creer! Si a mí me paran por una foto, pues no quiero saber qué sucedería si estuviera grabando. Pero en algún momento la presentadora declara en el programa televisivo que este trabajo que se realiza en el medio audiovisual es apoyado por la Asociación de los Hermanos Sainz (AHS), institución creada por el gobierno. La aclaración disipó mis dudas. Porque independiente como tal, realmente, medios de comunicación y producciones audiovisuales, en este país no se permite.

Obvio, las circunstancias pueden cambiar. Y que haya vivido lo narrado, no significa que siempre vaya a ser así. Pero en una nación donde a la libre expresión se le considere peligro o amenaza por parte del gobierno, hasta llegar a penalizarlo en sus decretos, le está vedado su desarrollo en muchos aspectos. Como por ejemplo, en el arte. Para que este sea auténtico, vigoroso, necesita esto que llamamos libertad.

Aquí no existen los atajos. El mismo espíritu creador lo demanda. De lo contrario, se estará construyendo algo que se le parezca para legitimar al poder, por ejemplo, y se estará divulgando la buena noticia de que también, junto al resto del mundo, se hace algún aporte. Pero cuidado, «todo lo que suena italiano no es italiano».

La historia se encargará en mostrar si ciertamente se lograba o no. Como siempre lo ha hecho con esa veracidad que muchas veces solo se consigue en el decursar del tiempo.

Lea más aquí del diario de Lien Estrada.