La Catedral del Helado

Daisy Valera

Esperando para entrar en Coppelia
Esperando para entrar en Coppelia

Coppelia es la heladería más famosa de La Habana, porque es grande y oferta casi diariamente helado.

Todavía la hace más famosa el hecho de que en el resto del país conseguir helado en una instalación como esta (a moneda nacional) es un suceso rarísimo.

Para gran parte del resto del país queda la opción del pote de helado a 1,25 CUC, está de más decir que comer helado en las provincias es verdaderamente un sacrificio.

A pesar de todo esto, Coppelia no logra satisfacer las necesidades ni siquiera de la población habanera, siempre las colas para entrar son inmensas, y en ellas prevalece la incertidumbre de si podrán tomar helado.

Que te digan que no vas a tomar helado después de pasarte una hora bajo el sol es una cosa seria. Así que en estas colas hay constantes discusiones para ver quien entra primero.

Pero para mí lo más interesante de la cola son las vendedoras de galletas y dulces que caminan alrededor de esta para vender su producto.

Estas tienen gran aceptación porque dentro de la heladería, en muy pocas ocasiones ofertan dulces.

Pero estas vendedoras son expulsadas rápidamente por la policía, para gran descontento de las personas que esperan para entrar, a nadie le parece lógica semejante situación.

Yo tampoco puedo entender como un grupo de personas se la ingenian para elaborar y suministrar dulces a la extensa cola del Coopelia, y no existe una empresa estatal que evidentemente debe tener más recursos, que provea a esta heladería de dulces.

Además el hecho de expulsar a estas vendedoras que no están haciendo más que ganarse la vida.

Acaso mejor no sería contactarlas y hacer de ellas trabajadoras, que no tengan ya que depender de su suerte sino que tengan un trabajo fijo cuyo contenido sea la elaboración de dulces.

Evidentemente nada de esto sucede, por tanto, aquí seguimos: sin dulces en el Coppelia y viendo desmoralizar a personas que en lugar de ser delincuentes son simples trabajadoras.