Carnavaleando en la Habana
Kelly Knaub
A principios de esta semana descubrí la compañía de danza de Alexis Matos Carnavaleando, que se encuentra en la esquina de Jovellar y calle N en el Vedado. Cualquier día de la semana se puede escuchar la salsa cubana que resuena por las ventanas del estudio.
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La agrupación ofrece clases de baile, interpretación y una colorida representación de la cultura habanera a través de sus vestuarios.
El director artístico, Alexis Matos, me dijo que la inspiración para crear este grupo le llegó después de visitar el carnaval brasileño de Rio de Janeiro de 1999.
“Esta visita a Rio me dio la idea de hacer cosas aquí en Cuba”, dijo Matos. “Yo quería hacer algo con mi cultura usando las ideas de esas cosas gigantescas”.
Entonces en el 2002 creó el Carnavaleando de Alexis Matos, que tiene ahora 35 bailarines, dos productores, y un diseñador de vestuario. Matos comenzó colocando la compañía completa en la Casa Comunal de la Timba cerca de Plaza de la Revolución. Allí encontró bailarines del barrio Plaza y de Centro Habana, hoy en día sus artistas provienen de diferentes barrios de todas las partes de la ciudad.
Ellos actúan en presentaciones carnavalescas, cabaret, espectáculos infantiles en las comunidades habaneras. Ha participado también en los carnavales de Pinar del Rio, Cienfuegos, San José de las Lejas, Holguín, Artemisa; y fuera de Cuba en los de Brasil, República Dominicana y Colombia.
Han recibido diferentes premios y reconocimientos por mejor coreografía, diseño de vestuario y dirección artística.
A mí me llamo la atención, particularmente, sus vibrantes vestuarios que expresan su rica cultura citadina. Algunos trajes se adornan con gigantes vitrales –cristal de ventanas pintadas- como los que se ven en las casas coloniales en toda la Habana Vieja.
Estas ventanas, conocidas también como “mediopuntos” se hicieron populares en la Habana en el siglo XIX. Igualmente usan Coloridos pavos reales, que según Matos se ven en los patios de la Habana Vieja; otros están decorados con gigantes mariposas, en honor a la flor nacional cubana: la flor mariposa.
Frank Pozo Díaz, quien ha estado enseñando con la compañía durante varios meses, dijo que son como una gran familia. “Nos ayudamos unos a otros en todo”, dijo él.
Díaz dijo también que Carnavaleando es “una forma de disfrutar, de divertirse, de enseñar la cultura de nuestro país y de transmitir nuestras tradiciones”.
El grupo fue lo suficientemente amable como para vestirse y posar algunas fotos para Havana Times.
Fue un lindo reportaje donde se describen los principales objetivos de Carnavaleando y algo de su vasta trayectoria. Gracias