¿Volver o no volver a Cuba?

Katherine Pérez Domínguez

HAVANA TIMES — Cada día miles de individuos se desplazan, voluntaria o forzosamente, a través del planeta. A pesar de nuestra lamentable costumbre de pensarnos el centro del universo, la emigración no es un tema cubano -aunque nos haya y nos esté afectando de forma bastante intensa-, sino más bien una problemática que involucra a millones de habitantes en todo el mundo.

En muchos países las personas viven allá donde encuentran trabajo, el amor o ambas cosas -por solo hablar de la emigración voluntaria-, sin que ese espacio tenga que coincidir necesariamente con el lugar de nacimiento.

Los estadounidenses, por ejemplo, suelen estudiar en universidades alejadas de casa. La vida laboral tan cambiante y los lógicos deseos de prosperar los llevan también a desplazarse constantemente entre los estados.

La Vieja Europa, con su zona Schengen y sus empresas globalizadas, constituye otro gran campo de movimiento. Demás está decir, sin embargo, que nadie definiría como emigrante a un estadounidense o a un europeo residente fuera de su ciudad natal. Ese término suele utilizarse, fundamentalmente, en el caso de las personas provenientes de naciones pobres que se establecen en países más desarrollados. Hablamos, sobre todo, de europeos del este, latinoamericanos, asiáticos o africanos.

En Madrid, una ciudad cosmopolita, es bastante habitual contar en tu círculo de amistades o conocidos con otros europeos, latinoamericanos o personas del norte de África. Si como en mi caso has residido allí por 10 años, no es difícil entrar en contacto con italianos, franceses, rumanos, argentinos, ecuatorianos, venezolanos, marroquíes y otras nacionalidades.

Los encuentras en la universidad, en los diferentes trabajos, pueden ser tus vecinos, tus médicos, tus plomeros habituales. Otro tanto ocurre en ciudades estadounidenses como Miami o New York. Todos y cada uno tienen su propia historia, porque si algo aprendes viajando y conociendo a personas de cualquier parte del mundo es que existen tantas razones para emigrar como personas. Y todas, absolutamente todas, son válidas.

Para unos es la política, para otros el amor, para un gran número es la búsqueda de un futuro mejor. Muchos hasta corren grandes riesgos al emprender el camino. Bien lo saben los centroamericanos en su ascenso constante hacia el norte, los miles de africanos que cada año dejan su vida en ese gran cementerio que es el mar Mediterráneo o los propios cubanos, que aún hoy siguen jugándose su vida en el Atlántico.

Al final del camino las posibilidades son infinitas, para bien y para mal. Muchos consiguen la tan anhelada prosperidad económica, otros tranquilidad y seguridad, algunos encuentran la felicidad. ¿Qué pasa, sin embargo, con aquellos que no consiguen estos objetivos o simplemente no pueden adaptarse a su nuevo lugar de residencia? La respuesta, para muchos de mis amigos extranjeros en Madrid, era obvia: seguir en la búsqueda del lugar ideal o sencillamente regresar. Así de simple, sin cuestionamientos, sin dudas existenciales, sin remordimientos. Así de simple, excepto para los cubanos.

Esas puertas que hasta hace muy poco tiempo estuvieron cerradas para todos los cubanos que habían emigrado “ilegalmente”, esa aberración de impedirte el regreso a tu propio país, hoy en día es, por suerte, parte del pasado. La implantación de nuevas leyes migratorias en Cuba, que no por tardías fueron menos bienvenidas, permite, finalmente, que muchos cubanos puedan ejercer el derecho fundamental de vivir en su propio país.

Caídas las barreras oficiales, sin embargo, quedaban en pie otras, quizá no tan perceptibles, pero no menos relevantes. Y es que pareciese que el emigrante cubano tenga que enfrentarse con un estigma constante, con una especie de sensación de fracaso que no solo está relacionada con los sentimientos individuales, sino también, y esta es la parte más lamentable, con el pensamiento de una sociedad cubana que percibe la emigración como el único camino posible hacia el progreso, y el regreso como un absoluto fracaso.

La primera reacción de muchísima gente en Cuba y de los emigrantes cubanos ante una persona que se plantea regresar es, ante todo, la extrañeza. Frases como ¡tú estás loco!, ¿pero qué vas a hacer tú en Cuba?, ¡jamás volverás a acostumbrarte!, no son solo frecuentes, sino también bastante molestas y confusas. Porque si bien las razones para emigrar se dan por sentadas, las razones del regreso son muy pocas veces preguntadas o comprendidas.

Algunos piensan de buena fe que la adaptación al contexto nacional después de años viviendo en otro país es difícil y dolorosa. ¡Y ciertamente lo es! Sin embargo, no es más compleja que ese otro proceso de adaptación que tuvimos que hacer cuando llegamos a nuestros países de acogida.

Sé muy bien, por experiencia propia, que una vez hecho ese recorrido, se puede hacer tantas veces como sea necesario. Pero si bien tenemos que lidiar con los bien intencionados que se preocupan por nuestro bienestar y futuro, las razones de otros para cuestionarse el regreso del emigrante cubano no son tan nobles. He conocido casos terribles, experiencias que resultan duras hasta para ser contadas, todas relacionadas con la visión del que se fue como el sustento esencial de algunas familias en Cuba.

Los de la Isla, como muchos otros, somos gente familiar y preocupada por los parientes que dejamos atrás. Estamos al tanto de los eventos, los cumpleaños, las necesidades. Gastamos ingentes cantidades de dinero en llamadas telefónicas, mensualidades, paquetes, viajes cargados de maletas a precio de oro, renovación de pasaportes y papeles que también pareciesen hechos con metales preciosos.

¿Significa eso que todos somos millonarios, que tenemos trabajos estupendos con sueldos de escándalo, que no hacemos sacrificios para ayudar a nuestras familias de acá? Pues no. Hay quienes tienen dos o más trabajos, que no saben lo que son unas vacaciones más allá del viaje a Cuba, que viven con lo justo, algo que en nuestro país puede parecer un lujo, pero que no es más que eso, lo justo. Algunos pierden sus trabajos, se divorcian, se deprimen. Existen problemáticas de todo tipo.

Y entonces deciden regresar, con razones tan válidas como las que les hicieron irse, y se encuentran con familiares que no quieren perder sus mensualidades porque se han acostumbrado a vivir de ello, personas sanos y fuertes que en vez de trabajar e “inventar”, como decimos en Cuba, se han sentado a esperar que las cosas le caigan del cielo, quiero decir, del extranjero. Amigos que lo eran solo para beber de las cervezas que compraba el emigrante en sus viajes a la Patria. Gente interesada no en las personas, sino simplemente en el dinero.

¡Es triste!, pero quiero creer que son solo casos aislados, quiero pensar que seguimos siendo un país familiar, amigable, y que acogeremos a todos los que decidan regresar sin cuestionarnos sus razones, sino apoyándolos y ayudándoles en ese paso decisivo.

Katherine Perez

Katherine Pérez: Ciudadana del mundo, amante de los libros, los viajes y el arte. De regreso a mi isla después de mucho tiempo. Compartir y vivir en paz son mis máximos objetivos en la vida y, por supuesto, la felicidad, que no está en ninguna parte, sino en ti mismo y en las personas que quieres. Desde mi nueva base de operaciones, la isla grande que me vio nacer, escribo como forma de exorcizar los demonios.

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30 thoughts on “¿Volver o no volver a Cuba?

  • El último párrafo revela cuánto tiene que aprender todavía Katherine de la actual realidad de Cuba. Por lo que se puede infereir de algunos detalles, ya ha ido chocando con la nueva calidad del “material humano” cubano de la actualidad.

  • Muy acertado el post respecto a la emigracion como fenomeno natural en el mundo. Creo que fue muy superficial cuando califica como superado las violaciones de los derechos humanos del gobierno cubano contra el emigrante cubano:
    “…Esas puertas que hasta hace muy poco tiempo estuvieron cerradas para todos los cubanos que habían emigrado “ilegalmente”, esa aberración de impedirte el regreso a tu propio país, hoy en día es, por suerte, parte del pasado…”

    Katherine, es cierto que aflojaron un poco la aberracion anterior, pero si como dices has vivido fuera de Cuba por 10 años y te relacionaste con emigrantes de otros paises debes saber que:
    1. No existe ley migratoria para los ciudadanos de su propio pais. Todavia eres desterrado de Cuba si te pasas mas de 24 meses en el extranjero. Incluso dentro de Cuba existe una ley migratoria para vivir en la capital que si no la cumples te deportan hacia tu provincia.
    2. Los emigrantes no pierden ni uno solo de sus derechos ciudadanos, especialmente sus derechos politicos.
    3. Ninguno tiene que pedir permiso al gobierno para retornar y mucho menos pagarle un arancel de 100 usd como costo del tramite.
    4. Ninguno tiene que pagar un impuesto por ser emigrante cada 2 años, con la justificacion llamada “prorroga” del pasaporte cubano que es valido por 6 años. Si no pagas este impuesto no te dejan entrar a Cuba ni de turista.

    Me alegro mucho que hayas decidido regresar a vivir en Cuba. El retorno es una decision tan natural como emigrar. No aclaraste su estatus en España pero conozco algunos que han retornado a Cuba pero con la ciudadania o residencia permanente en otro pais por si acaso.

  • Quizás la autoa tuvo la suerte de no tropezarse con las trabas que sí he conocido se le han puesto a algunos que regresaron por no adaptarse a la vida en el extranjero. Allá siempre vas a tener el estigma de haberte ido en algún momento. Aunque te devuelvan la libreta de racionamiento y el carné de identidad vas a seguir siendo el que se fue. dificlmente puedas acceder a ciertos puestos de trabajo. Aquel sistema paranoico ve un enemigo en todo el que tomó un día la decisión de no seguir ansamente y dentro del reañ al Pastor en Jefe. Yo tomé mi decisión de irme sabiendo a lo que me exponía, pero puse todo en una balanza y lo que a mi hjuicio iba a ganar pesó más que lo que reprentaba quedarme. quemé mis aves, no me arrepiento, encont´¿tré la libertad que estaba buscando y de aquí no me arranca nadie. Que me perdonen, pero allá, ni de visita. Y si tengo que pagar el precio exorbitante por un pasaporte cubano, mucho menos.

  • Muy bien escrito el articulo. Coincido mayormente con el.
    Bobo (2), por favor aclarame el punto 3. Los USD 100 son el costo del tramite de repatriacion?
    La prorroga del pasaporte cada 2 years la tienes que pagar igual si vives en Cuba (alli cuesta CUC 20).Ese tramite es a todas vistas, una maquina de hacer dinero. Espero que cambie pronto como han cambiado otras cosas.
    Seguramente ella tiene residencia permanente o probablemente, ciudadania. Seria infantil si no la tiene, nada mas considerando la gran diferencia al llegar a cualquier aeropuerto del mundo y presentar un pasaporte espanol, americano, primer mundista vs el cubano.

  • Javier, si tienes que pagar 100 usd por el permiso para repatriarte a tu pais, y si te lo dan pues el gobierno tiene hasta 3 meses para analizar tu solicitud. No se si te acuerdas del post que se publico aqui en HT donde un señor cubano con ciudadania española que decidio volver a Cuba no podia trabajar porque no tenia los 100 cuc que le exigia emigracion a pesar que estaba en suelo cubano y sin dinero. Una total aberracion de corte fascista o peor pues no se si en la alemania nazi le exigian una autorizacion y dinero a un ciudadano aleman para volver a residir en su pais.

    En los USA la prorroga son alrededor de 200 usd pues el consulado cubano no quiere que vayas a molestarlo personalmente y te “sugiere” que utilices una agencia autorizada de tramitacion de documentos que hay regadas en diferentes estados y que por supuesto por hacerte el tramite te cobran unos dolares mas. En latinoamerica la prorroga de un pasaporte valido por 6 años cuesta 100 usd cada 2 años. Revisa el costo en Autralia que es posible que sea distinto en cada pais. En la practica es un impuesto por ser emigrante y es la verdadera razon por la cual te exigen viajar a Cuba con pasaporte cubano asi tengas doble ciudadania y otro pasaporte oficial.

  • El que regresa se encuentra a todo el mundo tratando de irse. Esos son los mas asombrados por el regreso.

  • yo regresé en el 2010 después de 7 años viviendo entre españa y austria, pasé un via cruxis de casi 2 años para obtener de vuelta mi documentación de ciudadano de mi paós, no sin malos tratos, miradas despectivas, citaciones irrespetuosas y tiempos mal gastados, todo para hacerme sentir no deseado. En fín no es más q otra demostración de la asociación que se ha hecho entre estado y patria, asociación maligna y no surgida por la expontaneadad de las situaciones d ela vida sino por una intención maquiavélica, asociación que está bien arraigada en todos el funcionariado que se relaciona con los temas migratorios. Eso y muy importante, la ENVIDIA q los corroe.

    Por la parte de la experiencia familiar sí es cierto q se pone el grito en el cielo y la propia familia te presiona para q no regreses y el resto de los cubanos no lo comprenden aunque lo puedan aceptar, y es q yo, a estas altura, o lo comprendo muy bien, deberiamos hacer algo así como Retornador Anónimos para superar este trauma y compartir experiencias de metros madrileños y transmetros habaneros.

  • Bueno el post. Yo considero que el regreso es una decisión muy personal, por tanto no cabe criticar al que lo hace, tanto como al que decide nunca más retornar. La actitud de cierta parte de la población cubana hacia el que retorna tiene diversas facetas, desde la posición del asombrado (que ve en la emigración la forma de resolver su situación y salir de la miseria), hasta la posición del acomodado (que ve esfumarse la remesa y, en muchos casos, la “vaciladera”). Como bien dice el post muchos de los que dilapidan el dinerito que sus familiares les envían en “pachangas” y “especulaciones”, no se imaginan (o no les importa) que el “emigrado” se tuvo posiblementre que reventar trabajando para poder enviarle la mesada. Cuba es un pais de personas honradas y trabajadoras, como también lo es de descarados y vividores. También sucede que muchos de los que retornan sacan su cuenta (algo para nada criticable), con un capitalito ahorrado (que en el pais donde reside el “emigrado” es una reverenda mierda), en Cuba puede levantar un negocito y , si se pone de suerte y no se lo joden (como el caso de las paldares) vivir bien y de vez en cuando darse un salto al pais en que residía. Saludos.

  • estimada Katherine : sabes que quiere decir “pena ajena” ?? Pues la juventud cubana me da pena ajena > Crees que la inmigracion cubana post-revolucion fue un paseo buscando nuevos aires?? Crees que el cubano se va de su Pais por aventurerismo ? Crees que siempre fue irse y virar ?/ Que poco conocen de la historia de Cuba los jovenes cubanos !!! Que poca capacidad tienen esos jovenes de cambiar la actual realidad cubana !!!Quieren ellos cambiar la actualiada cubana ??Que dano han hecho los comunistas al Hombre Cubano !!!!!

  • Y puede ser que sí, que provoquen esa pena, pero no creas que es algo exclusivo de Cuba, no lo es así. Basta caminar un poco por esta Latinoamérica para darse cuenta que no hay una enorme diferencia. Por cuestiones de trabajo puedo andar Centroamérica y dos o tres países del sur del continente, y no existe ningún contraste. La falta de oportunidades aquí es grande porque no hay ningún desarrollo a la vista, la industria nunca nació en este país, la creación de personal calificado se dio durante un momento que hace tiempo pasó, y fue ese producto el que estuvo exportándose de manera miserable a países con los que se negociaba bajito, muy bajito para los bolsillos del trabajador y mucho para el gobierno. Ahora la instrucción escolar es de muy baja calidad, comparado con lo que hubo, no hay grandes posibilidades de que el graduado vaya a pelearla fuera de Cuba y obtenga condiciones halagüeñas. Es verdad que ha sido un periodo de gran retraso, pero no dista tanto de lo que ha ocurrido en países con gobiernos que se han hinchado en plata a partir del robo en descarado, eso te lo aseguro.

  • Bobo, la “reforma” migratoria esta lejos de ser perfecta, pero antes de eso no existia ni siquiera esa opcion. El retorno de un nacional a su pais de nacimiento es un derecho del que nunca debimos ser despojado. Pero ajustandonos a lo que existe, es una opcion que no pocos estan considerando. Hay un costo asociado si (que no cuesta en esta vida?) y hay un plazo de tres meses establecido por la ley para responder al interesado. Anteriormente, habia un alto grado de discrecionalidad, lo cual implicaba que la respuesta podia demorarse meses y hasta mas. El caso que me mencionas es tan inverosimil que de ser cierto, el tipo es un fronterizo cruzado con cretino.
    En cuanto a la prorroga (o solicitar un pasaporte nuevo) se muy bien cuanto cuesta. Por esa misma razo lo sacare en Cuba la proxima vez que vaya. Volviendo al tramite en Estados Unidos, nada impide que vayas al consulado cubano en Washington y solicites la prorroga alli, tengo un familiar cercano que lo hizo en un dia. Otra cosa es por conveniencia y tiempo prefieras ir a una agencia, donde ademas de pagarles por sus servicios, tendras que esperar lo que demore.

  • He visto varios comentarios sobre las reacciones que generan entre amigos y familia tal decision. Ciertamente, la expresion inicial es si perdiste el juicio. En realidad, si te tomas el tiempo y el trabajo de explicarles (si la persona te interesa) algunos entienden. Otros, por supuesto, inmersos en el dia a dia de las carencias cotidianasno logran comprender como alguien que vive “afuera” donde hay “de todo” regrese a lidiar con lo que ellos suenan dejar atras. Bueno, los que regresan no necesariamente van a residir “full time” ni tampoco van a comer de la libreta y posiblemente, no van a trabajar en un empleo estatal por un salario simbolico (a menos quetenga vocacion de masoquista). Tampoco van a asistir a la Tribuna Abierta ni a la reunion del CDR ( a menos que quieran hacerlo por voluntad propia y no para guardar las apariencias). Ademas, habiendo vivido fuera, ven las cosas diferentes y no les puedes venir a meter un “teque” ni hacerle cuentos del capitalismo, porque ya ellos lo vivieron. Por supuesto, habra un tema de integracion social porque los grupos y lugares que frecuenten seran a donde van mayoritariamente, otros repatriados con mas o menos solvencia. No estaran al tanto de la novela de la que todos hablan y que no significa nada para ti, porque te perdiste los primeros 100 capitulos. Ademas, es una perdedera de tiempo, ese tiempo que aprendiste a valorar en el extranjero por lo rapido que corre.

  • Javier, mira por ti mismo el mensaje en la web del consulado de Cuba en los USA, sobre los servicios consulares en persona dirigido a los usuarios (y no ciudadanos, cubanos, etc) que residen en otros estados. Observa el detalle de las mayusculas gigantes y letras rojas, como si te estuvieran gritando: mira bien para que despues no digas que no sabias.
    http://www.cubadiplomatica.cu/eeuu/ES/ServiciosConsulares.aspx

  • Hola, Javier, se nota que vives Downunder. La comunidad cubana allí – quizás a fuerza de reducida y bastante integrada a la sociedad local, además de ser emimentemente joven- parece haber desarrollado un talante, digamos, más pragmático que en otras latitudes, como se transparenta en tus palabras. Lo digo además por mi familia australiana.

    Si bien comparto el criterio de que a estas alturas – más que nunca – es una aberración mantener tanto control sobre la masa migratoria cubana, no dejo de coincidir contigo en que las perspectivas cambiaron de la noche a la mañana desde febrero de 2013.

    Todo ese conglomerado de cubanos entrando ya saliendo de la Isla está cambiando la configuración del país en más de un sentido. Súmale que ya hay más de cien mil compatriotas con pasaporte español, que viajan a donde les da la gana sin perdir visa.

  • Gracias por lo de joven! Si, tal vez el ver las cosas desde mas lejos te hace ser mas pragmatico. Aunque eso no significa que por eso este desinformado. Siempre encuentro algun tiempecito para leer diferentes fuentes y sacar mis propias conclusiones, ademas que voy mas o menos cada cierto tiempo por alla. Realmente el “regreso” y la integracion no solo atañe a los cubanos. Tengo una amiga chilena que despues de vivir mas de una decada, decidio regresar a Chile. Despues de dos años vino por aca y me conto sus experiencias de integracion. Comenzando porque se puso a estudiar a la Universidad y todos eran mas jovenes que ella, asi que no entendia sus chistes ni algunas frases. Ademas la veian como la que venia del extranjero y asumian que tenia mucho dinero (no es que ella tuviera mucho). Aunque Chile no es Cuba, ya ves que hay similitudes en el tema percepcion. En cuanto a los cambios del tejido social, eso ya esta sucediendo y seguira. Pienso que los que regresen de una manera u otra, son un factor de cambio, por las razones que mencione. Se que no todos regresan con un capital o que estan dispuestos a arriesgarlo, pero de que los hay, los hay. Cada uno que regresa tiene sus propias razones y motivos y cada uno tiene su propia realidad, pero seguramente ya no son los mismos que eran antes de salir por primera vez.

  • Javier:

    De paso te comento (infiero que vives en Sydney), que en Melbourne he encontrado uno de los mejores sitios del mundo para la jubilación (a diferencia de Canberra, que es puro almacén de edificios oficiales). Claro, tendría que dar con un medio de subsistencia para mi etapa añeja. Quizás de domador de canguros (jaja). Pero mira lo que son las contradicciones del diario vivir: ¡mis australianos están haciendo planes de irse a vivir en Cuba….!

  • Estimado señor, agradezco mucho sus comentarios. Considero que el debate y la polémica son algunas de las cuestiones más sanas que pueden existir en una sociedad. Sin embargo, debo precisar alguna cuestión. En ningún lugar de mi texto he hablado de la “superación de todas las violaciones de los derechos humanos” así en plural tal y como usted lo plantea. Yo me referí exclusivamente al derecho que tiene cualquier ciudadano a estar en su país en el momento que quiera, y nada más. Con el resto de puntos que usted plantea, o sea, esas dificultades que hemos tenido y tenemos los cubanos residentes en el extranjero para mantener nuestras residencias y derechos en Cuba, estoy de acuerdo, simplemente tenemos un espacio limitado en esta publicación y por tanto no se puede extender mucho, de ahí que los comentarios de los lectores sean tan importantes. Muchas gracias de nuevo y espero su participación en próximos artículos.

  • Estimado Felo, su opinión sobre el regreso ha Cuba es totalmente respetable. Usted tiene sus motivos y nadie debería cuestionárselos, como mismo considero que nadie debería cuestionarse los motivos de todo aquel que decida regresar a su país. Sobre las trabas que se imponen al que regresa, pues sólo puedo hablar de mi experiencia, como comprenderá no puedo, ni quiero, generalizar y hablar por boca de todo el mundo. En mi caso esas trabas no han existido, nadie me ha mirado mal, y sobre el trabajo simplemente no me ha interesado trabajar para el estado porque como sabrá pagan bastante mal. Ahora hay negocios particulares en Cuba que son una buena fuente de trabajo para las personas que regresan. De cualquier forma, de todos estos temas espero poder seguir hablando en próximos artículos, así que todos los comentarios y experiencias son bienvenidos. Gracias!

  • Estimado repatriado, su idea de hacer una especie de red de repatriados y retornados me parece estupenda. Podemos compartir experiencias y seguramente ayudarnos unos a otros. Espero que siga comentando sus experiencias y opiniones en mis próximos artículos. Muchas gracias!

  • Muchas gracias Kamikaze por comentar. Espero verlo también en mis próximos artículos.

  • Estimado José Darío, en primer lugar muchísimas gracias por comentar mi post, espero ver sus comentarios en próximos artículos. Dicho esto, debo precisar que mi artículo no se refería por supuesto a todo el proceso migratorio cubano desde el año 59 en adelante. No de por sentado que desconozco dicho proceso, simplemente no estaba hablando de eso. Mi artículo es un artículo de actualidad, y por tanto habla de acontecimientos recientes. Soy historiadora de profesión, pero ahora lo que me ocupa es la historia que yo misma estoy viviendo, y de eso es de lo que escribo y escribiré. Sus aportes, sin embargo, son bienvenidos. Gracias

  • Estimado Javier, agradezco mucho tu comentario, sobretodo porque espero hablar en mis próximos artículos de todos esos temas que tocas en tu comentario. Sinceramente espero tu participación en el futuro. Muchas gracias

  • Opino que quien regresa a Cuba es porque nunca se adaptó al mundo. Yo ni siquiera me planteo regresar ni de vacaciones. Cuba me asfixia. No soporto tener que ver el NTV y tener que trabajar en lo que ellos decidan.

    Ya me adapté al sistema y no me pesa trabajar como mula pero quiero coger mi dinero y gastar en lo que quiera, tener agua y luz, poner a mis hijos en la escuela que me parezca mudarme de casa, moverme en carro o en taxi o en Uber o en bicicleta.

  • Los famosos “repatriados” andan por la habana especulado de se “repatriacion” pero cobrado el desempleo o jubilacion en sus ex paises, con sus pasaportes “yumas” validos y cuando se aburren de cuba van atomar aire fuera, que como decia otro comentarista esconden sus pasa pena y sacan sus pasaportes 1er mundistas. se pasan el dia en cuba contanto lo bien que les iba alla pero si la policia los para en la calle no sacan su nuevo e ilutre carne de identidad, sacan el “yuma” … tood esto es en el mejor de los casos, estan los otros que han estafado y robado en el extranjero y van a cuba al lavar su dinerito y esconderce de la justicia de otros paises y cuba mientras traigan baro los acepta de buena gana … eso si que lleguen pero no se pasen como le paso al cretino regetonero

  • menos para Fidel Castro, el lugar ideal para un cubano, Isidro,es Cuba !!! Fidel dice que solo es para los revolucionarios !!

  • Al volver de distantes riberas,
    con el Alma Enlutada y Sombría:
    Afanoso busqué mi Bandera,
    pero ví que mi Pueblo…se HUNDÍA!!!

  • Jaja…este Jose Dario es implacable…Me ha seguido hasta Australia!

  • Estimado Gusano, como toda opinion, la suya es totalmente respetable. Sin embargo, no puedo dejar de pensar que es una opinion bastante radical y demasiado basada en su propia experiencia. No creo que todos los repatriados o retornados sean unos inadaptados. Yo, por ejemplo, no estoy en ese caso, y seguro que como yo hay otros. Yo trabaje, estudie en la universidad, y tengo millones de amigos en el pais donde residi mucho tiempo. Las razones del regreso pueden ser multiples, y ese era basicamente el tema de mi post. Gracias por participar.

  • Estimado Rene, me parece bastante injusto meter a todo el mundo en el mismo saco. Usted afirma que todos cobramos desempleo o jubilaciones en nuestros paises de residencia, y ciertamente habra algunas personas que lo hagan. En mi caso, y en el de algunos otros retornados que conozco, no contamos con ningun tipo de pension. Hemos venido a Cuba con los ahorros de nuestro trabajo, ahorros que en cualquier caso se acaban pronto debido a la inflacion tremenda que hay en este pais. Sobre lo de especular, eso depende de la personalidad de cada cual. Conozco especuladores retornados, especuladores que nunca han sacado un pie de Cuba pero tienen dinero con negocios de todo tipo, especuladores que vienen a Cuba solo de vacaciones y alardean todo el rato de su dinero, sin contar los esfuerzos y las horas de trabajo que cuesta conseguir ese dinero. Todas esas personas no tienen nada que ver conmigo ni con otras personas que hemos tomado una decision dificil pero importante en este momento de nuestras vidas. No obstante, agradezco su comentario y espero que se anima a participar en proximos articulos.

  • Isidro
    Viví en Sydney por algunos años, pero después, por cuestiones de trabajo he vivido en otros lugares. Para mi este es un país muy lindo y con muchas posibilidades. Pero dado que llegue aquí en mis 30’s y me tomo algún tiempo encaminarme profesionalmente, para tener una vejez relativamente cómoda me tocaría trabajar casi hasta que me muera, algo que para nada estoy dispuesto a hacer a estas alturas de mi vida. Tampoco quiero terminar mis días en un home solitario, como veo los viejitos de por aquí.Todo el mundo aspira a una hermosa casa y una cuenta con seis ceros pero sin hacerle asco a ninguna de las dos, hay algún momento donde tienes que replantearte que es lo que realmente quieres y necesitas para tener la vida que te hace feliz. Por otra parte, hay razones de índole familiar que han pesado en mi decisión de no echar raíces aquí.

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