Un Palacio y un campo de batalla
Kabir Vega Castellanos
HAVANA TIMES – Con el inicio del mes de octubre y mientras el país se recupera de los efectos de Irma, se reanudó la Liga de Dota cubana.
Desafortunadamente el “Hola Ola” fue de los locales devastados por las inundaciones que causó el huracán. Sin embargo, esta fatalidad llevó a los jugadores a acceder al “Palacio Central de Computación”, en Centro Habana.
El evento “Resplandor Naciente” prosigue dentro de las grandiosas salas del Palacio, con computadoras de muchísimo mejor rendimiento, ningún hacinamiento e incluso una magnífica habitación dedicada a los espectadores que deseen apreciar en vivo el espectáculo de la competencia.
No solo los participantes están ansiosos sino los mismos organizadores. Luego de reanudar el torneo, la creciente calidad del show los ha motivado hasta el punto de añadirles a las partidas grabadas un comentarista, detalle que, aunque lo hace más complejo, les da a los enfrentamientos un toque humorístico y fresco.
Claro, el acontecimiento todavía está en proceso, sin embargo, yo mismo junto a mi equipo hemos sido participantes y testigos de una experiencia muy alentadora. La oportunidad de interactuar con tantos aficionados del tema es muy gratificante. Incluso los equipos que llevan menos tiempo practicando y no calificaron como Categoría A, pudieron disfrutar de ver jugar en vivo a los competidores más experimentados. No serán simplemente desplazados, sino que podrán competir en eventos de categoría B y así continuar adiestrándose.
Mientras Cuba da los primeros pasos para legitimar los E-Sports, en el mundo no solo es normal encontrar torneos de cualquier juego con recompensas millonarias, sino que, similares a los Oscares o los Grammy, ahora existen premiaciones dedicadas al universo de los videos juegos: son los “Esports Industry Awards”.
Jugadores solitarios, equipos completos, también comentaristas, periodistas, inclusive las proveedoras de Hardware, entre otros involucrados con el tema, todos ellos pueden ser nominados y premiados según categorías específicas.
Este sub-mundo digital, actualmente es de los vórtices donde cada vez hace girar más atención y recursos.
Los cubanos todavía estamos lejos de poder participar en el fenómeno como quisiéramos. Pero hay que reconocer que la ADEC (Agrupación de Deportes Electrónicos de Cuba), aunque no puede generar eventos de tal magnitud, poco a poco va sembrando las raíces de esta cultura. Gracias a ello, los jugadores cubanos encuentran su espacio para brillar y desterrar poco a poco os prejuicios que existen en torno a los juegos virtuales.