La violencia como educación

Kabir Vega Castellanos

El joven defensa, foto Constantin Eremishev.

HAVANA TIMES – Es muy común en Cuba que cuando un niño se pelee por primera vez con otro y pierda, los padres le “ordenen”:

“¡Tienes que aprender a defenderte! Si te dio, ve y dale tú; si es más grande que tú, dale con otra cosa.”

O este otro ejemplo que contaba una madre con orgullo:

“Cuando mi hijo vino llorando de la escuela le dije: coge este palo y dale por la cabeza, pero aquí no vengas llorando. Y si no le das, te voy a dar yo a ti con el mismo palo”.

Unos valores un poco salvajes, pero cada familia es libre de criar a sus hijos con los métodos que elija. Sin embargo, qué hacemos cuando estas prácticas continúan en el espacio público.

Hace poco vi a un adolescente discutir con otro y meterle un machetazo en la mano, todo eso en plena calle. Claro que las consecuencias a esa edad ya no son las mismas. La ley actúa aparentemente para castigar la violencia, no obstante, la educación la fomenta.

Desde la edad más temprana se nos habla en la escuela de combatir con vigor al “enemigo”, nunca a buscar un acuerdo. Se nos exhorta a valorar a nuestros mártires por su arrojo o estrategias como soldado y no como humano. En lugar de mostrarnos el inmenso valor de salvar a una persona, ya sea un amigo o un extraño, nos reiteran la importancia de enfrentar y matar al “enemigo”.

Con todo ese bagaje, es normal que una película como Hacksaw Ridge, de 2016, resulte muy sorprendente. Dirigida por el popular Mel Gibson, recrea la historia real del desconocido Desmond Doss, un hombre cuya convicción patriótica era tan grande que marchó voluntariamente al campo de batalla sin portar armas. Decidido únicamente a salvar y no a quitar vidas. En medio de los horrores de una batalla que no se cuentan tal como son en los libros de historia, ese joven que ni siquiera era fornido físicamente, y en medio del asedio de los japoneses, rescató, completamente solo, a 75 heridos.

Fue el primer objetor de conciencia en recibir la Medalla al Honor, por sus méritos sin precedentes.

He preguntado con insistencia entre mis amigos y conocidos, pero ni uno solo había oído hablar de él, mientras que Ernesto Che Guevara continúa vendiéndose como la imagen representativa de Cuba, al mismo tiempo que los nuevos pioneros aprenden a decir “Seremos como el Che”. ¿Es decir, que serán asesinos de guerra?

Con todo lo polémica que pueda ser la historia personal del “Guerrillero Heroico”, creyendo o no creyendo lo que dicen admiradores y detractores, lo que es incuestionable son sus propias palabras:

“Nosotros tenemos que decir aquí lo que es una verdad conocida, que la hemos expresado siempre ante el mundo: fusilamientos, sí, hemos fusilado; fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte. Nosotros sabemos cuál sería el resultado de una batalla perdida y también tienen que saber los gusanos cuál es el resultado de la batalla perdida hoy en Cuba”. (Opinión expuesta públicamente ante las Naciones Unidas el 11 de diciembre de 1964).

En ninguna de las escuelas en las que estudié, ni siquiera cuando me impartían Historia Universal, me hablaron de Mahatma Gandhi. Conocí de este hombre excepcional también a través de una película.

¿Es solo por justificar la propia historia de nuestro país? ¿Y cuál es la propuesta cubana como aporte a la civilización?

Las mismas generaciones que tanto enseñan a admirar los supuestos méritos de guerra y el coraje en términos de violencia, nos hablan del valor de la paz y se quejan de cómo crece en Cuba la delincuencia.

Kabir Vega

Soy un joven cuyo desarrollo en la vida no ha sido lo que consideramos normal o apropiado, pero no me arrepiento. Aunque soy muy reservado, disiento de muchas cosas de forma implacable. Considero que la sociedad, y no solo de Cuba, está errada y necesita cambiar. Amo a los animales en ocasiones incluso más que a mi persona ya que ellos carecen de maldad. También soy fan de la tecnología y del mundo Otaku. Empecé en Havana Times porque me permitía contar algunas vivencias y quizás incentivar algún cambio en mi país. Puedo ser ingenuo en mis argumentos, pero soy fiel a mis principios.

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2 thoughts on “La violencia como educación

  • Excelente artículo.
    Nota: el enlace a Naciones Unidas no funciona.

  • Ya esta rectificada el enlace. Gracias

Comentarios cerrados.