Vamos a hacer un puente

Jorge Milanés Despaigne

Tengo un amigo que es locutor de radio desde hace veinte años y sobre medios de comunicación no hay quien le haga un cuento.  El hombre ha visto de todo, ha escuchado, acatado órdenes y se ha mantenido en la emisora todo este tiempo porque ha sabido coger la vuelta a la retórica.

Anoche llamó por teléfono para saludarme y me contó lo último en su trabajo.  Como fanático de Ricardo Arjona —cantante guatemalteco que durante años se ha interesado por lo que ocurre en Cuba, incluso, ha visitado la Isla—, ya tiene en sus manos el último CD de Ricardo Arjona.

Pero hay una canción que los de arriba le han prohibido transmitirla por la emisora, trata un tema tan sensible como elocuente de la Cuba contemporánea, que conoce de familias divididas, añoranzas y gente que se ha enriquecido con la desgracia de otros.

“Titulada ‘Puente’, la letra de la canción tiene un mensaje que se explaya más allá de la política, toca el sentimiento con una mirada esperanzadora, es de lenguaje preciso, sin rebuscamiento, centrada en la reconciliación,” me dijo.

“Antes de decidirme a pedírtela, pues deberé ir hasta Mariano, donde vives, quiero saber si la decisión de prohibirla es solo en tu emisora,” lo interrogué.

“No, hermano, la cosa es a nivel nacional,” me dijo.

“Bueno, ¿y qué dice la canción para preocuparse así por ella?”

Mi amigo hizo una pausa para mantener una atmósfera como la que acostumbra a provocar en su programa radial y, tras percibir mi expectativa, arremetió con un fragmento que propició que me levantara del asiento y no pensara dos veces en ir a buscarla:

“Vamos hacer un puente, un puente hermano / vamos a unirnos todos con este tumbao, / Guaracha a la cubana con Celia y los Van Van / hay rastros de La Habana en Londres o en Milán…