Una postal para Esperanza
Jorge Milanes Despaigne
La última semana de mi estancia en Caibarién llamé por teléfono a mi casa y supe que allí estaban bien, incluso, todos los vecinos de la cuadra.
Esperanza, mi vecina que está de visita en los Estados Unidos, había llamado antes que yo y al saber de mi viaje por el centro de la Isla, dejó recado de que le enviara una postal contándole de mí, pues ella demoraría aún tres meses más.
Tomé nota de la dirección postal y fui a la tienda de souvenirs, frente al parque de la glorieta de la música, para adquirir una postal con el paisaje caibarienense. Así le escribí a mi vecina:
Querida Esperanza:
Deseo que la estés pasando excelente en tu largo paseo por New York.
Te mando esta postal desde Caibarién. Es un pueblo muy bonito, cerca del mar, con casas antiguas y personas más civilizadas que en La Habana, he visto hombres dándose un beso en plena heladería y la gente como si nada.
La foto en la tarjeta es de la glorieta de la música, en el centro del parque. También aquí la gente se aprovecha de la más mínima lluvia y no viene a trabajar. Te lo digo porque me he pasado una semana en el pueblo y no he visto aún a los músicos tocar la banda. Como está lloviendo todas las tardes…
Bueno, ¿y tú qué cuentas? Supe por mi mamá que ya te tomaste fotos en el Central Park. Qué bueno. Sé que ese era uno de tus sueños; el otro, conocer Barcelona, la patria de tus padres. Ya verás como seguro el año próximo tus primos te mandarán el dinero del pasaje (1000.00 CUC) y el del permiso de salida por Inmigración (150.00 CUC).
Bueno, mi vecina y amiga, espero que esta postal llegue pronto y no te olvides de traer papel higiénico para vender, ok?
Un abrazo y un beso, Jorgito.