Porque en La Habana hay una pila de locos…

Jorge Milanes

HAVANA TIMES — “Oye, la cosa está muy dura pá conseguirla. Esto está de madre. No tengo familia y hace varios días que estoy de visita en casa de unos amigos que están ahí”. Hizo un gesto con la cabeza señalando al hospital psiquiátrico, frente al cual pasaba en ese momento la guagua en la que viajábamos.

“Los tienen encerrados para que no se unan con los otros locos. Total, aquí afuera hay más que allá dentro”.

Me mantenía en silencio, interpretando la posible certeza de sus palabras.

Pensaba en cuán difícil debe ser para un hombre de cierta edad no saber cuál es su posición. Lo observaba con atención. Tenía buena apariencia física y en las manos llevaba una bolsa de plástico.

“¿Tienes familia por aquí?” No, vengo de Santiago de las Vegas, le contesté. Por unos segundos hizo silencio y aproveché la ocasión para provocarlo, interesado.

¿Y usted, a qué se dedica?

Como alguien que trata de elaborar una respuesta bien pensada, me miró de arriba abajo y respondió:

“He estado trabajando durante años en una novela muy interesante, de muchos capítulos, personajes, tramas y subtramas. Cada día, cuando le agrego alguna idea nueva, llego a sentir que estoy a punto de terminarla, pero siempre que la enseño me dicen lo mismo.

“Te la voy a mostrar, mira, esta es mi obra, la que tanto trabajo me ha costado”. Sacó de su bolsa una guía telefónica maltratada, me abrió una página y comenzó a leer.”