Ni muerto me dejo trastear “eso”
Jorge Milanés
HAVANA TIMES — “¡Que pase el próximo…, por favor!”, se escucha la voz del doctor que está en consulta.
“Tenemos que entrar”, le digo a Rolando mi primo, a quien acompañé para darle ánimo, porque estaba renuente a acudir en busca de la ayuda de un facultativo.
Hace varios días que, según él, la molestia algo que tiene en el ano y no le permite ni caminar. Atenderse con el médico, por un problema como este, le resulta muy difícil. Me lo confesó y prefirió venir hoy, conmigo y no con su esposa.
Entramos a la consulta, y él con mucha dificultad, se sentó junto a la mesa del doctor que escribía, mientras esperaba a que el paciente dijera algo. Pero la pena lo invadía: ¿De su problema? ¡Ni una palabra! ¡Y mucho menos, delante de las enfermeras que, al parecer, estaban en período de prácticas! El médico decidió preguntarle nombre, dirección, edad y…:
“Dígame, ¿Qué se siente?” -Rolando mira a las enfermeras que aparentemente están en sus quehaceres y se inclina un poco hacia el doctor. Al oído le dice: “Médico estoy jodido, tengo un pequeño problema…”
“¿Dónde es el malestar?”, insiste el médico.
“En…en…, en el culo doctor,” contesta rápido.
“¿Y desde cuando es ese malestar?”
“Desde hace varios días”.
El médico le manda a bajar los pantalones y subirse en la camilla para ver en qué consistía el malestar… Ahí comenzó la odisea para obedecer al doctor, porque él es de las personas que se rehúsa ir al médico.
¡Suerte que no es enfermizo, critica las formas de hacer algunos exámenes médicos, como el de próstata, colon. Él es…
¡Ni muerto me dejo trastear, “eso”, Me decía. Pero le llegó su hora.
El doctor tenía que ver la dolencia y, a Rolando no le quedó más remedio que mostrar lo que no quería. Efectivamente tenía síntomas hemorroidales.
Lo mandó a bajar de la camilla, le recetó los medicamentos indispensables para su mejoría y, además le dijo:
“Por su edad le voy a dar turno para un examen de cáncer de próstata, con el proctólogo». Lo miré, estaba mudo, serio, sudaba copiosamente, a pesar de que la temperatura era muy agradable. Considero que nunca había pensado en eso.
En consecuencia, le dije:
“Para ese otro examen que te mandó el médico tendrás que dejar que te introduzcan el dedo por el ano, porque al que no quiere caldo…, tres tazas. ¡Vámonos!
Cuanto daño hacen los complejos y los tabúes!!!!
Acabamos de pasar el mes de las cintas rosada y azul. Los policlinicos hicieron campañas para hacerle mamografia y examen de prostata a la poblacion en edad. Gratis en los publicos, gratis con las aseguradoras, y con bajos precios en hospitales o clinicas privadas. La gente iba por un dolor de oido y salia con su examen preventivo del cancer.
Un Pulitzer para este bello artículo ….otro más así y pido el Nobel para el autor
Un simple tacto rectal es la diferencia entre la vida y la muerte por cáncer de próstata, el más común entre los hombres
Pero… la ignorancia mata.
Sobre la entrada en Havana Times «Ni muerto me dejo trastear eso» admito que
yo pensaba igual : el ano del hombre se hizo para defecar y despedir fetidez.
Cuando al salir de la isla de Cuba decidi que probaria todo lo prohibido me referia
a novelas y musica, de autores como Vargas Llosa, Jose Feliciano y Los Beatles;
asi como probar ocasionalmente alguna droga suave como la maria, dejando al margen la cocaine y otras
substancias alucinogenas que crean adiccion, Empero, ante el riesgo de
padecer cáncer de próstata, me he tenido que ver con el proctólogo”. !Y ese que dice eso,
no sabe lo que se esta perdiendo! Je Je Je.
Es muy cierto lo de los tabúes en ese aspecto. Pero si el amigo está tan acomplejado con que le toquen «eso», que al menos se llegue al habanero agromercado de 19 y B, en el Vedado, que allí están vendiendo unos palitos en bolsitas de náilon para tratamiento de los problemas de próstata. Aclaro: los palitos son para hervirlos y tomarse el cocimiento, para que nadie se confunda de uso…