Murales imagen y semejanza
Jorge Milanés
HAVANA TIMES — Hace poco acompañé a una amiga a una escuela primaria para recoger a su hijo, y pude ver desde el pasillo los murales que cuelgan obligatoriamente en las paredes laterales o al fondo de las aulas.
Solo uno se podía considerar como aceptable, porque tenía cierta organización y menos agresividad visual; los demás mostraban información y decorados de muy mal gusto.
Estos murales de muy mal gusto sugiere en los niños una imagen estándar de lo bello para todo lo que realicen, a no ser que esto sea una nueva forma de apreciación del arte. Me pregunto: ¿dónde están los maestros de Educación Artística que imparten y asesoran esta asignatura?
En ocasiones, no nos damos cuenta de los peligros que pueden causar el conjunto de detalles “chabacanos” expresados por los adultos que invaden la formación de la personalidad de un niño, y que en su adultez, no sabremos de dónde vendrá su mal gusto, su comportamiento y su grosería.
Los valores necesarios para el buen desarrollo de un niño se producen con el apoyo de la familia, la escuela, los maestros, círculos de amigos, el amor, el respeto, la sinceridad, la solidaridad, y de igual forma, el gusto estético que infiere habilidades para la compresión, valoración y equilibrio sobre ello.
El reconocimiento de la malformación de los valores propone el comienzo, pero también el final de muchos.
¿Y la foto del mural? Quizás a otros nos gusten.