Hembras y varones se sacan las cejas
Jorge Milanés Despaigne
HAVANA TIMES — “Leandro, quiero que me planches el cabello y me hagas un corte así como el tuyo. Y no te preocupes, tengo con qué pagarte.”
El aludido, al escuchar de pago, comenzó a sacar los implementos de trabajo. Mi vecino le pregunta: “¿Puedes?”
“Claro que si… Aprendí peluquería con mi madre, desde los 12 años y siempre me ha gustado. Este me lo hice yo.” Le responde, mientras le muestra detalles de su corte.
Dispuesto a trabajar sobre el gusto de su amigo, le dice:“Siéntate aquí, que ya empiezo”.
Mi mamá y yo, sentados en el portal de nuestra casa, escuchábamos la conversación desde el garaje de la vivienda contigua.
Mientras Leandro trata de ponerse a la moda con el nuevo tipo de pelado trans-atrevido, olvidando que Servando, su padre siempre ha rechazado, lo cual evidencia cuando aparece en la improvisada peluquería y pregunta: “¿El pelado que traes no es de mujer? Nunca he estado de acuerdo con esa moda”.
Los muchachos no responden. Pero Servando continúa, en tono ofensivo:
“Hembras y varones se sacan las cejas, se ponen aretes, se afeitan, se pintan el pelo; eso es cosa de mujeres y tiene nombre, en mi tiempo era mariconería”.
Los chicos continúan en su empeño, haciendo caso omiso; mas, mi madre, que no puedo contenerse, le contestó en alta voz, desde el portal de casa.
“Mi esposo desde los 30 años se teñía el cabello, se arreglaba las cejas, se afeitaba el cuerpo y era tremendo macho, más que muchos llenos de pelos” con una clara alusión a Servando. Y como quien ha sido tocado por un resorte, continúa:
“Tu has tenido siete mujeres y todas te han sido infieles en tu propia cama. ¿Será que eres muy macho?…”
Las modas de los maquillajes, el afeitado o depilación del cuerpo, el teñido y cortes de pelo, entre otros tratamientos de belleza, son cíclicos y vienen desde las civilizaciones egipcias, griega y romana entre otras. No es solo un fenómeno de la actualidad, sino que siempre, en mayor o menor medida, han estado en la dinámica social.
Ellas no definen al hombre o a la mujer, responden a códigos culturales y climatológicos, u otros.
Pero es innegable que, por general, quienes las rechazan con vehemencia casi enfermiza, esconden sus debilidades detrás de esas fobias, que los hacen infelices toda la vida.
Eso es moda, no hay que meterle mucha mente. Tampoco decir que los que lo rechacen oculte inseguridades, el caso de Servando, bueno parece ser alguien formado en otra época, con otros códigos.
gusano, detras de las modas siempre se esconden otras cosas, a traves de la apariencia una generacion se expresa y se define, coincido en que no necesariamente quien critica lo nuevo tenga que ser por inseguridades o frustraciones sexuales, pero no considero el tema baladi
Pues desde antes de pasar el servicio militar usaba blumers y todavia los uso. Ya no me pinto los labios aunque si me depilo las cejas y me afeito las axilas y la region alrededor de ano. Y nadie nunca me ha dicho que eso es cosa de mujeres, pues mas macho que yo hay que buscarlo.
Jorge:
Esa tendencia en el mundo actual se llama “Metrosexualidad” y está cada día más difundida. Hora de que aprendamosa vivir con ella.
Jajaja, Rotunda-mente de acuerdo con usted, si se mira que los blumers pueden ser mucho más cómodos que los calzoncillos! Me ha hecho reir, y Viva la Diference!!
Isidro, en el caso de Cuba me temo que sea “Camello-sexualidad” porque “metro” nunca hubo. ?O se refiere a metrópolitano (de ciudad)?
bueno que cada cual haga lo que le de la gana mientra no afecte a otros…. y creo que ningunas de las cosas que aqui se nombran afecten a otra persona.
Bueno imaginate sino pueden afeitarse, sacarse las cejas o teñirse el pelo, entonces para que tienen sus cuerpos sino pueden hacer lo que les da la gana? Yo no me hago nada de eso, pero quien soy para decir que no se los hagan los demas? Que mal estamos, vamos bien… mal.
Soy una dama, pero a veces me choca ver al otro género hasta con brillitos en los labios. No es fácil y a veces a los muchachos se les va la mano. Por qué entonces no empezamos las mujeres a hacer pesas y a enseñar los músculos. Entonces quienes defienden esa tendencia empezarían a cuestionar a las forzudas. Por fin somos o no somos. Todo pasa hasta que no te toca. Ojalá que empiecen las mujeres a querer imitar a los hombres en sus cuerpos, a ver que dicen los liberales.
Jaja…bueno, se hace lo que se puede. En China esta tendencia está a la orden del día, y ya me he comido el cable unas cuantas veces, pues me he quedado bobo mirando “muchachas” que al final no eran tales…¡Di tú!
Jajaja ese “todo pasa hasta que no te toca” le paso a mi marido que llevo a mi hijo a ver el estreno de Transformers 4 con un amiguito y el muchachito se pasó la peli la tapandose los ojos porque le daría pesadillas y luego dijo que a él le hubiera gustado mas ir a ver Tinkerbell.
Me cuenta que entró en shock porque primer niño que él conoce que no se mate por los Transformers pero mucho menos uno que le gusten las hadas.
Pero bueno, El Niño es como es y me consta que al menos los vecinitos no lo marginan en sus juegos, aunque a el no le gusta el fútbol ni las bicicletas, pero comparte con ellos y ellos lo acompañan al Dance4 que le gusta a él.
los 300 antes de entrar en combate en las termopilas se maquillaron,para asombro de los persas.
Todo eso es cíclico, mucho tiempo antes de que el señor de la historia llegase al mundo, hombres en Europa se ponían pelucas rubio platino, se empolvaban, se pintaban los labios y hasta se pintaban linafes falsos en los cachetes. Otros usaban sombreros de plumas y zapatos de tacón.
Mozart, Don Juan Tenorio, Giacomo Casanova, por solo mencionar unos cuantos famosos, no dejaron dudas de que les gustaban las mujeres. Las cortes europeas estaban llenas de hombfes con pelucas y las orgias estaban a la orden del día.
En las culturas Mayas y aztecas los hombres se tatuaban y llevaban lo que hoy llamamos piercings ademas de llevar el pelo largo. Y a machos y salvajes no hay quien les gane en la historia dd la humanidad.
Asi que dejemos que cada cual se vista o se presente como desee.