De libros, alcohol y drogas blandas

Jorge Milanés Despiagne

Foto: Caridad

HAVANA TIMES — En la esquina de casa, un grupo de vecinos se pasaba una botella de ron, tomaban un sorbo y luego lo pasaban a otro integrante del grupo.

El saludo de uno me detuvo, al tiempo que me preguntó si yo tenía en casa algún libro de aventuras, cuentos o novela para leer, que leía mucho pero no tenía nada nuevo a la vista.

Parado frente al hombre de aspecto maltrecho, la brisa soplaba a mi favor mientras sentía el hedor etílico añejado de su cuerpo.

Pensé que sería difícil para él, leer donde el alcohol no mediara, sin embargo, le contesté que en la tarde buscaría algunos títulos para traérselos.

Me fui convencido de que todos trataban de mantener un nivel de alcohol en la sangre que los aleja del entorno. Yo entonces no lograba precisar si ciertamente leía, pero, me di a la tarea de averiguarlo.

Al regresar a casa seleccioné algunos libros. Aventuras, cuentos, novelas, entre otros, fueron los géneros que les puse en sus manos.

Los miró, detalló la contracubierta y noté en sus ojos ese brillo semejante al de un niño cuando tiene un juguete nuevo.

“Muchas gracias” —me dijo—. “En cuanto los termine te los devuelvo, por ahora no me vas a ver, porque me dedicaré a leerlos todos y si me traes mas, también los leeré.”

Son múltiples los factores que pesan sobre el alcoholismo, la imposibilidad de llevar económicamente una familia, baja autoestima, ausencia de proyectos de vida, depresión, conseguir bebida fácil, y un largo etcétera.

El alcohol se encuentra entre las drogas blandas al ser aceptado por la sociedad. Esta bebida llega a convertirse en droga dura, en tanto el consumo se convierte en una necesidad frecuente para el individuo, hasta que este llega a afectar su psiquis.

Hoy este hombre me ha agradecido el nuevo título que le he regalado, se trata de un tema de autoayuda.

Jorge Milanes

Jorge Milanes: Soy animador turístico y relacionista público. Hace 45 años que nací en un pequeño pueblo costero del este de la Habana llamado Cojímar. Me gustan mucho los viajes y las aventuras, ya conozco bastante sobre mi país y me gustaría conocer otras naciones. Disfruto leer, cantar, bailar, la alta cocina y hablar con gente interesante, que brinde sabiduría y alegría.

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3 thoughts on “De libros, alcohol y drogas blandas

  • Milanés:
    Lo que hiciste con este “curda” se equipara en cierto modo a tu acción de ayudar a comer al cincuentón desvalido. Pequeños gestos como estos pueden ayudar a otros a transformarse para bien, más allá de lo imaginable y, de paso, nos hacen mejores seres humanos. Quizás estás restándole un futuro miembro a alcohólicos anónimos. Sigue así.

  • con ese ultimo titulo que endilgaste al colega, recorde aquella frase celebre: ayudate que yo te ayudare, fue como dijo angela merkel a papademus, primer ministro griego… y ya ves, van por el tercer desembolse de duros y ni eso los va a sacar del agua… le siguen en la fila de los autoayudados el gobierno de rajon, perdon, rajoy, y con un tin mas los tanos y los franchutines… mai, a veces la intencion no es combustible que eche a andar. me direccione, disculpas, el alcohol…

  • Quién haya leido 1984, del mismo autor de Rebelión en la Granja, de George Orwell, o haya estudiado en la meca del Comunismo: la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, nota de forma clara que la tendencia de toda sociedad totalitaria es mantener “drogados”(con drogas blandas como se expresa en este caso al referirse al alcohol) a los miembros de la misma, es evidente que un ser drogado se enajena, y solo pone sus ojos en aquello que satisface su vicio.

    Pero hay muchas otros tipos de drogas que se usan a nivel social para mantener enajenados a los seres, y ya están pululando en nuestra TV novelas en donde abiertamente la infidelidad es practicada, cómo para normar ya algo que es evidente: LA DECADENCIA MORAL, cómo forma de dominación, que impera en esta sociedad

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