Camilleros de la salud
Jorge Milanes
HAVANA TIMES — Luego de un año de habérsele hecho a mami una operación en el colon para extraerle un tumor, esta mañana le acompañé a uno de los turnos mensuales que tiene con su médico en el hospital. Hasta ahora los resultados de sus análisis están bien, aunque ha perdido algo de visión –según ella.
Entramos a la sala, nos sentamos a esperar el turno, desde el asiento observamos el trato que daban los camilleros a los casos de urgencias.
Llegaban, con la camilla, parecían carros en una pista de velocidad.
Se acercaban envueltos en palabras y frases desagradables, montando a los pacientes en “camillas” y emprendiendo a carrera por todo el pasillo, hasta desaparecer a través de una puerta; a otros los venían a buscar en “sillas de ruedas” defectuosas y en las mismas circunstancias, pero más lentos.
Mi madre, preocupada, intentaba comprender lo que sucedía. Le recordé que, gracias a Dios, ella no fue tratada así. Al parecer, porque no había tantas personas que urgieran a los camilleros y porque toda la familia estaba en función de ella.
Se está haciendo difícil crear conciencia sobre la ética médica entre muchos de los trabajadores del sector de la salud.
Cuando se llega a un hospital con una dolencia, es importante que la terapia comience desde los camilleros, enfermeras, laboratoristas, en general: el personal que tiene contacto inmediato con los pacientes, para lograr un estado de ánimo positivo y confiable que influya en su mejoramiento.
Somos una potencia en la Medicina por el resultado de nuestros médicos, y porque la salud es “casi totalmente” gratis. Sin embargo, en cuanto al trato, todavía “tenemos” que trabajar mucho para demostrarlo.
“Somos una potencia en la medicina…????”
Vaya, uste no se acomoda con la celeridad de esos cafres! velocidad o esmero? a elegir que la racion es unica.