Una decrépita intervención

Janis Hernández

Raul Castro en La Cumbre de las Américas.  foto: cubadebate.cu
Raul Castro en La Cumbre de las Américas. foto: cubadebate.cu

HAVANA TIMES — A diez días de la reunión de mandatarios en la Cumbre de Panamá, todavía en la Televisión cubana están poniendo entre programa y programa fragmentos del discurso de Raúl Castro en dicho conclave.

Incluso en esos días, un titular del Noticiero dijo que: …todo el pueblo de Cuba apoya el discurso de Raúl en la Cumbre de Las Américas… Para evidenciarlo entrevistaron a cuatro integrantes de una misma familia en la sala de su casa y mostraron unas imágenes (muy fabricadas) de estos individuos leyendo la portada del diario Granma donde, por supuesto, había un artículo al respecto.

Como en nuestros medios jamás oiríamos o veríamos una opinión contraria, aprovecho esta opción que tengo para dar mis opiniones personales.

No solo las delegaciones oficialistas cubanas de la Sociedad Civil que asistieron a la Cumbre de las Américas en Panamá hicieron evidente la naturaleza conflictiva de los procastristas, sino que en la figura misma de su líder fue donde más explícita se hizo el cariz intolerante.

Lo primero fue intentar robarse el show en la primera sección de mandatarios al hacer uso de la palabra no solo por los 8 minutos reglamentados para todos sus homólogos, sino adjudicarse casi media hora bajo el pretexto de que se les debían por haber estado ausentado en las Cumbres anteriores.

Con un discurso tedioso que imitaba una clase de historia, para a su costa hacer una apología de razones por la que han permanecido él y su hermano tantos años en el poder, lejos de hacerlo lucir bien, resultó bastante poco estratégico, teniendo en cuenta que su alocución fue justamente detrás de la intervención de Barak Obama, quien acababa de puntualizar que no eran las clases de historia las que ayudarían a resolver los conflictos económicos, políticos y sociales de los países.

Su largo sermón estuvo lleno de zonas de silencio, intentando retomar el hilo de lo que iba diciendo. Perdió las líneas más de una vez y gracias a su canciller que estaba al lado sirviendo de apuntador, como en un teatro de varieté, su intervención fue menos penosa.

Para colmo del ridículo, la segunda mitad de su arenga tuvo unos minutos para alabar la persona del presidente estadounidense, pidiéndole disculpa por la catarsis y culpando a sus anteriores administraciones de ser responsables de los daños que el embargo económico ha producido a Cuba.

Casi al final fue que pareció caer en cuentas de donde estaba y por qué, y solo entonces se refirió a los asuntos que en realidad atañan a dicho conclave. No faltó su defensa al gobierno de Venezuela. Y muy al estilo de su hermano por allá por los años en que se dirigió a los intelectuales cubanos sentenciando que: ¡…con la Revolución todo, contra la Revolución nada!

Así, una vez en medio de la Cumbre de Panamá, Raúl Castro ha dejado claro que no está dispuesto a hacer concesiones de ningún tipo en materia de política en la isla, bajo el pretexto del derecho a la autodeterminación y la soberanía de los pueblos y sacando del baúl de los malos recuerdos todo lo pernicioso que haya hecho Estados Unidos hacia América Latina.

En otro espacio al margen de los discurso, el presidente de Cuba estrechó la mano de Obama y el tono de la conversación fue bastante cordial, porque el General sabe que un cambio en la relaciones con Estados Unidos es crucial para un país, que ya no puede sostenerse más a base de banderas y consignas.

En lo personal, su discurso me recordó los últimos años de las apariciones públicas de Fidel donde un decadente gobernante hacía evidente la decrepitud del sistema que representaba.

Janis Hernández

Janis Hernández: No pretendo cambiar el mundo, menos aún dar recetas de cómo debe o no debe ser. No creo tener el don de la oratoria, ni dotes de literata. No soy una analista, ni una filósofa. Soy solo una observadora de las cosas que pasan a mi alrededor y me siento en el deber de hablar de mi país sin tapujos, ni frasecitas hechas, solo hablar y eso hago en mi diario.

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5 thoughts on “Una decrépita intervención

  • Coincido contigo JANIS, yo vi al igual que tu, el discurso decrépito, de un decrépito presidente. Uno de los momentos en que el canciller se mostró como anotador fue para decir la fecha de los LINEAMIENTOS, porque el presidente se quedó en blanco. Acto fallido de lo que le interesa jajajaja.
    Nada que no veo mejoras en un gobierno decrépito con dirigentes que necesitan anotadores y subtítulos para darse a entender.

  • Je Je. Raul, antes me caia como una patada en la boca del estomago. Je Je Je Je, Perdonen mi cinismo, pero no me cae tan mal desde que no dependo de su velocidad para cambiar lo que tiene que ser cambiado para tomarme todos los vasos de leche que me da la gana. Ji Ji Jo Jo. Mi amigo, que fallecio en la isla, me comentaba que Raul no tenia ese afan de protagonismo de un Maduro o Correa, y que, se compara favorablemente con el hermano que la cosa estaba color de homiga y no hacia otra cosa que cantar victoria.

    Copio de Cubadebate:

    Hay ocasiones en que la palabra –exclusividad de la especie humana– adquiere consistencia de historia. La oración del puneño José Domingo Choquehuanca a Bolívar es un caso. El discurso del presidente de los Estados Unidos Abraham Lincoln en Gettysburg
    ————–
    Opino que Raul Castro esta manejando el diferendum con los EE UU de una manera sumamente inteligente..

    Opine antes, que la manera desenfadada con que comenzo a hablar me parecio genial Je Je y no quisiera retractarme enojado.

    ?Algun comentarista conoce la oracion de ese puneño ? Hace un rato le eche una ojeada para comparar.

    ?Alguien ha leido el discurso de F D R donde declara la Guerra a Japon 24 horas despues del dia a partir del cual el mundo , segun dijo Roosevelt , viviria en la infamia?

  • Concuerdo completamente con su post.

    Pero pienso que como “tanta culpa tiene quien mata la vaca como quien le aguanta la pata” también el pueblo cubano (sus valores y su conciencia) padecen de gran decrepitud.

    Cada vez son más las señales que dejan bien claro que ni USA ni UE ni ONU ni el mundo va a quitarles a los cubanos la Dictadura, sencillamente porque esa parte le toca exclusivamente al pueblo cubano, a ese pueblo que solo se lamenta, critica pero en su gran mayoría no hace nada.

  • No por gusto Obama tiene mas aceptación que Raúl Castro entre los cubanos. El primero luce como un verdadero estadista, el segundo como un dictador tratando de reciclarse.

  • Estoy totalmente de acuerdo con usted, soy cubana y me incluyo, vivo en EEUU. Pero jamas se me hubiera ocurrido, por ejemplo: decir en una entrevista a la prensa independiente que se “alegra de la proxima visita del papa Francisco, para ver si nos trae libertad” u otros comentarios parecidos. Es patetico. Opino que es major quedarse callado.

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