“Shoppings” en moneda nacional

Janis Hernández

TRD en Cienfuegos. Foto: Mireya Ojeda / radiorebelde.cu

HAVANA TIMES — , y según la oficialidad: atendidas de forma directa por las FAR.

Las llamadas shoppings fueron en su comienzo los puntos de venta donde miles de familias cubanas pudieron comprar algunas pacotillas a cambio de las prendas, monedas u objetos de oro y plata que conservaban como patrimonios familiares. Esta torpeza fue la respuesta a la “iniciativa” del gobierno que se apoderó de casi todo el oro de muchos ingenuos que envueltos en la oleada de entusiasmo fueron a tazar.

Hubo incluso, quienes para entonces cambiaron sus prendas como si fuera un deber a cumplir. Solo unos poco (poquísimos) pudieron adquirir un carro u algo de cierto valor, imagínense la cantidad de oro y plata que tuvieron que entregar. Aquel hecho fue la versión revolucionaria de canjear oro por espejitos.

En poco tiempo las shoppings devinieron cadenas de tiendas pertenecientes a diferentes corporaciones y diseminadas por toda la isla hasta en los sitios más insospechados. Tiendas Cimex, Trasval, TRD, Tiendas Panamericanas, en fin todas lo mismo, ya sabemos que es lo que está detrás.

Las promociones de estos establecimientos fueron como siempre, más rollo que película. Revisemos:

-su actividad fundamental era comercialización como unidad estratégica de negocio.

-su objetivo social era que el cliente se sintiera bien atendido y pudiera adquirir en las unidades comerciales, pisos de venta y puntos de venta los productos que necesitase.

-su misión era comercializar con calidad y competitividad en las tiendas del barrio por toda Cuba, productos y servicios que satisficieran las expectativas del cliente y permitieran obtener ingresos en divisas que generaran una rentabilidad creciente con el correspondiente cumplimiento de los aportes al Estado Cubano.

-ser de referencias en calidad y competitividad de los servicios, con clientes satisfechos y trabajadores competentes, motivados y consagrados que garantizaran una gestión transformadora.

Todo esto se quedó en el slogan, el servicio era deficiente, escaseaban productos de primera necesidad, casi nunca había javitas para llevar las compras, quitaban la climatización de los establecimientos, sin hablar de los vueltos que no “había” y te compensaban con caramelos o chicles, en fin….

Pero estas tiendas están en la última de sus versiones: shoppings en dos monedas o shoppings en moneda nacional. Como parte del mecanismo de unificación monetaria y de la consiguiente recogida de pesos convertibles, en las shoppings están vendiendo en CUC y en CUP.

Ahora estos puntos parecen campos de batallas, donde la gente desesperada acapara sobre todo los alimentos (que no cubren la demanda). El servicio es peor y más demorado porque las empleadas se vuelven locas haciendo arqueos cada 15 minutos, vendiendo en dos monedas y consultando códigos. De las javitas olvidarse, del aire acondicionado también.

Los precios son toda una ironía, cuando vemos encima de los productos su valor en CUC y debajo su importe en CUP, donde un ventilador es más dinero que el que cobra un profesional al mes. O un kilo de viseras es igual a la pensión de un viejito. A cualquiera le provoca un shock la shopping en moneda nacional.

Janis Hernández

Janis Hernández: No pretendo cambiar el mundo, menos aún dar recetas de cómo debe o no debe ser. No creo tener el don de la oratoria, ni dotes de literata. No soy una analista, ni una filósofa. Soy solo una observadora de las cosas que pasan a mi alrededor y me siento en el deber de hablar de mi país sin tapujos, ni frasecitas hechas, solo hablar y eso hago en mi diario.

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7 thoughts on ““Shoppings” en moneda nacional

  • Estimada Janis:

    No, no fue una torpeza de los cubanos cambiar las joyas de la familia por un ventilador, o tal vez un televisor o refrigerador los más afortunados; fue la necesidad quien los obligó hacerlo. Pena y bochorno para el gobierno que jugó, una vez más, con la necesidad de la gente (todavía queda por averiguar quién fue el “genio” que propuso semejante abuso). Nada me caía más mal cuando estaba en cuba que visitar un TRD (o cualquier tienda de las cadenas en CUC que existáin en ese enonces, no se si se mantienen) y ver que colgaban casi en la entrada carteles ridículos explicando la misión de los establecimientos y los supuestos derechos de los clientes; o peor aún, carteles con alusiones revolucionarias fuera de lugar ( porque quien no tuviera los 2.40 CUC para comprar el pomo de aceite por muy revolucionario que fuese mejor ni entraba a la tienda). Lo de a venta en moneda nacional simplemente le ahorra a la gente el cambiar en la CADECA, el profesional seguirá penando y echándose fresco con un cartón o un abanico y el pobre viejito pensionado comiendo croquetas de harina. Saludos.

  • Las tiendas del oro y la plata, una etapa mucho anterior que las TRD, en toda la zona central habia una sola por Cienfuegos. Las TRD: en el verano de 1994, un video restringido solo para los miembro del PC, con un discurso de Fidel, llamaba a los militantes a concientizarse con estas tiendas, no eran para el pueblo, era para recaudar los dolares que traia la comunidad (digase la de Miami, sobre todo), el margen de ganancia estaria por las nubes, pero con lo recaudado, el pueblo tendria un nivel minimo de productos por la libreta, que de otra forma en aquel momento no era posible, sobre todo Jabon de baño y lavar, detergente, pasta de dientes, desodorante y aceite de cocina, por lo tanto habia que mirar aquellas tiendas como una solucion salvadora, y salirle al paso a los contrarrevolucionarios que se aprovecharian de las desigualdades que logicamente surgirian. Lo que paso despues, algun cubano no lo conoce ??

  • En español se dice “tasar” o sea fijar el valor de algo. En cambio “tazar” significa destruir o gastar.

    Lo que no hay en las tiendas se llama “jabita” porque la palabra “javita” no existe en el español.

    Junto al desmoronamiento del país, no tiene sentido empecinarse en destruir igualmente el idioma.

  • Y víceras, no viseras

  • Vísceras.

  • Justo.
    ¡Gracias! A mí se me escapó esta otra “joya” de la lengua cubana.

  • La ortografía, a la altura del surtido y la calidad de las mercancías en las tiendas.

    ¿Cómo es, Pepe?

    Gracias, Fidel

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