De despidos e insolidaridad entre cubanos

Isbel Díaz Torres

Julio Antonio Fernández Estrada
Julio Antonio Fernández Estrada.  Foto: oncubamagazine.com

HAVANA TIMES – Después de conocer la indignante noticia del despido de Julio Antonio Fernández Estrada, uno de los jóvenes académicos cubanos de izquierda más talentosos y apasionados del país, me he quedado muy inquieto.

Gente a mi alrededor, perteneciente a proyectos alternativos que han tenido momentos de gran actividad en el área del pensamiento, y también radicalmente propositivos, como Observatorio Crítico, Cátedra Haydeé Santamaría o Havana Times, también han sufrido ese tipo de represalias desde hace años.

Además (o sobre todo) otros colectivos o personas catalogadas disidentes u opositoras han padecido no solo estas medidas administrativas, sino que han sido víctimas de violencia directa sobre sus personas y sus pertenencias.

El Estado cubano avanza implacable, perfeccionando las cenas lujosísimas a empresarios e inversionistas, corrigiendo los protocolos y los logotipos, por un lado, mientras por otro machaca a la juventud inconforme de cualquier signo ideológico.

Ha secuestrado la Revolución para convertirla en esta cosa prostituida, esta infame caricatura que venden en Latinoamérica para que los turistas lleven a casa una gorra del Che, unas botellas de ron, y la certeza de que en esta tierra la justicia social nunca volverá a estar entre las prioridades de quienes gobiernan.

Es por eso (entre otras razones) que los anarquistas ya lo pensamos dos veces antes de llamarnos “de izquierda”. Esa izquierda que iguala a la derecha en corrupción, oportunismo, represión, pero enmascarada de pasamontañas y estrellas rojas (y en Cuba ni eso).

Ahora, si me salgo por un momento de esta mirada general, y vuelvo el rostro a los individuos que HACEN la censura, la represión, la corrupción, la indolencia, ¿qué veré?

¿Es que será posible identificarles? Esa que estampa su firma en la hoja de Despido, ese del Sindicato que apoya la decisión, los compañeros de trabajo que miran a otro lado mientras sales de la oficina del director… ¿quiénes son esas personas?

¿Será posible convocarles? ¿Decirles que ellos también forman parte de la mierda que critican por lo bajo, mientras suben a una guagua repleta?¿Podremos denunciarles ante alguna instancia moral? ¿Serviría eso de algo? ¿Despertarían?

Es tan jodido ver la insolidaridad entre los periodistas, todos conscientes de la censura que viven mientras ven pasar al personajillo de pelo blanco del Partido, que acaba de salir de una reunión donde la Seguridad del Estado dictó una nueva política que nunca llegará a la Asamblea del Poder Popular.

¿Qué cosa es luchar desde dentro? ¿Sirve eso para algo? Sí: para mantener el estado de cosas: un Estado abusador, que chantajea a la gente con la salud y la educación gratuita y de pésima calidad.

Julito dice que ya no permanecerá callado nunca más. Eso es lo que debieran hacer todos y todas quienes sufren la arbitrariedad de los Órganos de Justicia Laboral, de las Fiscalías, de los Tribunales ¿Populares?

Y los que ya pasamos por ahí, y quienes todavía no lo han hecho, deberíamos apoyarles también, ser solidarios, aunque no sea nuestro pellejo. Porque se trata del pellejo de la dignidad, que no se ciñe a personas individuales, sino que cubre la humanidad de los grupo sociales que integramos.

Quien se sienta a hacer antropología o sociología desde la seguridad de su cátedra, y después viaja a los congresos de LASA o a dar charlas tibiamente críticas (graciosamente críticas) en universidades en París, España, Puerto Rico; es tan cómplice como los tristes agenticos en sus motociclistas Suzuki rojas.

Sí, comprendo que es una especie de suicidio, que hay familias que dependen de esos puestos de trabajo, y hasta de esos viajecitos que nunca vienen mal. Pero la otra opción es colaborar con el mal, con la mentira, con la simulación, con el doble rasero, con la injusticia.

Hoy no tengo ideas originales ni frases ingeniosas. La verdad debe ser suficiente para hablarles.

Queda claro que el mejor servicio que el Estado cubano está haciendo al neoliberalismo global es aniquilar a su juventud crítica, a sus artistas cuestionadores, a sus periodistas conflictivos. Es la receta perfecta para que los intentos de construcción socialista sean justo eso que dice la derecha que son: tristes ensayos de autoritarismo y aniquilación de la diferencia.

Ya no me callo más.

Isbel Diaz

Isbel Díaz Torres: Pinar del Río y La Habana son mis ciudades. En una nací, el 1º de marzo de 1976, y en la otra he vivido desde siempre. Soy biólogo y poeta, aunque eventualmente he sido músico, traductor, profesor, informático, diseñador, fotógrafo, o editor. Soy un gran inconforme y defensor de las diferencias, quizás por haber sido desde siempre un “niño modelo” muy reprimido. Nada me subyuga más que lo desconocido, la naturaleza y el arte me funcionan como fuentes de misterio y desarrollo. Un sorprendente activismo ha nacido en mí en los últimos tiempos. Aunque no estoy muy seguro de cómo utilizarlo, siento que es una energía noble y legítima. Ojalá tenga discernimiento para manejarla.

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14 thoughts on “De despidos e insolidaridad entre cubanos

  • Bien por Isbel, bien por levantar la voz en esta nueva hola de represion del castrismo en extinción.

    Pero no se por que razon Isbel se empeña en achacarle al ” neoliberalismo” las violaciones de los derechos humanos que son típicas del socialismo real desde su fundación hace 100 años.

  • Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
    Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
    Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
    Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
    Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada
    Martin Niemoller

  • Bravo Isbel, muy buena denuncia, pero lamentablemente varias generaciones hemos vivido lo mismo y siempre hemos estado muy poco acompañados por algunos pocos amigos.
    Ojalá los “intelectuales de viajecitos” y todos los académicos, profesionales y periodistas que trabajan en medios oficiales sean solidarios y no sigan virando la cara ante los atropellos todos, no sólo del último que ha sido expulsado de su trabajo y no sólo entre los grupos ideológicos.De lo que se trata es que en Cuba no se respeta ningún derecho humano y no se respeta ninguno porque ninguno es reivindicable ni justiciable, por eso es un país que funciona en la más completa arbitrariedad e impunidad para los atropellos contra los ciudadanos de todo tipo y en todas las esferas de la vida social.
    El gobierno no va a otorgar tolerancia con la discrepancia hay que arrancársela.

  • Te felicito, Isbel, por tu posición y tu análisis. Pero veamos la cosa de frente. El problema central es que casi ninguno de los que se ubican en ese espectro de críticos consentidos -y donde también están incluidos los amigos del Observatorio Crítico- repito, casi ninguno, ha levantado su voz cuando han sido reprimidos los opositores, en unos casos porque eran de derecha, en otros porque estaban marcados por el oro de Washington. En todos los casos por ceguera política, remilgos ideológicos y cobardía oportunista. No vi nada de ustedes cuando quitaroin sus derechos a Cuesta Morúa o allanaron la sede de Cubalex. Ojala que posiciones como la tuya sean compartidas y entiendan todos que si quieren una Cuba Posible, no pueden limitarse a dar reuniones sectarias en New York con la plata de Soros, ni escribir artículos pagos en la vedetista OnCuba. Ahora la represión llega hasta estas playas y, como en los tiempos de Niemoller, no queda nadie para protestar.

  • Isbel, has dicho la palabra magica: ‘solidaridad’…A aplicarla entonces!

  • Isbel, hermano mío, no necesitas esforzarte buscando frases ingeniosas o graciosas, has dado un testimonio hermoso y valiente. Tiene un gran valor lo que has hecho y el que lo hace.

  • Excelente Haroldo !!! Usted como siempre; claro, preciso y conciso!!!

  • Opino que esta denuncia obtendrá más valor cuando se solidaricen con los otros ciudadanos que también denuncian los abusos y violaciones que el régimen comete a diario contra todos, que son tan ciudadanos como Fernandez Estrada. El detalle está en que, sólo cuando empiecen a inquietarse y a no callarse ante ninguna injusticia cometida contra cualquiera que sea, es que empezarán a sentar las bases para obtener la democracia, que “by the way” no debe tener ideología política, en democracia lo legítimo es salir en defensa ante cualquier atropello que se cometa. Porque qué diferencia hay entre el injusto despido de su centro de trabajo de este “talentoso académico de izquierda”, y la encarcelacion desde septiembre de Julio Alfredo Ferrer Tamayo por ser abogado y defensor de los derechos humanos?. Creo imperativo reflexionar en el pedido que hace Cubalex instando a que “todos juntos” griten la frase martiana de que “En la justicia no cabe demora, quien dilata su cumplimiento, la vuelve contra sí”. Y es exactamente lo que vemos le está pasando a este joven, por no alzar su voz en contra de las injusticias -hartas conocidas- cometidas contra otros, ahora ve cómo esa misma “justicia” se le viene contra el. Jamás habrá justicia en Cuba mientras exista éste doble rasero.

  • bien dicho… julio lamnetablemnete ha sido uno mas d los muchos que recientemente han padecido cosas similares..pareciera que hemos retrocedido en el tiempo y estamos en pleno quinquenio gris o decenio negro que describe mejor esa etapa reciente de nuestra historia…cuando un gobierno es capaz de hacer ese tipo de cosas es porque el miedo se ha apoderado de el..pero si hay una herramienta util es la que julio ha dicho que utilizará: no callar

  • Muy bien Isbelt. Y Miranda tiene razón, la solidaridad debe ser con todos los perseguidos politicamente, aunque no compartamos algunas de sus ideas. La libertad es siempre la libertad para el disidente, dijo mas menos la Luxemburgo. No regaño a nadie por favor…..Un abrazo. PC

  • Tremenda pieza…, muy bien escrita, implacable, y pone a pensar a todos…

  • Mi solidaridad, con Julio, con Isbel. Recordemos el poema de Brech, y saquemos la leccion: no debemos ser indiferentes cuando vengan a llevarse a nuestro vecino, cuando abusen de él, sea del signo que sea, judio, diaidente, etc., porque mañana pueden venir por nosotros. Lamentablemente, la mayoría espera a que toquen a su puerta para darse cuenta de la injusticia y las rondas del mal. Mi abrazo y mi voz siempre con el abusado, aunque sea mañana un comunista, como lo fueron ayer. Un abrazo solidario!!!!

  • Exactamente!

    Si en los años ’60 y 70’s se hubiesen solidarizado con aquellos cubanos que ya exigían que se les respetaran sus derechos, “cuando no debía haber dudas” ya que el monstruo había sacado sus garras desde hacía rato, pero bueno.., todavía quedaban muchos embriagados de fidelísimo, Pero AHORA, creo que es hora de que ese talento académico, mentes pensantes, empiecen a solidarizarse con el que no se calle ante una injusticia. Si no cogieron la luz que tuvieron los de aquellas épocas, únanse a los que la tienen ahora. Por favor que se les va la vida.

  • Mis buenos recuerdos de la adolescencia guardo de ti julio antonio. Siempre alegre, optimista, bien proyectado hacia lo que queria. Y aunque no pensemos igual. Siempre lo recuerdo bien. Mi amigo del barrio que solo mirarlo me alegraba. Aun guardo el secreto que me dijo una vez de lo que queria ser en el futuro. Ojala me recuerde jajajajaja. Y bien por Isbel claro que si

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