Adiós a la ceiba de la Universidad de La Habana

Isbel Díaz Torres

La ceiba de la UH.

HAVANA TIMES — La vigorosa ceiba que crece frente a la escalinata universitaria, en la capital de Cuba, ha sido drásticamente podada. Se trata de un nuevo ejemplo de la labor descuidada e irrespetuosa de quienes se ocupan de las áreas verdes en esta agredida ciudad.

Aunque en rigor, el árbol no se encuentra ubicado en áreas al interior del centenario recinto universitario, muchos de quienes estudiamos allí la teníamos como un punto de referencia importante, y era simplemente conocida como “la ceiba de la Universidad”.

Ubicada en el parque Colina, exactamente en la esquina de San Lázaro y calle L, la potente base de concreto construida exclusivamente para salvaguardar la ceiba no fue suficiente para protegerla de los leñadores que pululan por estas calles.

Cada día entiendo menos los principios que rigen las labores de quienes deberían garantizar el cuidado ambiental en la urbe capitalina. Esta vez difícilmente puedan ofrecer una razón convincente que justifique el nuevo acto depredador.

Mirando la situación real del lugar, casi puedo asegurar que las raíces de la planta no afectan al edificio aledaño. Tampoco sus ramas hacen peligrar el tendido eléctrico, pues pasa bien lejos de allí.

Calle San Lázaro y la escalinata de la UH.

La única razón que puedo imaginar es que los vecinos del edificio quisieran ver los conciertos que, de pascuas a San Juan, se ofrecen en la escalinata universitaria, al otro lado de la calle. Es probable que el follaje del bello ejemplar obstaculizara la vista desde las ventanas.

Por la juventud del árbol, existe alguna posibilidad que sobreviva. No obstante, no hay garantías de ello. Recuerden cómo mi ceiba, en San Agustín, resistió durante tres años sacando brotes nuevos cada primavera, hasta morir. En este caso el tronco no es tan grueso, lo que pudiera significar una ventaja.

Lo que sí parece que no sobrevivirá será el respeto, la casi veneración que se le tenía a la ceiba, árbol insigne de esta ciudad. La mezcla de historia y religión vinculada al sagrado árbol, formaban un escudo protector que funcionó por décadas.

El pragmatismo y el cinismo que hoy corroen la sociedad cubana, difícilmente permitan que esta se dé por enterada de cómo se horada su identidad, de cómo se desacralizan sus símbolos más centenarios.

Y los universitarios… ¿qué habrán dicho de todo esto?

 

Isbel Diaz

Isbel Díaz Torres: Pinar del Río y La Habana son mis ciudades. En una nací, el 1º de marzo de 1976, y en la otra he vivido desde siempre. Soy biólogo y poeta, aunque eventualmente he sido músico, traductor, profesor, informático, diseñador, fotógrafo, o editor. Soy un gran inconforme y defensor de las diferencias, quizás por haber sido desde siempre un “niño modelo” muy reprimido. Nada me subyuga más que lo desconocido, la naturaleza y el arte me funcionan como fuentes de misterio y desarrollo. Un sorprendente activismo ha nacido en mí en los últimos tiempos. Aunque no estoy muy seguro de cómo utilizarlo, siento que es una energía noble y legítima. Ojalá tenga discernimiento para manejarla.

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8 thoughts on “Adiós a la ceiba de la Universidad de La Habana

  • Los universitarios?.Pues es mejor que no digan nada porque si opinan sobre el talado de una ceiba es posible que lo acusen de traidores al servicio de una potencia extranjera,en este caso los americanos!

  • Puede haber otra razon para la barbara amputacion del arbol, quizas la Tecnica Operativa Secreta necesitaba un punto facilmente ubicable para la observacion y seguimiento a un objetivo en el area donde reposan las cenizas de Julio. A Mella o en la escalinata universitaria. En la bella isla todo es posible simplemente es , lo real maravilloso, convertido en lo real vergonzoso.

  • Además con lo fea que se va a ver la cuadra ahora! Y que decir de los que esperan el P6 para el eléctrico en ese parque y se resguardaban del sol del mediodía en la sombra de la ceiba. La cantidad de gorriones que anidaban en sus ramas ….. un crímen!

  • Apoyo la protesta. Yo también tengo una ceiba que extrañar en mi paisaje diario, no podada, sino inexcusablemente talada en un lugar apartado de calles, tendido eléctrico o edificaciones. No obstante este caso me recuerda que una vez en la universidad donde estudiaba podaron todos los árboles de una alameda. Uno de los jardineros que estaban podando al increparlo, desde arriba del árbol que podaba, nos preguntó con sorna y con la experiencia del que sabe por haberlo hecho muchas veces “cuando tú te pelas no te sale el pelo de nuevo?”. No satisfechos allá fuimos con la protesta hasta a ver al rector para quejarnos. Conclusión, a los quince días los árboles estaban como antes.

  • Enrique: Ojalá en este caso sea así como en tu anécdota… no obstante, mi experiencia con ceibas drásticamente taladas es que al final no logran reponerse. La muerte puede demorar 1 o 2 años, pero al final siempre ha llegado. Es que se trata de cuerpos muy grandes, que sin área verde para la fotosíntesis y el movimiento de los nuetrientes, es muy difícil mantener funcionando. Eso las diferencias de árboles de menor porte, con troncos no tan anchos como estos.
    Saludos y gracias a todos los comentaristas.

  • La dejaron horrible. Hay un irrespeto por los arboles terrible. Quien ordenó eso? Los arboles son lo pulmones de una ciudad. Eso no es una poda normal.
    Las ciudades deben tener un codigo para proteger los arboles (la ciudad donde vivo la tiene y hay ciertos arboles que no puedes tumbar, aunque esten en tu propiedad) y normas para podarlos. Mas si son especies como la ceiba.
    Es que un arbol cuesta años para que cresca.

  • la ceiba estaba enferma hacía tiempo. otras veces es abusivo, pero no esta. lo que realmente me asombra es que hayan tenido el cuidado y la atención de darse cuenta ellos y no ustedes. supongo que les gustan los árboles pero tampoco los entienden, y se arriesgan a lo mismo de siempre, a criticar en vano y perder la buena oportunidad. y si, cuba es bella a pesar de nosotros, u horrible a veces gracias a todos nosotros, gobierno, instituciones y pueblo. no culpen más, hagamos el país en que queremos vivir y sembremos!!!!

  • Michel: en efecto, considero que es difícil entender a los árboles; pero por tu expresión debo suponer que tú sí los entiendes, lo cual te convierte en una persona en extremo útil. Nunca vi el árbol enfermo, por eso no puedo decir que esa fuera la causa. Por demás, si pretendían deshacerse del árbol enfermo, ¿por qué no lo talaron del todo de un inicio, sino que hicieron una drástica poda? Después que salieron las críticas públicas fue que regresaron e hicieron una tala total. Hasta el semanario Trabajadores escribió del tema. Lamento desilusionarte, pero en el caso mío, que escribí el artículo, sí siembro árboles sistemáticamente. Mi proyecto se llama EL GUARDABOSQUES, y estás invitado a nuestra próxima siembra, que será el 5 de febrero, pues siempre sembramos un árbol el día de cumpleaños de nuestros miembros (el sitio aún no ha sido definido).
    Y para finalizar, la crítica no pienso que sea vana, pues ayuda a identificar nuestros problemas y errores, y así lograr cambiarlos.

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