Rememorar a mi padre

Irina Pino

Mi padre en el centro.

HAVANA TIMES – He escuchado a través de mi vida testimonios de familias desunidas, hijos que no le hablan a los padres, o padres que no quieren saber nada de sus hijos, abandonos, otros demasiado terribles para repetirlos…, pero mi experiencia con mi padre no es de ese tipo.

Por parte de él hubo un inmenso amor incondicional para con sus hijos. Y aunque algunos de nosotros tuvimos momentos de rebeldía, incomprensión con su persona, ahora es algo que no se sostiene, solo nos queda un sentimiento amoroso por alguien que puso su familia por delante de cualquier otra cosa.

Dentro de poco, en febrero, va a ser dos años de su muerte, lo que me hace evocar no sus últimos padecimientos, sino la etapa de la inocencia, cuando mi hermana y yo éramos niñas y él solía narrar su novela por las noches. Los tres, tirados en la cama, hacíamos una especie de círculo, entonces en voz baja y pausada, comenzaba a recrear los capítulos  que se desarrollaban en una isla desierta.

Como un Julio Verne habanero, o un avezado narrador oral, nos trasladaba hacia ignotos parajes, caminando por la isla o dentro de la cueva, donde los náufragos construyeron un hogar para resguardarse de la tormenta, del frío, un lugar caliente para habitar en paz.

Nuestro lugar de paz, en analogía con su novela, era, con certeza,  la casa en que nacimos, donde a pesar de las vicisitudes nunca dejamos de comer y vestirnos, tampoco de jugar y fantasear.

Allí había otro pilar: la lectura; dos gigantescos libreros exhibían disímiles géneros literarios, convocándonos a adentrarnos en ese mundo redondo que es experimentar vivencias contadas por escritores.

Mi padre escribió su propia historia, una vida entera en favor de una familia, trabajo sin descanso que hace rodar el engranaje, nunca olvidar, no ocultar el rostro a los problemas cotidianos, ser fiel a la ideología del apego, erigir un sitio seguro para defendernos de la agresión externa.

Ahora que es espíritu y nuestra morada flota entre los recuerdos, puedo decir: no trabajaste en vano. Ibas calzado para hacer el bien, y tu sentido de orientación fue el amor.

Irina Pino

Irina Pino: Nací en medio de carencias, en aquellos años sesenta que marcaron tantas pautas en el mundo. Aunque vivo actualmente en Miramar, extraño el centro de la ciudad, con sus cines y teatros, y la atmósfera bohemia de la Habana Vieja, por donde suelo caminar a menudo. Escribir es lo esencial en mi vida, ya sea poesía, narrativa o artículos, una comunión de ideas que me identifica. Con mi familia y mis amigos, obtengo mi parte de felicidad.

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3 thoughts on “Rememorar a mi padre

  • Muy lindos tus recuerdos de tu padre, Irina. Gracias por compartirlos.

  • Gracias Irina, por estas memorias. Sabes que pienso que lo que llamamos muerte es solo ausencia relativa, cambio de lugar. Pero en esa distancia espacial, y temporal, la ausencia duele y también nutre de formas indescriptibles. Creo que tuviste mucha suerte porque no todos los hijos tienen padres tan especiales, sobre todo en Cuba, donde hay tanta madre soltera y tanto padre ausente (vivo), lejano o hasta cercano físicamente.

  • Gracias Veronica, lo sé, tuve mucha suerte. Algun dia escribiré tambien sobre nuestras discrepancias.

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