Mujeres cincuentonas hablan de sexo

Irina Pino

HAVANA TIMES – En los lugares que frecuento a menudo, La Casa de la Amistad, El Submarino Amarillo, La Maison, donde la música que rige es el rock, me encuentro con amigas de cincuenta años que han cambiado su visión con respecto el sexo después de la menopausia. Ellas lo experimentan de maneras disímiles y así lo cuentan, unas de forma más abierta; otras, con cierta mesura.

Para Ana Lidia, que es divorciada, no existe el límite, persigue a todo hombre que se le pone por delante, es una depredadora y así lo confirma: “Le pregunto directamente al hombre que me gusta si quiere templarme. Si el  tipo acepta, nos vamos a buscar un cuarto alquilado, a veces yo misma lo pago y no me importa. En mi casa no puedo, porque está mi hija y mi mamá.

Me entran unos deseos violentos de comerme al macho que me excita y no perdono si antes lo he visto acompañando a otra mujer. Por eso me he buscado líos y he tenido que fajarme con las fulanas. Sabes que cuando la bebida sube, se calienta la sangre. Yo sigo siendo friki y promiscua. Aunque por mis borracheras he tenido malas experiencias, algunos tipos me han templado y luego me han dejado tirada por ahí,  a veces me han robado dinero de la cartera. ¡Pero, qué carajo, que me quiten lo bailao!”.

Nora es una mujer que acaba de salir de una enfermedad, la operaron de un seno y se lo pusieron de silicona, pero eso no impide que disfrute del buen sexo con su pareja actual. Estuvo deprimida por años y sin salir apenas, mucho menos deseaba que alguien la tocara o la viera desnuda. Una amiga suya la ayudó a salir de su encierro y le propuso la música y el baile como salvación. Comenzó a visitar lugares donde tocan bandas de rock y la vida le cambió por completo. Su salud se restableció.

Conoció a un hombre más joven y emprendieron una relación. Me dice que practican el sexo a diario. “Estoy viviendo una segunda oportunidad, sus fantasías sexuales y juegos amorosos me tienen loca. Creo que ahora gozo más que cuando era una jovencita”. El Kamasutra es nuestro libro de cabecera. ¡A los dos nos fascina hacer el 69! Es muy rico sentirse amada y deseada”. Juntos hacemos locuras, me hace videos y fotos desnuda. Como es músico, me dice que soy su musa rockera”.

No es de extrañar que cuando sobreviene el climaterio baje la autoestima. Eso experimenta Laura: “Cuando veo mi cuerpo desnudo rechazo la imagen que me devuelve el espejo. Estoy ajada. Aunque cuando me visto y me arreglo luzco bien. Sabes que los trapos y los perfumes ayudan…”

“Renuncié al sexo cuando empecé con mi sequedad vaginal, me dolía el pene de mi esposo, que no es grande. En la consulta de climaterio me recetaron un medicamento que contiene hormonas, pero le cogí miedo y no lo he usado nunca. Tampoco fui al psicólogo. Tuve problemas con mi esposo y nos separamos. Ahora me dedico a salir con mis amigas, venimos a estos lugares a bailar, también vamos al cine, al teatro y a campismos. No quiero maridos ni nadie que me controle. Estoy mejor sola y sin sexo. Hay otras cosas más importantes en la vida, como mi tranquilidad personal”.

Vivian no busca el sexo, expresa que no es lo mismo con la edad, con su esposo ya no quiere. Está aburrida de él. Sin embargo, si conoce a alguien desconocido, puede lanzarse a tener una aventura sexual. Es gorda, pero señala que a determinados hombres les encanta las mujeres de su tipo. Me mantengo bien aseada, hasta me rasuro porque sé que a los jóvenes les gusta meter la boca donde no haya pelos. “No vivo para el sexo, pero cuando alguien me despierta los instintos dormidos ahí si voy de cabeza”.

“Soy loca, dice Yolanda, a mí me da lo mismo “ocho, que ochenta y ocho”, me ligo con hombres o mujeres de mi edad, o más jóvenes, lo mío es tener sexo. Por eso siempre vengo a estos sitios, donde hay bastantes personas disponibles. La gente piensa que estoy drogada, y es que soy una contenta de la vida y siempre estoy a mil, aguanto mucha bebida, pero sé cuándo parar.

No hago diferencia entre hombres y mujeres, pienso que después de mis cincuenta me volví bisexual, o si lo era no lo sabía. Me he dado cuenta que perdí muchos años comiendo mierda y siendo estúpida con parejas fijas. Hay que saber de todo en el sexo, la fuente de orgasmos venga de donde venga, siempre es bienvenida, por lo menos antes que esté mayor y lamente lo que dejé de hacer. En estos momentos me siento con nuevas fuerzas, y el sexo es algo importante. Como vivo sola, ahora entiendo lo que es hacerlo libremente.