Los profesores, la motivación

Por Irina Pino

Captura de pantalla de Mr. Holland

HAVANA TIMES – No sé si se acuerdan de Mr. Holland, el filme interpretado por Richard Dreyfus, sobre un músico que integra una banda y luego se convierte en profesor.

Su máxima aspiración era componer y vivir de la música, pero el nacimiento de su hijo y la compra de una nueva casa, le dan un giro a su plan.

Trabajó como pedagogo por 30 años. Al principio le costó que sus estudiantes asimilaran la música clásica, por lo que se le ocurrió anexar el rock and roll al programa, para interesarlos en el aprendizaje.

Esta cinta rinde culto a la educación. Hay una clave en la primera clase de Holland, cuando pregunta a sus alumnos qué es la música. No se genera respuesta alguna. Mitad por ignorancia, y mitad por falta de motivación.

La falta de motivación predomina en los sistemas de enseñanza, sujetos a esquemas. Los estudiantes están ansiosos porque suene el timbre, la clase termine y poder escaparse.

Mi experiencia, la de mis sobrinos, la de mi hijo, me lo han demostrado, un método rígido promueve el rechazo.

Por eso me cuestiono si en verdad hemos aprendido bien de los maestros que tuvimos.

Mi profesor de Matemática, en la secundaria, me hizo odiar la asignatura por no entenderla. Le importaba una mierda ayudar a los menos aventajados (mi caso). Mientras la de Historia nos hacía memorizar hechos y fechas como papagayos. El idioma inglés nos lo metieron con tenedor.

Recuerdo que en el preuniversitario el profe de Química, antes de finalizar el turno de clase, nos relataba sus experiencias sexuales…, por lo menos este era algo freak.

En Literatura tenía altas calificaciones, a pesar de que el maestro era un déspota, y a casi nadie le ponía la nota de sobresaliente.

Cuando nos tocó conocer las obras de Shakespeare, le propuse organizar la puesta teatral de Romeo y Julieta. Pero se opuso arguyendo que eso no estaba en el programa de estudio.

Estábamos amarrados a unos educadores que no se atrevían a prácticas novedosas, como ese inolvidable John Keating, en Dead Poets Society, que incitaba a sus alumnos a experimentar la vida y la poesía. El concepto de Carpe Diem.

Décadas más tarde, el error de aquellos profesores integrales, incapacitados para impartir varias asignaturas, y los reveses académicos que provocaron. También eran inseguros, y de cultura precaria.

Pienso que la escuela debía ser el lugar ideal para celebrar el conocimiento. Donde haya proyectos de música, fotografía, pintura, cine, y todos los posibles.

Para enseñar se necesita vocación. Abogo por seres humanos, por profesionales como Holland y Keating, para influir en la vida de los jóvenes y hacerlos mejores personas.

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Irina Pino

Irina Pino: Nací en medio de carencias, en aquellos años sesenta que marcaron tantas pautas en el mundo. Aunque vivo actualmente en Miramar, extraño el centro de la ciudad, con sus cines y teatros, y la atmósfera bohemia de la Habana Vieja, por donde suelo caminar a menudo. Escribir es lo esencial en mi vida, ya sea poesía, narrativa o artículos, una comunión de ideas que me identifica. Con mi familia y mis amigos, obtengo mi parte de felicidad.

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2 thoughts on “Los profesores, la motivación

  • y nos falta todo porque todo lo convirtieron en politica y en tratar de demostrar, de manera incansable, la teoria “antes de 1959 todo mal y despues de 1959 todo bien”; en esa lucha incesante por encumbrar a un delincuente a la categoria de dios nacional destruyeron la sociedad. ahora tendremos que empezar desde 0.

  • El problema es que desde hace mucho tiempo la inmensa mayoria de los maestros y profesorescubanos son espantosos. Ignorantes improvisados, en el mejor de los casos cumplen una rutina. Como van a poder motivar, si por razones circunstanciales la palabra vocacion podria facilmente eliminarse del espanol cubano? Es un sistema podrido desde hace rato.

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