Los cambios y el tiempo

Irina Pino

HAVANA TIMES — En la tierra aumentan el caos, las guerras, plagas y enfermedades, a la par de éxodos, separaciones y muertes. Por lo que suelo preguntarme: ¿qué va a pasar conmigo? Una ineludible pregunta que me hace reflexionar a diario, y mirar el pasado que se aleja con premura dejando atrás hasta lo más reciente.

A veces experimento la sensación del vacío del tiempo, y de lo intangible que puede llegar a ser todo. Todas las tardes observaba a un actor de teatro de mi barrio que sacaba a su perro a pasear. Un día de improviso le diagnosticaron un cáncer pulmonar, y a los dos meses murió. Adrian, un muchacho que jugaba cartas en la esquina, se cayó para atrás fulminado por un infarto en pleno juego. Así de simple son las cosas.

Pienso en lo separados que estamos los amigos, David anda por New York, deslumbrado por la heterogénea ciudad, Alfredo impartiendo clases en Ecuador, Xiomara, limpiando pisos en Miami, y tantos otros regados por disímiles países tratando de hallar modos sobrevivencia.

A muchos de acá, escasamente los veo, viven inmersos en sus propias cotidianidades. Si bien, nos las arreglamos para hacer puentes y compartir afinidades materiales y espirituales que nos llenan en esos pocos momentos.

Pero gradualmente percibo la transformación. Sigo escribiendo como si de ello dependiera aliviarme de esta incertidumbre, porque de alguna manera es la única vía para afrontar todo lo desconocido que sobrevendrá.

Rememoro unos cortometrajes que se titulan Ten minutes older, donde prestigiosos directores de cine exponen sus ideas sobre el paso del tiempo, la desfiguración de la realidad, mientras transcurren apenas unos minutos en la vida de la gente.

Todo queda atrás, en el instante mismo en que pasamos a otra acción, lo de ayer, es insustituible en el ahora, y así viceversa. Lo que sucede lo vamos borrando, y luego lo recreamos con una realidad fabricada. Los recuerdos se vuelven mejores y más intensos que lo real. Por lo menos yo lo percibo de esa forma.

Les cuento una ordinaria anécdota como ejemplo. El sábado tuve que ir al hospital, debido a un problema de irritación en el ojo izquierdo. Me atendió un doctor, que me recetó un medicamento que me provocó más daño, presentándose un cuadro inflamatorio, que hacía se me contrajera el párpado, cerrando el ojo continuamente.

Por lo que decidí acudir nuevamente al mismo lugar, reconociéndome en esta ocasión otro médico, que a diferencia del primero me explicó lo que tenía, prescribiendo el medicamento correcto para mi dolencia.

Aquí se propició el cambio de lo que pudo haberse convertido en peligroso, no lo sé con exactitud, y que alguien alteró con una solución atinada.

 

Irina Pino

Irina Pino: Nací en medio de carencias, en aquellos años sesenta que marcaron tantas pautas en el mundo. Aunque vivo actualmente en Miramar, extraño el centro de la ciudad, con sus cines y teatros, y la atmósfera bohemia de la Habana Vieja, por donde suelo caminar a menudo. Escribir es lo esencial en mi vida, ya sea poesía, narrativa o artículos, una comunión de ideas que me identifica. Con mi familia y mis amigos, obtengo mi parte de felicidad.

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One thought on “Los cambios y el tiempo

  • Irina, necesitamos tener problemas porque sin problemas la vida no tendría sentido, porque lo único que nos hace felices es superar los problemas. Observa que digo superar y no resolver, porque no es lo mismo superar un problema que resolverlo.

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