Leones desaparecen de parque habanero

Por Irina Pino

Leones falsos del parque.

HAVANA TIMES — El parque Mariana Grajales, del capitalino barrio de El Vedado, ya no tiene sus leones originales, ahora exhibe unos ordinarios, posiblemente de yeso; las estatuas, aledañas a la avenida 23, siempre fueron objeto de curiosidad, sirvieron para que muchas generaciones se hicieran fotos de familia, muchos niños, incluida yo, montaron sobre ellos para jugar.

Durante las obras reconstructivas, en 2015, se emprendió la restauración de este parque, que incluyó el pulido de su monumento, el arreglo de las jardineras que la rodean, aceras nuevas, y bancos de cemento, pues lo de madera fueron sustraídos de a poco, hasta quedar la mayoría muy desvencijados.

Pero eso no impidió que los vecinos de los alrededores se percataran de la sustitución de los leones, aquellos que llevaban décadas allí.

Pedestal vacio, donde antes estuvo la figura de un centauro.

Hasta hoy resulta un misterio adónde fueron a parar las estatuas. Del mismo modo, una de las figuras que está detrás, un centauro con un instrumento musical, corrió igual suerte. Me cuenta un amigo, que un buen día trajeron los leones falsos, de un color diferente a sus pedestales (color mate), y pusieron los nuevos, que deslumbran por su color blanco intenso y las líneas de su tosco modelado. Leones como éstos, se pueden encontrar a la entrada de cualquier vivienda.

Este espacio es muy frecuentado, la gente suele venir a relajarse, a tomar el fresco y a disfrutar de su belleza; los niños corren, montan bicicleta, las parejas se enamoran. Enfrente, está el preuniversitario Saúl Delgado, los estudiantes suelen tomar su receso bajo la sombra de los árboles, y se les puede ver a menudo jugando al fútbol y haciendo Educación Física.

También, no puede faltar la mesa de dominó, con sus eternos jugadores, que pasan horas disfrutando de este entretenimiento.

Estudiantes en el parque.

En este mismo lugar, durante muchos años, se desarrollaron actividades culturales y políticas, ferias populares, conciertos y vigilias poéticas.

En la década del noventa, en pleno éxodo del Período Especial, cuando se incrementó la crisis energética con prolongados apagones diarios, la falta de comida y de recursos, muchos tomaron la iniciativa de armar allí, a la vista de todos, balsas y artefactos de navegación con el único fin de marcharse del país, como alternativa para huir de las penurias económicas.

Pesa la historia del lugar, me invade la tristeza cuando miro la falsedad de las estatuas, que contrasta con todo.

Nadie se ha atrevido a reclamar. ¿A quién se le puede pedir cuentas? ¿A quién se le puede preguntar? Sin embargo, a pesar de todo, los leones verdaderos quedan en la memoria de los que visitaban el parque buscando paz y sosiego. Solo los niños y los jóvenes de ahora no se darán cuenta del engaño, aunque quizás haya un familiar, un amigo, que se encargue de contarles el extraño suceso.

Irina Pino

Irina Pino: Nací en medio de carencias, en aquellos años sesenta que marcaron tantas pautas en el mundo. Aunque vivo actualmente en Miramar, extraño el centro de la ciudad, con sus cines y teatros, y la atmósfera bohemia de la Habana Vieja, por donde suelo caminar a menudo. Escribir es lo esencial en mi vida, ya sea poesía, narrativa o artículos, una comunión de ideas que me identifica. Con mi familia y mis amigos, obtengo mi parte de felicidad.

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9 thoughts on “Leones desaparecen de parque habanero

  • Ve a buscarlos a casa de alguno de los nuevos macetas. en los años 80s, en la oficina de flora y fauna de Guillermo Garcia en Managua se apilaban tiradas unas contra otras, decenas de estatuas de marmol bellisimas, posiblemente sacadas de las mansiones confiscadas y de hasta cementerios.

  • Si desea pedir informaciones o cuenta de todo lo que se ha roto, deteriorado o robado en la isla debe dirigirse a las oficinas que están detrás de la raspadura de Martí.

    De paso, pida información por todas las esculturas desaparecidas del Cementerio de Colón, por las obras de arte de la casa de Alfredo Guevara, por el diamante del Capitolio y por el famoso vasito de leche… por solo citar algunas de las misteriosas “desapariciones”.

  • Los estudiantes suelen tambien subirse arriba de los bancos, suelen tambien beber y fumar alrededor de la estatua y los niños suelen tratar de subir al monumento al igual que jovenes por la noche,tal vez por eso se llevaron las originales antes de que no sea el tiempo, sino la indolencia humana la que acabe con lo poco que nos queda de patrimonio, recuerden lo de las gafas de Lennon.Aunque es desconocido el paradero de las estatuas originales.

  • Si fuse asi de cierto al menos deberian informar en que museo se encuentran. Eso no es propiedad de ningun gobierno, sino del pueblo, la nacion.

  • deben andar en patrimonio cultural que creo que es la encargada de todo esto, o la oficina del historiador.

  • Así que ¡vendemos el sofá, y chao! Por ese camino habría que quitar de su sitio a La Fuente de La India, los leones el Prado, las estatuas del Capitolio, el Quijote de 23 y J y mil cosas más. ¿No sería más adecuado, si se tratara de proteger -que lo dudo mucho- poner un velador nocturno allí, como en el caso de Lennon?
    Pero creo que la pregunta es: ¿a quién me dirijo para saber del paradero de esos objetos? ya que con los medios nacionales (que se ocupan de tales cosas en los países civilizados, cuando es menester) no se puede contar. Imaginen el “palo periodístico” que daría alguien que haga un reportaje sobre las estatuas perdidas, su ubicación original y sus respectivos destinos, incluidas las mencionadas que estaban en la casa del experto en arte G. García.

  • Están junto con la estatua de Johann Strauss que estuvo en Línea y G.

  • No se “desaparecieron”, un amigo los vio en Nuevo Laredo, cabizbajos y temerosos de que tuvieran que regresar nuevamente al parque Mariana Grajales

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