Festival de cine francés en La Habana: cines vacíos

De la películaTan cerca, tan lejos, 2019 de Cédric Klapiscgh

Por Irina Pino

HAVANA TIMES – Acaba de finalizar el Festival de cine francés en La Habana. El evento aconteció en las salas del Proyecto 23, Yara, Riviera, 23 y 12, Chaplin, La Rampa, Acapulco y el Multicine Infanta.

El público ha sido precario, se extrañan las colas y los cines repletos de antaño. Las salas estaban prácticamente vacías, a veces, con menos de 20 personas.

La falta de motivación tiene sus causas, ya sea por el trauma de la pandemia (miedo al contagio), la dificultad de trasladarse, guaguas repletas, donde la gente va como sardinas en lata, así como las nuevas tarifas de los taxis.

Por otro lado, mucha gente se ha acostumbrado a los paquetes semanales, al acceso de material cinematográfico sin moverse de la casa.

Y un asunto primordial: el desgaste por conseguir alimentos en colas kilométricas, donde se pierde parte del día. Luego, ya no quedan ganas de salir.

Existen muchos pros y contras, los cines solo funcionan de miércoles a domingo, con una sola tanda, a las 5 y a las 6 de la tarde. Debido al ahorro energético…

La programación no dejó de ser atractiva, pero sentí la ausencia de directores que respeto, como Mia Hansen Love, Jacques Audiard, Arnaud Desplechin, Francois Ozon, y el actor y director Mathieu Amalric.

Se inauguró con una retrospectiva del director Costa Gavrac, y las cintas Los raíles del crimen, Z, La confesión, Sobra un hombre, y El capital.

Llegaron materiales de ficción, animados y documentales. Implicó películas de corte histórico, denuncia social, gastronomía, temática gay en el deporte, la adopción, crecimiento personal, las relaciones de pareja y familia, la escuela, y por último, las historias basadas en hechos reales.

Se exhibieron: Hazme volar (Christophe Barratier), Un amor imposible (Catherine Corsini De Gaulle (Gabriel Le Bomin), Aline (Valérie Lemercier),Camarones en lentejuelas (Cédric Le Gallo y Maxime Govare), En Guerra (Stéphane Brizé), En buenas manos (Pupille, Jeanne Henry), La vida escolar (Mehdi Idir y Grand Corps Malade), Especiales (Olivier Nakache y Éric Toledano). Poetas del cielo (Doc. Emilio Maillé), Proceso contra Mandela y los otros (Doc. Nicolas Campeaux y Gilles Porte), Tierra WILLY: Planeta desconocido (Largometraje animado. Eric Tosti), Minúsculos. El valle de las hormigas perdidas (Largometraje animado. Thomas Zsabó y Héléne Giraud), La famosa invasión de los osos en Sicilia (Largometraje animado. Lorenzo Mattoti).

Les hablaré de cuatro filmes que me gustaron.

Delicioso, 2021(Eric Besnard), no es una película del arte gastronómico en sí (aunque está), va de un cocinero expulsado por su amo aristócrata al innovar un plato. Su hijo, lector de filosofía, lo anima a montar su propio restaurante en pleno siglo XVIII (antes de la Revolución francesa), sorteando las enormes dificultades que esto implica. Está el conflicto de clases, planteado con seriedad, y a modo de divertimento.

Es una cinta fresca, encantadora, de ambientes y bellos paisajes, con una magnífica dirección de arte, que enfatiza en el diseño de vestuario, la fotografía, la música y las actuaciones. Según su director, que investigó el tema, se basa en la etapa fundacional de los restaurantes, que en realidad comenzaron en Paris, aunque aquí se centra en uno de provincia. Nominada al Premio César por el mejor diseño de producción y mejor vestuario.

Tan cerca, tan lejos, 2019 (Cédric Klapiscgh), habla de la incomunicación en la sociedad moderna, en la era de internet. La búsqueda de pareja por las redes sociales y su total fracaso. Son dos jóvenes que viven en la misma ciudad, en edificios contiguos, pero no se conocen. Debajo de todo esto hay traumas de la niñez, que los convierte en seres vulnerables que se aíslan en su propio mundo.

Amanda, 2018 (Mikaël Hers), es un filme sencillo, íntimo, sin excesos melodramáticos. Es la tragedia de un joven de 24 años que debe asumir la tutoría de una sobrina. También refleja las consecuencias del terrorismo dentro del círculo familiar. Hers, ha sido catalogado como realizador de filmes amables. Yo lo llamaría el realizador de la esperanza. Vincent Lacoste, su actor principal fue nominado al César.

Adiós idiotas, 2020 (Albert Dupontel), son tres personajes, una mujer enferma, un hombre despedido de su trabajo y un ciego, que han sido marginados por la sociedad en algún momento de sus vidas. No obstante, la realidad da un vuelco y los obliga a unirse por una misma causa en una intrépida aventura. Comedia negra muy divertida. Prohibido llorar al final. Conquistó varios Premios César.

Les confieso que soy admiradora del cine francés, disfruto la Nouvelle Vague, que es como la vida misma. Es una filmografía que nos permite explorar otras vidas, pasadas o cercanas, conocer, reflexionar, estar de acuerdo o disentir.

Es bueno salir de la comodidad del hogar, y volver a sentir la magia de la Sala Oscura.

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Irina Pino

Irina Pino: Nací en medio de carencias, en aquellos años sesenta que marcaron tantas pautas en el mundo. Aunque vivo actualmente en Miramar, extraño el centro de la ciudad, con sus cines y teatros, y la atmósfera bohemia de la Habana Vieja, por donde suelo caminar a menudo. Escribir es lo esencial en mi vida, ya sea poesía, narrativa o artículos, una comunión de ideas que me identifica. Con mi familia y mis amigos, obtengo mi parte de felicidad.

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2 thoughts on “Festival de cine francés en La Habana: cines vacíos

  • Te recomiendo “En buenas manos”. A seguir disfrutando del buen cine.

  • Gracias por comentar. Seguro la buscaré.

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