El hombre olvidado en la ciudad maravilla

Irina Pino

Buscando en la basura.  Foto: Juan Suárez
Buscando en la basura. Foto: Juan Suárez

HAVANA TIMES — En La Habana, proclamada recientemente “Ciudad maravilla”, uno de sus ciudadanos octogenarios, ilustre para toda la familia, echó sus raíces indestructibles, luego de emigrar desde la ciudad de Santa Clara con solo catorce años.

Vivió en un barrio pobre de la calle Cuarteles, junto a su tía que lo tomó a su cargo, pues su madre falleció cuando era pequeño. Separado de sus otros hermanos, se forjó y aprendió a no depender de nadie.

Estudió en una escuela pública, se graduó de Bachillerato. Fue pescador, vendedor en un puesto de fritas. Fundador del INIT – hoy Ministerio del Turismo–. Trabajó de mandadero, impresor en máquinas Heidelberg, de encuadernador y haciendo rebarbado. Luego comenzó a laborar en Publicitur, en Vallas y Lumínicos, colocando vallas publicitarias en lujosos hoteles, en toda la ciudad y sus alrededores.

Finalmente se convirtió en administrador de una imprenta. Pero nunca padeció del síndrome del poder, digno, honrado, cumplía cualquier tarea que le ordenaran. Miliciano, machetero, compañero siempre al servicio de otros trabajadores, ayudaba a superarse a los demás incondicionalmente. En la década del setenta del pasado siglo, por sus méritos, fue estimulado con una gira por los países del antiguo campo socialista.

Aquí se casó y tuvo tres hijos. No tuvo nunca un salario elevado, pero con su esfuerzo personal, haciendo horas extras, se permitía una vida decorosa. Antes de su jubilación, un trabajador malicioso, cuestionó el último estímulo que se le asignaba (un refrigerador) –nunca se les ocurrió darle un auto–. A lo que el Sindicato intervino con una desapasionada defensa, siéndole entregado el efecto electrodoméstico posteriormente. La despedida fue triste y sin honores. Aún guarda en un cajón dos medallas: una de la alfabetización y otra por su trayectoria como trabajador.

Jubilados.  Foto: Juan Suárez
Jubilados. Foto: Juan Suárez

La exigua pensión que recibe, consistente en 270 pesos, apenas le alcanza para comprar una factura de frijoles, viandas y una poca carne. Su casa, después de más de treinta años de pago, se derrumbó por la estupidez de un vecino, y porque era de la década del veinte. Cuando se realizó la demolición, no hubo ni un albergue para cobijar al anciano, que tuvo que ir a vivir a la casa de su hija menor.

Se redactó una carta de solicitud de vivienda – a un presidente–, la misiva giró en círculos, y cayó en el baúl de las burocracias, retornando al mismo lugar. En otra misiva desesperada al Ministro del Turismo –donde colocó su piedra fundacional–, solo obtuvo la retórica respuesta: “no disponemos de inmuebles”; minimizando la situación por ser una persona ya inactiva y sin vínculo laboral, exento de tener alguna prioridad o un hilo de esperanza. Mientras que, irónicamente, frente al apartamento de la hija, se mudaba un “funcionario del turismo” a una casa vacía.

En la ciudad maravilla, se ignora el destino de uno de sus hijos, ilustre para toda su familia: un anciano de ochenta y seis años que ya no tiene posesiones, solo sus memorias.

Irina Pino

Irina Pino: Nací en medio de carencias, en aquellos años sesenta que marcaron tantas pautas en el mundo. Aunque vivo actualmente en Miramar, extraño el centro de la ciudad, con sus cines y teatros, y la atmósfera bohemia de la Habana Vieja, por donde suelo caminar a menudo. Escribir es lo esencial en mi vida, ya sea poesía, narrativa o artículos, una comunión de ideas que me identifica. Con mi familia y mis amigos, obtengo mi parte de felicidad.

Irina Pino has 300 posts and counting. See all posts by Irina Pino

13 thoughts on “El hombre olvidado en la ciudad maravilla

  • Triste, muy triste esta historia que se repite en cada rincón de la isla.Miles y miles de ancianos que creyeron el cuento chino gubernamental, se sacrificaron dando lo mejor de sus vidas en aras de una utopía asuzada por la manía de grandeza y el narcisismo de la casta que dirige. Ahora ese propio sistema que ayudaron a cimentar les vira la espalda.

  • donde esta la humanidad de que siempre estan hablando

  • Y. Lo peor es que, como este pobre anciano, hay en Cuba muchos más a quienes el socialcosadesa tira a basura

  • Me encantaría que este artículo se lo dejaran solo para que Don EDUARDO explique porque esta situación de este hombre?. Después de haber servido a su revolución toda su vida.

  • Esa es la generación que le dio un cheque en blanco a los Castro y mira como le pagan 55 años despues. La jubilación no le alcanza ni para pagar un asilo que ahora cuesta 400 pesos mensuales la cama.

  • Por donde quiera que te vires lo que lees te deprime mas, aca un anciano practicamente en la calle despues de dar su vida por esa roboilusion, mas arriba un caballo muriendo sobre el asfalto caliente de tanto trabajar, otro que no puede regresar a su pais por falta de dinero y sin ayuda de su gobierno, por el cual “voto” en las elecciones, aquel que le llaman “palestino” y que tiene que vivir casi clandestino en su propia tierra, la Melia contratando españoles para cargos gerenciales en los hoteles cubanos obviando la necesidad que tienen los cubanos de un trabajo decente y bien remunerado, ..realmente a veces da deseos de cerrar la pagina cubana y no entrar nunca mas.

  • lo más triste es que en la actualidad no hay una solución a la problemática del jubilad@ y su nivel adquisitivo, es patético lo que muchas de estas personas tienen que pasar para alimentarse adecuadamente. Y la población sigue poniendose vieja…

  • Agregando salarios de 20 dolares, cero construcción de viviendas, juventud tirada a la prostitucion, miles escapando del país a como de lugar y los responsables vacilando la vejez sin ningún tipo de apertura real al bloqueo interno. Pobre Cuba.

  • Pero eso sí, como dice el General / Presidente y su canciller, este último en la ONU: “En Cuba no hay ningún desamparado”. No sé hasta cuando van a seguir en la postura de la mentira. Coincido con Atanasio,Cuba es deprimente no sólo por su pésima situación sino por la ausencia de alternativas con el gobierno actual.

  • Bueno, si el Señor no tiene pariente afuera que lo mantenga, entoces si que su caso no tiene solución. Todavía hay quien con gran desfachatez reprochan que dejándo a los viejos en Cuba les salen más barato a los familiares, como si la problemática fuesen solo los jubilados, dichoso el cubano que no le falle el sustento del exterior, porque la realidad es, que en Cuba el nivel de indigencia es total.

  • Las pensiones son nominalmente iguales a las de hace 60 años, cuando 1 peso era igual a 1 dollar.

    ¡Gracias Fidel!

  • Eduardito no comenta???

Comentarios cerrados.