Día normal y chispazos

Irina Pino

A comprar papas. Foto: Juan Suárez

HAVANA TIMES — Hace tres semanas me matriculé en un taller de edición digital de libros; también estuve en uno de filosofía, en otro de narrativa, y con seguridad habrá otros. Palear la inercia es una estrategia para no terminar con una camisa de fuerza en este manicomio donde hemos sido confinados. Pero hoy me tomaré la licencia de contarles cómo transcurre mi día “normal”.

A las 6 y 15, suena la alarma, me levanto, preparo el desayuno, comienza la batalla por despertar a mi hijo para que vaya a su escuela. Cuando al fin lo logro, lo ayudo a alistarse para sus clases. Después que se ha ido, me siento en la pc y escribo una o dos horas.

Casi siempre preparo nuevos artículos, aunque ya tenga algunos adelantados, porque me gusta la posibilidad del último que tenga en mi cabeza. Así es como sale primero el bebé, y los otros se quedan a la espera.

También reviso mis libros de poesía, los cuentos; los corrijo, los agrando, según mis objetivos; –textos que no sé veré publicados–; pues para publicar en este país hay que tener un premio que te avale, pues de otra manera el libro será engavetado por muchos años entre el polvo y la apatía, a no ser que haya algún amigo que empuje tu obra y te haga el bendito favor de meterla en uno de esos planes anuales que realizan en las editoriales con el límite de títulos.

Aunque no podrás evadir “la cola”, ya que en los primeros puestos van los escritores consagrados, –que aunque no produzcan hay que honrarlos con nuevas ediciones–, los escritores muertos, que parecen vivos, los premiados, los que financian sus propios libros, aunque tengan una obra en “cueros”, y sus editores tengan que hacer magia y terminarla a duras penas para que salga con dignidad.

Un lector ingenuo no conocerá nunca de los episodios sangrientos que desató la  dichosa “obrita”. Y al final, si alcanzas, estará tu libro, aún temblando por su destino.

Después de revisar el correo, cerca de las nueve, desayunamos. Atiendo mis padres, que ya tienen más de 80 años y salen poco a la calle, por lo que soy la hija encargada de proveerles todas las cosas. Un rato después, voy a hacer las compras: artículos de aseo, y los exiguos alimentos para consumir.

De camino paso por la bodega con el manual de privaciones (según Ernesto P. Chang) y compro las minúsculas porciones de harina, y algún que otro producto que haya llegado. Luego sesión de cocina y almuerzo. A las 12 le llevo la comida a  mi hijo.

Ya de retorno, las labores domésticas: lavar en una máquina que funciona a medias, imposible de sustituir (cuestan más de 200 cuc), organizar, limpiar, etc., etc. Por la tarde, el baño, y otra vez sesión de cocina.

El mismo orden cíclico… en la noche, después que mi hijo ha jugado un poco en la pc, o ha visto series manga, vuelvo a sentarme, reviso el correo, escribo con sueño y leo un poco.

La computadora es una entidad sagrada que hay que compartir, un Dios al que se le cuida y reverencia para mantenerlo vivo, porque a su vez, nos mantiene vivos a nosotros, –retroalimentación con evidente culto–; pues nos permite leer, escribir, ver películas…, –menos conectarnos a internet–, tal como si viviéramos en una galaxia distante.  El aislamiento equivale a ignorancia.

La televisión apenas la miro, –solo hay un televisor, y está en el cuarto de mis padres–, por lo que no suelo molestarlos ni variar sus preferencias.

Uno que otro día de la semana, hay cambios en mi rutina: son mis escapadas a conversatorios de literatura, el alquiler de películas en la videoteca, las librerías, el  cine, el teatro, las tertulias con amigos, los sitios para bailar rock, las caminatas por la Habana Vieja, las visitas a museos,  a la Casa del Chocolate…, y desde allí mirar a la gente pasar.

Pero aún sigo con un futuro sin muchas expectativas, sin planes de viajes, estancada; solo con estos chispazos que me alivian, aunque nunca son suficientes.

Articulos recientes:

  • Cuba
  • Diarios
  • Eduardo N. Cordovi

La Habana de nuestro tiempo

No que los humanos tengan que inmolarse o sacrificarse, para que las ideologías prevalezcan a…

  • Mundo
  • Noticias

Miles de personas se manifiestan en diferentes ciudades de Australia para exigir el fin de la “epidemia” de la violencia contra las mujeres y más noticias internacionales

Presentamos las noticias internacionales en breve recopilada por Democracy Now el lunes 29 de abril de 2024.

  • Nicaragua
  • Noticias

App de un nicaragüense revoluciona la industria de la Salud

La app del nicaragüense Nicolás Ibáñez fue incluida en la lista de “30 promesas de…

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.