Hershey, Cuba (El ultimo pueblo modelo)

Dmtri Prieto

Hershey, Cuba
Hershey, Cuba

El libro “Hershey” de Amarilys Ribot tiene virtudes múltiples. Escrito en un lenguaje atípico para una investigación -parece a veces más un poema o un cuento que un texto científico-, cuenta de la multifacética vitalidad socio-cultural de que gozaba ese pueblo bajo la égida de Mr. Hershey.

Del Hershey Sport Club, por ejemplo, o de la Escuela que llevaba el nombre el dueño del Central. Nos podemos enterar de los múltiples procesos tecnológicos que operaban en la fábrica, de cómo esta fue intervenido por la Revolución, de la historia del famoso tren.

Mr. Hershey tenía una sorprendente vocación para el desarrollo local, creando toda una red de servicios públicos alrededor del batey.  Quizás por eso los pobladores de más edad aún lo recuerdan con afecto.

Un detalle: al triunfo de la Revolución en 1959, la Hershey Chocolate Corp. ya había vendido el Central al industrial cubano Julio Lobo. Así que la nacionalización expropió a un capitalista del país, y no a la empresa norteamericana.

Estudiar la historia del pueblo Hershey nos enseña a problematizar sobre los destinos de la modernidad en Cuba y en el mundo, y por supuesto, sobre la relación histórica entre dos países vecinos. Vemos ante nuestros ojos la complejidad de una cultura emergida en medio de relaciones entre dos clases sociales: burgueses y obreros. Vemos un conjunto de redes que atravesaba las fronteras entre las clases, entre las razas y las nacionalidades.

¿Cómo funcionaban esas redes? ¿Qué alimentaba el afecto que corría por ellas?  Me sorprende que cuando hablo con personas de más edad de Santa Cruz, nunca pronuncian ningún juicio negativo sobre el viejo capitalista americano, fundador del poblado que para siempre porta su nombre.

Y al mismo tiempo siento lo dramático que puede ser vivir toda una vida al compás del régimen de contingentación industrial, de la sirena de la fábrica.  El orden metódico de las casitas de factura norteña de Hershey transmite una racionalidad.  La racionalidad moderna es contradictoria; el confort también llama a la rebeldía, y las desigualdades, mucho más.

Quisiera terminar con dos preguntas que me hago: ¿cómo compatibilizar el afecto que atraviesa los límites de las clases sociales con la ya tradicional visión clasista de la historia de Cuba pre- revolucionaria?  ¿Qué pasará con Hershey a medida que su tradición azucarera vaya alejándose más en el tiempo?  Problemas para futuros historiadores… y para los ciudadanos del “último pueblo modelo”.

3 thoughts on “Hershey, Cuba (El ultimo pueblo modelo)

  • Oh, btw, your photo is of the condition of the houses in Hershey today. that is not the way it looked.

    Salí de Cuba a los 13 1/2 en 1961. Yo viví en Central Hershey, Cuba desde los 3 años hasta los 11 años. Recuerdo escuchar a las personas de edad hablar muy bien de Mr. Hershey. Vivíamos en un pequeño pueblo, muy cómodo, mi padre recibía un buen salario, la renta eran $15 al mes, incluyendo creo que eran 1,000 kilowats de electricidad, era una casa amplia, con 4 cuartos y dos baños en la cuarta avenida en la esquina, Habían distintos precios de casas. Teníamos buena clínica y doctores, buena bodega y farmacia, donde podíamos comprar comida cubana y americana también si queríamos. Recuerdo que para mi era una aventura deliciosa cuando mi papá me llevó a almorzar al Hotel Hershey, que era precioso.

    Mr. Hershey aún ayudaba a los muchachos jóvenes que tenían habilidad para el baseball. De el campo de baseball de Hershey salieron varios jóvenes a las Grandes Ligas como Natilla Jimenez y otros. Fue un lugar maravilloso para crecer, me gustaba la verbena de Hershey, las fiestas de disfrazes de los niños, las ferias, todas las festividades muchas si no todas patrocinadas por Hershey.

    La única razón porque mis padres regresaron a su pueblo natal de Jaruco, tuvo que ver con la familia. Mi papá continuó trabajando en Hershey hasta que vino para los Estados Unidos en 1962. El montaba el tren de Hershey por la mañana en Jaruco, regresaba a almorzar, volvía a tomar el tren para regresar a Hershey y finalmente tomaba el tren después del trabajo. Que yo sepa nunca tuvo que pagar un centavo por tomar el tren y creo que nosotros también teníamos pases (lo tengo que confirmar con mi hermana mayor) Personalmente nunca sentí esa presión de trabajar bajo el silbido de la factoría de la que hablas, nunca lo vi en mis padres. Yo creo que la mayoría de los trabajadores de Hershey desde los que desempeñaban los cargos mas altos hasta los cargos mas pequeños , se sentían felices de trabajar para Mr. Hershey.

    Mr. Hershey fue un hombre notable y extraordinario.

    Cecilia

  • para que un obrero viva bien tiene que haber libertad y demogracia como habia en cuba antes de las dictaduras de fulgencio batista y fidel castro

  • Yo viví en la casa de julio lobo , recuerdo q había un jardinero japonés llamado Misuno q no me dejaba tocar las flores , un jardín de 400 m2 , con césped , tinajones , enredaderas de flores , abundantes campanillas , pacíficos de todas colores y crotors
    Recuerdo las casas de los trabajadores del central , , el campo de golf , la presa donde se enfriaba el agua de las máquinas del central , la escuela , el cine , y todas las cosas dichas arriba
    Los amigos eran geniales y mi profesora de preescolar muy dulce

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