El modelo del médico cubano
Graham Sowa
HAVANA TIMES, 23 nov. — El 14 de noviembre de 1965 Cuba graduó a los primeros médicos que comenzaron su preparación con el nuevo Gobierno Revolucionario. La ceremonia de graduación se realizó en el Pico Turquino, la elevación más alta del país, y fue presidida por Fidel Castro.
Durante las últimas semanas se escucharon rumores en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) de que uno de los hermanos Castro iba a visitar el centro para celebrar el 45 aniversario de esa graduación. Los murmullos parecían confirmarse a finales de la semana pasada cuando vimos que estaban pintando los edificios alrededor del teatro. Las edificaciones fuera de esta área no recibieron ningún remozamiento en su fachada. Como ocurre casi siempre en la ELAM los rumores acabaron siendo solo eso, rumores; ni Fidel ni Raúl participaron en lo que fue un emotivo encuentro entre los primeros médicos de la Revolución Cubana.
Los doctores llegaron en las mismas inconfundibles guaguas amarillas que usan los trabajadores y estudiantes de la escuela. Cuando los vehículos que arrojaban humo detuvieron sus motores y los viejos doctores se dirigieron al estacionamiento, una gran alegría afloró. Los viejos ojos miraban de soslayo por detrás de los espejuelos tratando de encontrar caras de compañeros que han soportado vivir durante décadas en el Caribe. Los abrazos fueron muchos y extensos.
El mismo ambiente del parqueo se trasladó hacia el teatro, se necesitaron varios intentos para que los amigos que estuvieron alejados por tanto tiempo se quedaran callados.
La ceremonia comenzó con las imágenes de archivo de aquel día, 45 años atrás, en el Pico Turquino; un Fidel Castro joven acariciándose la barba y hablando acerca de los cambios que tendrían lugar en la medicina cubana. Habló también de prevenir enfermedades, de vacunas para todo el mundo, de la atención a los campesinos que nunca tuvieron el privilegio de acceder siquiera a un simple examen médico y de tratar los servicios médicos como un derecho asequible para todos.
Desde aquel día en el Pico Turquino hasta el 45 aniversario de ese hecho, la pasada semana, estos médicos hicieron cumplir esas palabras. Ellos han dado sus vidas en Angola, Playa Girón, y Guinea Bissau. Han trabajado dentro de un sistema en el que tanto el bloqueo de EE.UU. como la burocracia de su propio gobierno le han negado los recursos materiales. Estos hombres han viajado alrededor del mundo como galenos y como profesores para compartir sus conocimientos del Modelo cubano.
El rector de la ELAM fue muy firme cuando hizo énfasis en esta última parte: El Modelo Cubano. Durante su presentación le dijo a los presentes de mi generación, que somos los encargados, ahora, de transportar el Modelo cubano y el modelo del médico cubano. Aunque la primera pueda suscitar más preguntas que gritos de Venceremos; la segunda parte, la parte relacionada con el Modelo del médico cubano, resonó profundamente.