El discurso del Estado de la Unión pronunciado por Obama

Graham Sowa

Cuando la Administración Obama revocó algunas de las prohibiciones de viajes de Estados Unidos a Cuba me quedé sorprendido, y me atrevo a decir, que optimista también. Teniendo en cuenta que el discurso del Estado de la Unión tendría lugar una semana después, pensé que quizás el tema del prolongado bloqueo impuesto por Estados Unidos contra Cuba, estaría presente en la alocución de Obama a la nación. Pero no fue así. Sin embargo, aun podemos encontrar algunos aspectos comunes entre los dos vecinos y quizás algunas lecciones.

Mientras leía el Estado de la Unión me percaté de que ya había sobrepasado dos tercios de este antes de que el presidente Obama comenzara a mencionar siquiera la política externa. Él mencionó la seguridad de los Estados Unidos haciendo referencia a las guerras en Irak y Afganistán, así como a la disminución de la proliferación de las armas nucleares.

Pienso que la primera coincidencia entre el Estado de la Unión y Cuba debería estar en las recientes preocupaciones expresadas por los líderes de los dos países sobre la proliferación de las armas nucleares. Quizás estos gobiernos sean inteligentes como para imbuirse en este objetivo común. Teniendo en cuenta, especialmente, sus experiencias de primera mano en el conflicto atómico de 1962.

Hubo otra relación obvia entre el contenido del discurso de Obama y los recientes cambios en la política cubana: la economía nacional. En ambos casos parece existir un acercamiento descendente, con el objetivo de abrir espacio a nuevos pequeños negocios. Pero parece que las coincidencias acaban aquí. Además “pequeño negocio” es un término completamente relativo en cada país.

Obama está hablando de 30 mil millones de dólares en préstamos a pequeños negocios y ofrecer incentivos fiscales para los que empleen más trabajadores o suban los salarios. Por otro lado, los cubanos solo están en la primera fase de la realidad de los impuestos en la amplia gama de trabajos privados.

El noticiero del mediodía del miércoles de la semana pasada publicó una noticia en la que cubanos que tienen sus propios negocios hablaban sobre el costo de los impuestos, el pago del arrendamiento del local y ahora la Seguridad Social. Ellos dicen que todos estos hacen que sea muy difícil mantenerlos. ¿Qué tiempo demorará para que veamos el incentivo fiscal en Villa Clara, Holguín, y La Habana? Imagino que depende de la burbuja.

En el discurso dirigido a los Estados Unidos, el Presidente citó una fuente desconocida y denominó a los años 2000 como la “década perdida”, debido a la recesión mundial. Personalmente, tengo duda en clasificar cualquier década como “perdida” solo por su deterioro financiero. Esto parece ser una bofetada implícita por las vidas que existieron y se perdieron durante esta etapa.

Estoy seguro, sin embargo, de que Obama no quiso decir esto. Él se refería al éxito financiero del pueblo estadounidense y cómo les fallaron el gobierno y las instituciones durante ese período. La “burbuja” que había sido inflada por esas mismas instituciones explotó, y en un momento había desaparecido.

¿Y qué de la experiencia de Cuba con las “burbujas” en el pasado? Durante la Guerra Fría yo hubiera usado las frases del período y llamar “burbuja de hierro” al apoyo que dio la Unión Soviética a la Isla. Pero el hierro no explota, se corroe. Bueno, de todas formas esto puede encajar.

Si fuera a existir otra burbuja en Cuba, imagino que tendría que ver con Venezuela. Pero después de la experiencia con la Unión Soviética esperemos que se haya aprendido la lección, y que con la más amplia incursión de Cuba en el mundo de los pequeños negocios esperamos que ellos también aprenderán de la explosión de nuestras burbujas.