Unas palabras para mi viejo
HAVANA TIMES – Estás presente en cada decisión que tomamos, un observador pasivo que juzga o alienta sin palabras. No te has ido, continúas de algún modo con tu familia que a pesar de los desafíos sigue adelante con un poco de ti en todo lo que hacemos.
¡Es increíble cómo corre el tiempo! Nalva va para noveno grado con buenas calificaciones. No la presionamos mucho con el tema de los estudios, ella lo hace sola. Es difícil lo que está viviendo, días de pasar tres horas en una parada sin almorzar viendo cómo se escapa el tiempo a la espera de un desconocido que se apiade y la lleve hasta la casa.
Sus deseos de estudiar han disminuido luego de pasar los días en un aula sin profesores. Afirma que está perdiendo el tiempo de hacer lo que de verdad le gusta, dibujar. Sus diseños son geniales, ha aumentado en creatividad y destreza, admito que ya me supera. Si continua de ese modo será una artista.
Viejo, te sorprenderías cómo la educación, la salud pública y todos los ministerios de este país han caído en la decadencia. Dos años han pasado de la Cuba que conociste, ya estaba mal, ahora está peor.
Dariel y yo seguimos adelante con la tienda de peces. El negocio ha crecido y aunque los precios suben de un modo escandaloso y los peces escasean vamos avanzando. Por lo menos nos da para vivir. A veces es abrumador, no damos abasto pero el resultado final es gratificante.
Ayudo a mami con los gastos de la casa, pero no es suficiente. Un ejemplo simple, 10 libras de arroz, un kilogramo de sal, un litro de aceite y una mano de plátano maduro me costaron 3820 pesos. Este fue el saldo de mi compra más reciente. El salario promedio en este país es de 4000 pesos. ¡Es como para volverse locos!
Mami te extraña mucho. La situación de los apagones y las dificultades económicas pesan mucho sobre ella. No es fácil afrontar estos retos sin tu apoyo. Los momentos en que se ve obligada a cocinar con leña son duros y suelen ser un recordatorio de lo sencillo que sería todo si aún estuvieras aquí. Estos episodios traen a la superficie su vulnerabilidad y la añoranza por el pasado cuando a pesar de las adversidades la familia se sentía completa.
Enfrentarse a estas privaciones no es solo un desafío físico para ella sino también emocional. La incertidumbre y la presión de mantener el bienestar de la familia pueden ser agotadoras. Aunque mami es fuerte y ha aprendido a manejar cosas por su cuenta, desde lidiar con el miedo a las ranas hasta arreglar cosas en la casa, tu ausencia se siente mucho más en estos momentos de dificultad.
La pequeña ayuda con los gastos que mi hermano y yo le proporcionamos no es suficiente. Esta situación me ha obligado a pasar tiempo fuera de casa, y aunque no está sola porque mi hermano y Nalva están con ella, le faltas tú. El único ser en el mundo capaz de encontrar solución a los rompecabezas imposibles, el único capaz de construir un hogar sin presupuestos, el que daba esperanza con solo un guiño.
A veces siento que me estiro como un resorte, llego al límite y me sigo estirando. Hay días que sonreír es imposible, pero lo intento, mi familia me necesita. En esos momentos difíciles, busco tu fuerza y sabiduría recordándome que de alguna manera sigues aquí con nosotros. Tu recuerdo es un faro de luz en nuestras vidas. Te amamos, viejo.