San Diego de los Baños, ¿pueblo mágico?

Por Fabiana del Valle

Balneario de San Diego de los Baños, Pinar del Río, Cuba.

HAVANA TIMES – San Diego de los Baños se encuentra enclavado al pie de la Sierra del Rosario, provincia de Pinar del Rio. Por su altura sobre el nivel del mar, cuenta con un micro clima de temperaturas frescas. Sus calles constituyen escenarios para admirar el esplendor de las vistas, ya que el centro urbano se inserta de manera armoniosa con el entorno natural.

A pesar de la dejadez y el mal trabajo de las entidades pertinentes, se conservan inmuebles de gran valor arquitectónico e histórico. Organopónicos desiertos o tiendas desprovistas sustituyen el espacio que otrora ocuparan aquellos hoteles que hacían del pueblo uno de los más visitados de la isla.

Sus pobladores poseen la creencia de que San Diego tiene un imán misterioso que atrae a quien lo visita y nunca lo deja ir. Un poder casi mágico conferido por el devenir de su historia y el descubrimiento milagroso de sus aguas.

Me puse a investigar y a través de muchos documentos históricos descubrí la mística del sitio. Cuenta la leyenda que en la hacienda San Pedro de las Galeras vivía un esclavo nombrado Taita Domingo. Un día descubrió varias lesiones en todo su cuerpo que se fueron agravando con el tiempo, ya que en esas condiciones tenía que salir a trabajar. Cuando los capataces de la hacienda advirtieron su padecimiento se lo comunicaron al dueño. Este mandó a que fuera expulsado por temor a que contagiase al resto de la dotación.

Solitario y sin rumbo, comenzó a deambular por los límites de la hacienda en espera de la muerte. Para refrescarse y lavar sus heridas acudía al rio. Allí descubrió un manantial de agua caliente que aliviaba su malestar. Fue así que completamente curado regresó a la hacienda para dar testimonio del milagro.

La noticia del agua milagrosa corrió de pueblo en pueblo. Muchos lugareños con padecimientos en la piel u otros, deseaban tener la misma suerte del Taita. De este modo se extendió por toda la isla la fama de las aguas minero-medicinales del rio Caiguanabo.

El río Caiguanabo

Al comienzo de la primavera acudían a los baños personas que improvisaban ranchos y chozas, estas eran destruidas al terminar la temporada. Así se fue formando un núcleo poblacional al que se le llamaría “Baños de San Diego”.

En 1838 el caserío de San Diego lo conformaban 72 casas de embarrado y guano. Una botica, cuatro tabernas, cinco tiendas mixtas, una panadería, un café billar, una zapatería, una carpintería, dos tabaquerías y una escuela. Para una población de 119 personas, que residían de una forma permanente.

Descubrí también que durante esa época Cirilo Villaverde visitó el lugar junto al pintor francés Alejandro Moreau. Sus impresiones las dejó registradas en el libro “Excursión a Vuelta Abajo” de 1839.

En 1844 se acometió el trazado urbanístico del pueblo. Así se comenzó, con el concurso de comerciantes y vecinos, a sustituir las viejas chozas por nuevas edificaciones.

Con el correr de los años, nada quedaba de los ranchos de tabla de palma o embarrado con techos de paja que vio Cirilo Villaverde en su viaje y que describió el doctor Francisco Antomarchi (médico privado de Napoleón Bonaparte) en memoria enviada al capitán general Miguel Tacón con fecha 11 de abril de 1837.

A un ritmo creciente comenzaron a fundarse los primeros hoteles. En 1842 se inauguró El Hotel Cabarrouy, manteniéndose a través de numerosas décadas como inmueble y negocio propiedad de esa familia. Se inaugura después el hotel Bardino y el Casa Soto. Además también funcionaron los hoteles Cabancho, Bustamante, Soler, Evora y Julve.

El hotel Saratoga en San Diego de los Baños

Hay antecedentes dignos de entero crédito que aseguran que el lugar fue visitado por el barón Don Alejandro de Humbolt, Carlos Manuel de Céspedes, Francisco Vicente Aguilera y Miguel de Aldama. Ignacio de Agramonte y Loynas también estuvo una temporada hospedado en el hotel Cabarrouy, desde allí escribió un total de nueve cartas a su esposa Amalia Simoni. Justamente en el hotel Cabarrouy, un 29 de marzo de 1906 el ilustre Esteban Borrero Echeverría decide privarse de la vida.

Deportistas de la talla de Eligio Sardiñas (Kid Chocolate) o Evelio Mustelier (Kid Tunero), ambos campeones mundiales de boxeo. Escritores y poetas como Gertrudis Gómez de Avellaneda, la cual prefería El Hotel Cabarrouy en cada visita, Tranquilino Sandalio de Noda y Dulce María Loynaz, esta última Premio Cervantes de Literatura y el eximio compositor de fama internacional Gonzalo Roig, quien expresó tener mucho que agradecer a San Diego.

Y si en otro tiempo, personas que llegaban buscando reposo y curación las encontraban en las aguas benditas que bañan al pueblo, hoy son muchos los que se conduelen de la situación precaria en la que se encuentra. Escenario agravado por apagones, escasez de productos básicos, precios exorbitantes y esta enfermedad interminable que cada día se lleva a muchos de sus hijos.

Este pueblo que surgió gracias al milagro de sus aguas, que llegó a ser catalogado como uno de los más bellos de Cuba, llamado por Samuel Nazaro el “Saratoga de los trópicos” en su libro “Cuba a Pluma y Lápiz” es hoy un pueblo que languidece.

 ¿Será que San Diego de los Baños ha perdido su magia y ya no hay milagro que pueda salvarlo?

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Fabiana del Valle

Fui una niña que soñaba con colores y letras capaces de lograr las novelas más leídas o esos poemas que conquistan a corazones rebeldes. Hoy cerca de los cuarenta, con los pies firmes en esta isla, dejo que el pincel y las palabras sean eco de mi voz. Esa que llevo apretada, prisionera de las circunstancias y mis miedos.

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4 thoughts on “San Diego de los Baños, ¿pueblo mágico?

  • Excelente e interesante post de la pluma de una buena escritora.

  • Gracias por este post con tintes historicos, muy interesante conocer estos detalles. Pobre pueblo,:se nos mueren las tradiciones de a poco.

  • Me encanto este relato interesante e histórico, ese pueblecito que alberga tantas memorias, lugar donde descansan mis padres y ahora mi adorada hermanita.
    Dios bendiga esas manos que escribe tan lindas memorias

  • Fabiana, precioso tu texto. Me ha encantado. Gracias!!
    Me gustaría conocerte, poder comunicarme contigo si es posible.

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