Salir con el pie izquierdo

Por Fabiana del Valle

HAVANA TIMES – Cualquier gestión es una agonía en la Cuba de estos tiempos. Llevaba muchos meses intentando atenderme con un estomatólogo, pero nunca hay recursos, los pocos que entran van destinados a los niños, embarazadas y jóvenes que están en el Servicio Militar.

Como no entraba en alguna de esas categorías seguía esperando un milagro.  El tiempo corría, continuaba indagando con amistades hasta que logré encontrar a una persona dispuesta a remediar el problema y de paso a mi pareja quien se encontraba igual.

Para eso debíamos viajar alrededor de sesenta kilómetros hasta el policlínico de Consolación del Sur. Puede parecer de locos viajar tantos kilómetros cuando a pocos pasos tenemos “atención médica gratuita”. De eso mejor ni hablar, estamos adaptados a vivir este tipo de incongruencias.

Salimos a las 5:00 am para coger un camión de pasaje que sale todos los días para Pinar del Rio. A esa hora estaba lleno. Pero nos sentíamos motivados y con esperanzas, unos cuantos pisotones no lograron minar esa energía mañanera.

Llegamos al puente de Consolación. Para trasladarnos hasta el centro del pueblo debíamos esperar un coche tirado por caballos y correspondía hacer una larga cola. Ante la perspectiva de perder tiempo decidimos caminar.

Dariel visitaba Consolación por primera vez, mientras caminábamos me comentaba asombrado sobre la limpieza de las calles y lo comparaba con su pueblo. Íbamos riendo, era un buen día. ¿Qué podría salir mal?

Ya en la sala de estomatología fuimos a la recepción. Nos anotaron y comenzamos a esperar nuestro turno.

Más de una hora duró la guardia, los asientos eran incómodos, el calor insoportable, los pacientes se inquietaban. No pude evitar escuchar retazos de diálogos ajenos, casi todos sobre la situación actual.

“ ¡Mija, esto no es fácil! Mi hijo ayer tuvo que comprarme un litro de aceite en mil pesos. Pasamos una semana comiendo arroz seco”

“La cosa no está fácil, estos apagones me tienen loco”

 “Mira la hora y aún no me han llamado. No sé ni cómo voy a regresar. Para llegar aquí fue terrible, el transporte esta en candela”

” ¿Te enteraste? Fulanito también se fue y llegó de lo mejor. Ya era hora, mira que pasó trabajo el pobre”

“ ¡Ay Dios mío, a esta hora y con ese recado, se rompió el compresor -dijo una señora!”

Todas nuestras ilusiones quedaron frustradas con esta noticia. Tiempo y dinero gastado por gusto, la oportunidad de atendernos nula. Desalentados emprendimos el regreso.

En el puente de la autopista había varias personas. Sus caras de agotamiento anunciaban la triste espera. Una hora y nada.

Decidimos apartarnos del grupo a ver si corríamos con mejor suerte. El sol quemaba aún bajo la sombrilla, aquella energía de la mañana se había esfumado.

Mi madre esperaba en la puerta cuando finalmente llegamos a la casa.

“¿Resolvieron?”

“Naaa -le dijo Dariel- parece que salimos con el pie izquierdo”

—–

Lea más del diario de Fabiana de Valle aquí.

Fabiana del Valle

Fui una niña que soñaba con colores y letras capaces de lograr las novelas más leídas o esos poemas que conquistan a corazones rebeldes. Hoy cerca de los cuarenta, con los pies firmes en esta isla, dejo que el pincel y las palabras sean eco de mi voz. Esa que llevo apretada, prisionera de las circunstancias y mis miedos.

Fabiana del Valle has 45 posts and counting. See all posts by Fabiana del Valle

One thought on “Salir con el pie izquierdo

  • cuba es un pie izquierdo gigante, larguense de esa pocilga.

Comentarios cerrados.