La educación es un puente

HAVANA TIMES – La tarde comenzaba a ceder y Nalva resistía al pie de la ceiba. El anhelado transporte que le permitía regresar a casa era una esperanza diluida en el vapor del asfalto. Miraba ocasionalmente hacia el horizonte intentando vislumbrar la silueta de algún auto. Su estómago no dejaba de rugir, el pan que había comido a la hora del almuerzo ya era historia.

Su realidad es la de muchos en la isla, la certeza del regreso a casa no viene dada por horarios o rutas establecidas, sino por la eventualidad de lo que pase.

A ratos consultaba la hora en su teléfono móvil, aparato que ha pasado por varias manos antes de llegar a la suya y “no aguanta una mentira más”.

-Mamá llevo casi tres horas aquí y no pasa nada- escuché las palabras entrecortadas por la defectuosa señal del móvil.

-¿Y qué quieres que haga? Aguanta un poco más, seguro pasa algo pronto.

-Dile a Titi que me venga a buscar en la moto. ¡Por favor, me va a dar una fatiga!

-Mimi, tu tío no tiene gasolina, no puedo hacer nada. Espera un poco más…

-Dale, voy a colgar- colgó y yo me quedé con el pecho apretado por la impotencia.

Llevaba el uniforme sucio, marcado por horas de estudio, actividad física y el clima. Ajustó la correa de la mochila y tomó una decisión, caminar tanto como fuera necesario. Nalva confió que por el camino podría encontrar algún medio improvisado de transporte, un carro de caballos o un vecino que pasara con su auto.

Inició la marcha junto a Lázaro, su mejor amigo. Cada paso, una mezcla de coraje y resignación. El camino es largo, por momentos la soledad parecía hacerles compañía. Se cruzaron con otros estudiantes, trabajadores que regresaban a sus hogares, vendedores ambulantes aún buscando clientes al caer la tarde, pero ningún transporte para llegar al destino.

Ellos al igual que otros estudiantes enfrentan los problemas cotidianos de la mayoría de los hogares cubanos, pero la falta de motivación y el cansancio de los profesores acarrean un impacto directo en la calidad de la educación. Las lecciones son menos interactivas y el alcance de los planes de estudio se reduce para adaptarse a las circunstancias.

Los profesores desmotivados no están disponibles para atender las dudas o necesidades de sus estudiantes. La falta de retroalimentación personalizada y apoyo adicional puede dejarlos pugnando para entender conceptos por su cuenta.

El entusiasmo y la pasión de un educador por su asignatura son contagiosos, la falta de estos puede afectar de un modo negativo la atmósfera del aula y transmitir sentimientos de frustración o apatía. Esto afecta el bienestar emocional de los estudiantes, disminuye su autoestima e interés por el aprendizaje.

En situaciones extremas la disminución en la calidad educativa y el ambiente de aprendizaje puede llevar a algunos estudiantes a considerar la deserción escolar como iniciativa si sienten que su educación no les está proporcionando las herramientas o conocimientos esperados.

¿Qué podemos hacer los padres ante esto?

Todos estos cambios los he visto en mi hija. Nalva se esforzaba por aprender, quería estudiar en un buen preuniversitario, participaba en concursos, decía que ese era el único modo de alcanzar sus metas. Le gustaba mucho escribir, poemas y mini-cuentos de su autoría llegaban a menudo dentro de la mochila.

Sé que estaba influenciada por la profesora de Literatura quien la motivaba a escribir mejor cada día. Pero la “profe Tania” se fue tras otras opciones económicas más satisfactorias y perdí con esto a la Nalva escritora. Por lo menos me queda la pintora y esa no se va a rendir nunca.

Hoy su visión es diferente, se ha visto motivada a tomar una mayor responsabilidad en su propio aprendizaje explorando el autodidactismo.

No necesito una academia de arte, solo necesito dibujar día y noche. Los otros títulos no me importan- me ha dicho en varias ocasiones inclinada sobre un dibujo a la luz de una lámpara recargable.

La caminata de Nalva y Lázaro se convirtió en una reflexión silenciosa sobre la realidad, sobre los sueños que albergan para el futuro. La educación es el puente hacia sus metas. ¿Estarían dispuestos a atravesar cualquier dificultad para alcanzarla?

Ese día cuando la silueta de su hogar comenzó a perfilarse en la distancia trajo consigo el alivio del retorno. Al abrir la puerta vi cómo se disipaba el cansancio acumulado renovando su energía y convicción. Nalva es una adolescente que a pesar de lucir débil posee una fuerza innata, no se va a rendir, el día de mañana traerá consigo nuevos desafíos y ella estará lista para enfrentarlos.

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Fabiana del Valle

Fui una niña que soñaba con colores y letras capaces de lograr las novelas más leídas o esos poemas que conquistan a corazones rebeldes. Hoy cerca de los cuarenta, con los pies firmes en esta isla, dejo que el pincel y las palabras sean eco de mi voz. Esa que llevo apretada, prisionera de las circunstancias y mis miedos.